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4 agosto, 2020Entrevistamos a Regina Palazuelos acerca de su experiencia en el Logos Hope, un barco que viaja por todo el mundo llevando conocimiento, ayuda y esperanza. Regina nos cuenta cómo llegó al barco, las cosas que aprendió en los dos años en los que trabajó allí y algunas de sus experiencias en los países que visitó. Te invitamos a conocer cómo Dios está obrando en distintos países del mundo, y la riqueza que implica formar parte de esta obra.
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EA0883 – Entre Amigas –
Logos Hope
Entrevista a Regina Palazuelos
Victoria: Queridas amigas, es un gusto poder compartir con ustedes nuevamente este espacio de la entrevista. Hoy nos acompaña Regina Palazuelos. Regina es de México y ya se van a enterar de lo que anda haciendo por acá, por Uruguay, que es de donde estamos grabando el programa. Hoy Regina nos va a estar hablando de un trabajo muy particular y poco usual que estuvo realizando hace algunos años. Muchas gracias, Regina, por estar con nosotros hoy.
Regina: Gracias a ti, Victoria, por la oportunidad de compartir un poquito con ustedes. Estoy muy contenta de estar aquí.
Victoria: Les comentamos también que Regina es mamá de Brunito, y Brunito está aquí presenciando la entrevista mientras hablamos. Quisiera que nos contaras un poco acerca del barco Logos Hope en el que estuviste trabajando. ¿Cuánto tiempo trabajaste allí?
Regina: Estuve trabajando ahí por dos años y medio, más o menos. Ese barco es parte de una organización no gubernamental, y es parte de una agencia misionera llamada Operación Movilización, mejor conocida como O.M. El propósito del barco es llevar conocimiento, ayuda y esperanza a los países a los que va, y para llevar todas estas cosas se realizan un montón de actividades.
Victoria: ¿El barco tiene algún perfil de países o de personas a las que busca llegar?
Regina: Sí, más que nada va a países carenciados o con necesidad económica. Este enfoque es últimamente, porque antes se iba a todos los países. Cuando yo estaba allí me tocó ir a Camboya, que es el país más pobre que he visto en toda mi vida, pero también me tocó ir a Catar, a los Emiratos Árabes, a Japón, a Corea del Sur, que son países muy ricos. Entonces se hacían diferentes enfoques en cada país. Ahora la agencia misionera tiene otro barco, más pequeño, que va a los países europeos y tiene otro tipo de perfil. El Logos Hope ahora se enfoca más en países con otro tipo de necesidades. En este momento el Barco está viajando por Latinoamérica, está en México, mi tierra, y dentro de unos meses vendrá a Uruguay también.
Victoria: Ya que hablamos de tu tierra, te quería preguntar cómo fue tu contacto y cómo fue que terminaste arriba del Logos Hope.
Regina: Bueno, a México fue un barco anterior que se llamaba el Logos 2, que vino acá a Uruguay también.
Victoria: Sí, por el 1999, si mal no recuerdo.
Regina: Sí, creo que un año después fue para allá, para México, y yo tenía 9 años más o menos. Fuimos a visitarlo con mi iglesia, y me acuerdo de que mamá compró un montón de libros y una Biblia de estudio, y estaban encantados porque todo estaba muy barato. Cabe mencionar que el barco es la librería flotante más grande del mundo. En sí, el barco es una librería en donde gente puede acceder a libros a muy bajo costo. También hacen eventos, y yo entré a un evento en el que hicieron una obra de teatro acerca de la crucifixión de Jesús, de cómo nosotros lo crucificamos cada día con nuestras actitudes, con nuestros pecados. Y se me quedó tan grabada esa obra, que yo decidí que un día, cuando fuera grande, iba a estar en ese barco. Quería ser como esos jóvenes que estaban ahí, entregar completamente mi vida a Jesús, ese fue mi sentir. Con el tiempo se me olvidó completamente ese deseo que había tenido hasta que, no sé por qué, muchos años después alguien de mis contactos de Facebook compartió una foto del barco actual, del Logos Hope, y yo me sorprendí de que todavía existía. Yo me estaba empezando a involucrar en las misiones y el Señor tocó mi corazón. Básicamente cuando uno estudia la Biblia el Señor transforma tu corazón, y algo tienes que hacer al respecto. Dios me mostró que ese era el lugar en el que Él me quería, así que investigué, hice los preparativos y me fui.
Victoria: Hablando de los preparativos, ¿hay alguna cosa que puedas contarnos de tu vida previa al barco? O sea cuáles fueron las cosas que pasaron, si tuviste alguna experiencia trascendente con el Señor. ¿Cuál fue tu preparación de estudios?
Regina: Bueno, cabe mencionar que esta fue mi experiencia, no es que sea la ley o que funcione así para todos.
Victoria: Pero es un ejemplo.
Regina: Sí. Yo estaba estudiando Licenciada en Educación Especial, una carrera que me encantó, aprendí muchas cosas. Mi iglesia se dividió en el año 2010 de una manera muy difícil. Así que nosotros empezamos otra vez, yo antes de eso ya había investigado para irme al barco, pero a raíz de esto decidí que no, que en ese momento mi iglesia me necesitaba, porque íbamos a empezar muchas cosas de cero, muchos ministerios. Entonces decidí quedarme un tiempo más en mi iglesia, lo cual fue buenísimo porque decidí quedarme dos años más y en ese tiempo la iglesia creció, no solo en número sino espiritualmente también, y formamos un ministerio inter denominacional evangelístico a través de labor social y artes, que eventualmente se hizo una asociación civil. Y bueno, para mí eso fue algo que me marcó porque hicimos muchísimas cosas con ese ministerio. En mi iglesia tuve la oportunidad de poder hablar de misiones, porque en mi iglesia antes de la división no se hablaba nada de misiones, nunca ofrendamos nada para misiones ni nada parecido. Con el nuevo pastor empezó a haber apertura en cuanto al corazón de Dios de compartir el evangelio a los que no le conocen y fueron dos años excelentes. Me comencé a involucrar en Operación Movilización y a aprender de otras culturas y de cómo otras personas no tienen el acceso al evangelio como nosotros. Yo antes de ver eso pensaba: Qué difícil, ¿cómo voy a hacer para irme? ¿Cómo voy a dejar a mi familia? ¿Cómo voy a renunciar a mi trabajo? Pero después de ver la necesidad que vi en el mundo, ya lo que me preguntaba era ¿Cómo no me voy a ir? ¿Cómo me puedo quedar sin hacer nada después de haber visto esto? Literalmente ya no podía dormir tranquila, Dios comenzó a inquietarme de una manera sorprendente. Yo lloraba en las noches después de leer cosas sobre otros países, y decía ¿Señor, cómo es posible que esta situación esté así? Y fueron dos años muy hermosos. Entendí lo que decía Pablo: Quizás tenía muchas cosas, pero lo tengo todo por basura.
Victoria: Regina, contanos cómo fue llegar al barco. Porque una cosa es la idea que tenés de cómo va a ser y otra es la adaptación a la realidad y a lo que puede llegar a ser la rutina de todos los días en el barco.
Regina: Sí, definitivamente. Es el tema de cuando lo extraordinario se convierte en la rutina. Nosotros estábamos acostumbrados a ver cosas extraordinarias literalmente cada día, y a veces eso se vuelve la normalidad, entonces uno debe mantenerse siempre con los sentidos espirituales abiertos para ver que lo que uno está viviendo es algo extraordinario y es un milagro. Para mí llegar fue muy padre, muy chévere, no sé cómo lo dicen aquí, fue muy bueno porque desde el día uno en el que me subí al barco me sentí como en mi casa. Como dicen, donde está la voluntad de Dios, ese es tu hogar. Eso por un lado. Por otro lado, también fue un proceso de adaptación, obviamente, porque llegué a vivir con tres personas que jamás en mi vida había visto, que son cosas que si alguien alguna vez ha hecho algún viaje misionero sabe que vienen en el paquete. Entonces vivir con personas de culturas diferentes, trabajar con gente super diferente la una de la otra, fue impresionante. Lo que más aprendí en todo esto, en el aspecto relacional, fue que todos tenemos el mismo corazón de servir a Dios. Eso es lo más importante. A veces uno es un poquito hermético y piensa que su manera es la ley, o que su manera es la única manera correcta. Pero allí aprendí a cuestionarme muchas cosas que había aprendido, a desaprender y a reaprender otras cosas, y así a saber que todos estamos en lo mismo, que nadie es perfecto, que todos buscamos hacer lo mejor por Dios y que en ese buscar nos vamos a equivocar. Pero lo que sí vi es un montón de gente con un deseo de servir a Dios.
Victoria: Pensando un poco en lo que vemos diariamente o en lo que muchas personas que están escuchando quizás piensan, que en el mundo nadie hace nada por los demás, o que por qué voy a hacer algo por los demás si los demás no hacen algo por mí. Esta pequeña muestra que tuviste vos de subirte a un barco con un montón de gente que, como vos, estaba renunciando a años o meses de sus vidas en pro de servir a otras personas. Qué alentador, ¿no?
Regina: Sí, era inaudito para las personas de los países a donde llegábamos. No lo podían creer, no te imaginas la cara de la gente cuando les decíamos que en realidad nosotros estábamos dando dinero para poder estar ahí, no lo podían creer. Pero ahí veías gente con todo tipo de estudio, porque obviamente para navegar un barco se necesitan ingenieros, un capitán, electricistas, ingenieros de todo lo que te puedas imaginar. Entonces era muy lindo ver como todos poníamos nuestros estudios, nuestras habilidades o lo que sea, para servir a otros.
Victoria: Hablabas de Camboya y de algunos de los países más necesitados que estuviste visitando. Hablando de la mujer, ¿cuáles fueron las distintas formas de moverse de las mujeres en los distintos países?
Regina: Por ejemplo, en Camboya, que es un país con mucha necesidad en todos los aspectos, me rompió el corazón ver un detalle, que a lo mejor muchos ya saben que allí hay mucho tráfico sexual. Y me impresionó saber que muchas mujeres buscan embarazarse de niñas para poder venderlas. Las mujeres asiáticas son muy sumisas, muy serviciales, a veces un poco calladas también. En muchos países asiáticos, desafortunadamente, la mujer tiene un papel bastante degradado y ciertos eventos y actividades que nosotros hacíamos para demostrar el valor que Dios le da a la mujer eran muy importantes para ellas. Fuimos al mundo árabe también, y ahí por ejemplo me acuerdo de que tuvimos un café cultural para jóvenes, y ahí también, no les tengo que contar cómo es el papel de la mujer en esos países, pero me impresionó que una de las chicas me contaba con mucha naturalidad que antes tenía tres mamás y ahora tenía solo dos, porque su papá se había divorciado de una de ellas. Y ellas me explicaban lo normal que era eso, que el papá se podía divorciar cuando quisiera porque ya no quería más a la otra, y para ellas era normal, antes tenía tres y ahora tengo dos y listo. También fuimos a una mezquita en donde tenían una sala para las mujeres, porque obviamente las mujeres no podíamos entrar a la sala principal, y allí las mujeres estaban convencidísimas de que el islam no aminora el papel de la mujer, nos estaban evangelizando, y me llamó mucho la atención que tenían mucha literatura de islam vs cristianismo, Alá vs Jesús. Pero ellas están convencidas de que lo que dice el Corán es bueno, es lo correcto.
Victoria: Regina, vamos a tener otra entrevista en la que nos vas a estar contando un poco más de lo que estás haciendo acá en Uruguay. Pero para ir cerrando esta parte de la entrevista, ¿cuál sería tu mensaje de la riqueza o de la ganancia en tu tiempo en el Logos Hope?
Regina: Mayormente yo creo que conocer a Dios de una manera que no había conocido, en mayor profundidad, y conocer lo que Dios está haciendo en el mundo. Porque es lo que Dios está haciendo, y nosotros simplemente tenemos el privilegio de formar parte de lo que Dios hace, pero poder ser testigo de lo que Dios está haciendo, para mí, fue de lo más importante.
Victoria: Muchas gracias por tu tiempo. Invitamos a nuestras amigas a que sigan escuchando, a que sigan en contacto, y que estén pensando en todas estas cosas. Hay veces que tenemos como riqueza a cosas materiales cuando en realidad la riqueza de ser parte de lo que Dios está haciendo en todo el mundo tiene muchísimo más valor. ¡Hasta la próxima queridas amigas!