El rol de la mujer en la familia y sociedad musulmana

Continuamos hablando con Andrés Prins, miembro fundador de Pueblos Musulmanes Internacional. Nos cuenta acerca de la mujer en la sociedad musulmana a partir de su experiencia en Marruecos. Aprendemos sobre su cultura y costumbres, y somos animados mostrar el amor de Dios a todos, independientemente de su religión o proveniencia. Te invitamos a conocer más de la sociedad musulmana y de cómo puedes ayudar a alguien hoy.

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EA0907 – Entre Amigas –
El rol de la mujer en la familia y sociedad musulmana

Entrevista a Andrés Prins

Victoria: Es un gusto, queridas amigas, estar con ustedes una vez más para compartir este espacio. Continúa acompañándonos Andrés Prins. Él está sirviendo al Señor entre los musulmanes y es miembro fundador de PM (Pueblos Musulmanes) Internacional. Hoy queremos hablar un poco sobre la mujer. Hay muchas amigas que nos están escuchando y tal vez tienen mucho prejuicio sobre lo que es la mujer en las sociedades en las cuales impera el islam. Gracias, nuevamente, por estar con nosotros. Te escuchamos.

Andrés: Muchas gracias. Bueno, no me queda otra que dar una perspectiva masculina de la situación de la mujer. Mi experiencia está sobre todo limitada a Marruecos, uno de muchos países de mayoría musulmana, dentro del cual también hay varias subculturas. Es una situación de mucha diversidad, así como si uno tratara de describir la situación de la mujer en todas las sociedades que tienen una mayoría denominada cristiana. En Marruecos hay una gran diversidad, tenemos ministras de gobierno mujeres, también han habido bastantes cambios en la legislación que han dado mayor protección a las mujeres en términos del divorcio o de limitaciones del derecho del hombre de casarse con más esposas. El islam permite hasta cuatro esposas para cada hombre, pero esto es cada vez menos frecuente. Comparado con el occidente, o con Uruguay por lo menos, es más pronunciada la segregación. Las mujeres van por su lado, los hombres por otro. También varía bastante dependiendo de si la mujer es del campo o de la ciudad. Hoy en día creo que más del 50% de los estudiantes universitarios son mujeres y se las encuentra en todas partes de la sociedad laboral. Lo que sí, por lo general suelen vestirse más recatadamente, cubriéndose un poco más que en occidente. Muchas veces pensamos que es algo que sus maridos les imponen o algo así, pero en mi experiencia la mayoría de las veces ellas mismas se sienten más cómodas así. Tienen las mismas inquietudes e intereses que las mujeres que yo he conocido en la mayoría de los países del mundo: Cómo llevar su familia, cómo criar a sus hijos, cómo mantener a sus maridos fieles a ellas, el trabajo, la seguridad, la autoestima. En eso último trabajó mucho mi esposa. Ella les enseñó arte a muchas mujeres, les encantan las manualidades y el arte era un medio terapéutico y de cultivar un mayor sentido de autoestima. Uno, franqueando esas barreras lingüísticas y de la cultura que a primera vista parece algo tan diferente, encuentra que en el fondo las personas son iguales en todas partes del mundo.

Victoria: A nivel de familia, por lo menos algunas de las cosas que nos llegan por estos lados, es que a la mujer mayor o la abuela se la respeta mucho. ¿Es así?

Andrés: Sí, a las personas mayores les tienen un respeto mayor que en la mayoría de los países occidentales. Pero también, tristemente, se dan casos de ancianos abandonados por sus familias por crisis económicas o lo que sea. Esa situación está mal vista por la sociedad pero aun así se puede dar a veces.

Victoria: Hablando de estos intercambios que se pueden dar entre las mujeres. ¿Cómo es cuando ellas empiezan a preguntar acerca de la fe en Cristo? ¿Cuál es la idea puntual que tienen sobre las mujeres de occidente?

Andrés: Bueno, la opinión común derivada principalmente de las películas y todo eso es que la mujer occidental no tiene mucha moralidad y que fácilmente tiene relaciones con quien sea. Muchas veces se sorprenden grandemente cuando conocen a una persona en vivo y en directo y se dan cuenta de que no se ajusta a lo que esperaban. Igual que nos pasa a nosotros con ellos, vemos películas y pensamos algunas cosas que al conocerlos nos damos cuenta de que es otra la realidad. Pero sí, piensan que el occidente por lo general es un poco flojo, inmoral. Allí, aunque no siempre es el caso, se suele mantener en muy alta estima la virginidad de la mujer al casarse y ese tipo de cosas tradicionales.

Victoria: Andrés, quisiera que nos contara alguna historia particular, específica de una mujer común, que vive en otra cultura pero que también necesita al Señor y lo ha encontrado.

Andrés: Cómo no. Es bueno recordar, quienes confesamos a Jesús como Señor y salvador lo hemos experimentado así, que servimos a un Dios personal y que ha creado a las personas y que desea tenerlas, como individuos, en su familia eterna. Nuestro Dios no es un Dios de masas nada más, sino que ve a cada persona en el mundo. Me viene a la mente una de las amigas de mi esposa. Ellas se hicieron amigas y después de que nos llegamos a conocer mejor supimos que parte de la intención de esta amiga era ayudar a mi esposa, Angélica, a poder conocer la verdad del islam y hacerse musulmana. Pero el Señor ya estaba obrando en la vida de ella a través de sueños. Después de cuatro años de amistad con Angélica, estos sueños seguían hasta que un día tuvo un sueño que, acompañado del testimonio que ella venía recibiendo de Angélica, la llevó a entregarse en alma y cuerpo a Jesús como Señor y salvador. Ella ha servido en estos años con mucho aliento y siendo de testimonio a muchas otras mujeres. Pero el cariño, el amor que ella, como mujer soltera, que es bastante despreciada por la sociedad, experimentó con Cristo, es algo que la ha llenado de gozo y de valor. Si bien ella ha pagado su precio por eso, sigue a este Jesucristo que tanto la ha llenado.

Victoria: Hablando de las oportunidades, quisiera volver a hablar de las diferentes profesiones y de cómo es la educación de las mujeres en estos pueblos. A nivel de estudios, ¿comparten el mismo lugar con los varones? ¿Tienen carreras separadas? ¿Cómo es?

Andrés: Eso varía bastante de un país a otro. Marruecos es integrado, los dos sexos estudian juntos y como dije, hay más universitarias mujeres que varones. En otras sociedades las tienen segregadas, Arabia Saudita es un caso. Allí las mujeres estudian separadas de los hombres. Irán también es otro caso en el que los suelen tener separados pero allí las mujeres estudian muchísimo, se preparan muchísimo. Después hay lugares como Afganistán, en donde el gobierno busca que las mujeres accedan a la educación pero la fuerza Talibán dice que no, que las mujeres no deben estudiar y que su lugar es en la casa y no llenando su cabeza de ideas, especialmente con las ideas de la educación occidental. Así que hay una tremenda variedad según el país.

Victoria: Andrés, quisiera que pudiera dejar unas palabras para nuestras amigas que nos están escuchando. Una cosa que ha dado en la sociedad uruguaya es que han llegado muchas familias de distintos países musulmanes, y tal vez las oyentes la oportunidad de encontrarse con alguna de esas personas y quieren compartirles la fe. Quisiera que les dieras alguna palabra de aliento y también nos contaras cuál es el grado de dificultad. ¿Es muy difícil? ¿Es imposible?

Andrés: Anoche estuve con una uruguaya seguidora de Jesús que me compartía su experiencia de ir al encuentro de algunos de estos inmigrantes refugiados sirios en su necesidad, simplemente ofreciéndoles cariño, un abrazo, una atención, y cómo eso tocó sus corazones. Hasta hoy son amigos, la tienen como hija de su familia. Realmente creo que quienes hemos dejado que el Espíritu de Jesús nos llene de su amor tenemos mucho que ofrecer en términos de cariño, de abrazo, de bendición, que sería una gran pena que lo guardemos para nosotros y no lo compartamos, incluso con gente que nos parece tan diferente a nosotros, como es el caso de los musulmanes. No digo que todos van a recibirnos bien, del modo que recibieron a esta hermana, pero es nuestra obligación en Cristo ofrecerles todo lo que podemos y encontraremos entre muchos de ellos una gran recepción. Son pueblos, por lo general, muy hospitalarios. Por lo menos esa ha sido mi experiencia.

Victoria: Muchísimas gracias por este tiempo, de verdad hemos disfrutado mucho esta conversación y esperamos que nuestras amigas también empiecen a interesarse y a quitar un poquito las ideas erróneas que a veces tenemos, sabiendo que Jesús es para todos. Muchas gracias, Andrés.

Andrés: De nada.

Victoria: Las invitamos a ustedes, amigas, a que continúen escuchando Entre Amigas y que no se pierdan del próximo programa en el que les traeremos un nuevo tema. ¡Hasta la próxima!