¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial?

Autor: Esteban Beitze

Esteban Beitze nos enseña sobre qué hace que el planeta Tierra sea especial: es una creación de Dios, quien envió a su hijo Jesucristo a pagar el precio de nuestros pecados, y un día volverá a esta Tierra para buscar a quienes han creído en Él.

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PX03_2020-2021- Estudio Bíblico
¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial?

¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Si lo miramos del espacio, lo veremos como un gran globo azul. Pero si lo miramos desde afuera de nuestro sistema solar, sería una simple pelota de golf. Ahora, si lo miramos desde afuera de nuestra galaxia, ni siquiera lo distinguiríamos; y si nos alejamos más en las inmensidades de nuestro universo, la tierra habrá perdido todo recuerdo. Entonces…

– ¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Lo hizo Dios para poner allí la criatura que más amaría, para con la cual tenía un plan muy especial. Puso allí al hombre para tener comunión con él. Lo hizo a Su imagen y semejanza con la capacidad de tener una relación personal con Dios mismo. Dice Génesis 1:26,27: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Pero lamentablemente el hombre le dio la espalda. Desobedecieron comiendo del fruto prohibido. Así entró el pecado a la humanidad con todas sus nefastas consecuencias. Pero lo peor es que ya no podría tener comunión con Dios y estaría eternamente perdido, porque “la paga del pecado es muerte”. Pareciera como si densas tinieblas cubrieran al mundo entero. ¿Habría alguna esperanza?

– ¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Hubo un momento en los planes de Dios en el cual decidió enviar a Su amado Hijo a esta Tierra. Dice la Biblia: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer…” (Gá.4:4). Fue el momento cuando se escuchó el mensaje más glorioso jamás escuchado en la tierra como dice en Lucas 2:9-14: “Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas (o sea noticias) de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”. Había nacido el Salvador del mundo.

– ¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Es sencillo, porque en él hubo una vez un pesebre en el cual nació el que iba a ser el Salvador del mundo. Fue el lugar sobre el cual brilló una estrella anunciando la venida de Aquél que iba ser la “Luz del Mundo”. De aquél que puede alumbrar tus tinieblas. Esta luz ya había sido anticipada en la antigüedad por el profeta Isaías: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Is.9:2). De Él leemos en el evangelio de Juan: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (Jn.1:4,5).

– ¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Pues fue en él que una vez se levantó una cruz en el cual tuvo que morir un hombre completamente santo e inocente. Fue allí donde se escuchó una expresión que cala en lo más hondo de nuestro ser. Fueron palabras que cambiaron el destino de millones de personas. Fueron dos palabras (en el original solo una) dichas después de largas horas de sufrimiento y agonía. Allí en la cruz se escuchó un grito de victoria: “Consumado es” (Jn.19:30). Es una expresión que contiene la idea de una deuda que ha sido cancelada. La sangre de Jesucristo fue el precio pagado para que tú y yo podríamos ser libres de culpa; para que tú y yo podríamos recibir perdón de nuestros pecados; para que tú y yo pudiéramos tener paz con Dios.

– ¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Porque allí, sólo tres días después, se encontró una tumba vacía y unos ángeles que anunciaron otra noticia, una nueva de victoria, que cambiaría la tristeza en gozo, la derrota en victoria, la muerte en vida: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado”. Cristo resucitó de los muertos, otorgándonos vida plena, de la cual Él había hablado tantas veces en contraposición con lo que se observa tantas veces en el mundo: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn.10:10). Su resurrección también nos da esperanza presente y futura. Entre ello, la seguridad de resurrección y vida eterna.

– ¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Lo hace especial, porque Jesucristo va a volver a buscar a todos aquellos que han creído en Él para que estén para siempre con Él. Jesús dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn.14:1-3).

– ¿Qué hace que nuestro planeta sea tan especial? Lo hace el hecho que tú estés viviendo en él y que Jesucristo te da oportunidad de que hoy mismo puedas ser salvo y tener la vida eterna. Hoy podrás descubrir el verdadero sentido de Navidad – ¡Cristo en tu vida! Como decía el apóstol Pablo: “…Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Col.1:27). Hoy podrá ser el glorioso día en que te conviertas en un hijo de Dios. La Biblia dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. ¿No quieres encontrar el sentido de la Navidad?