Economía doméstica (2ª parte)

Continuamos hablando con Martín Fahradjian, un comerciante y técnico en electrónica que nos aconseja acerca de la economía doméstica para aquellos que buscan emprender. No te pierdas de conocer más acerca de qué cosas son imprescindibles para una buena economía y cómo puedes innovar hoy.

---

DESCARGARLO AQUÍ:
EA1027 – Entre Amigas –
Economía doméstica (2ª parte)

---

---

Entrevista a Martín Fahradjian

Victoria: Bienvenidas, amigas, al tiempo de entrevista de Entre Amigas. Estamos aquí nuevamente con Martín Fahradjian, lo estuvimos escuchando en el programa anterior. Les recordamos que Martín es comerciante, además está estudiando una tecnicatura en gerencia comercial, es técnico en electrónica, está casado y tiene tres hijos también. En el programa anterior estuvimos hablando de finanzas personales, pero hoy vamos a ir un poquito más allá. Vamos a estar hablando de economía en el sentido de aquellas mujeres que quieren emprender, que están emprendiendo, o que por ahí el ingreso que tienen no les alcanza y necesitan algo más. Vamos a estar viendo cómo se encara este tema, pero antes, Martín, te damos la bienvenida. ¿Cómo estás?

Martín: Hola Victoria, estoy muy bien. Le mando un saludo a todas las que nos están escuchando.

Victoria: Bueno, hablemos del tema de los emprendimientos en estos tiempos tan complicados de pandemia.

Martín: Sí, estos tiempos son muy complejos, y sea de donde sea que nos estén escuchando, seguramente vivan la misma realidad que estamos viviendo aquí en Uruguay. Yo he escuchado en este tiempo a mucha gente que venía trabajando muy bien, que tenía un comercio que venía funcionando fantásticamente bien, y de repente vino todo esto que le cortó sus ingresos. Me quedó grabado el caso de un hombre que vivió algunos años en España y durante esos años aprendió de cocina, particularmente acerca de la tortilla española, que es una tortilla que lleva algunos ingredientes especiales. La aprendió a hacer hace muchísimos años, y tenía dos trabajos: en una agencia de viajes, y también era productor teatral. Claramente, con la pandemia, esas dos actividades se cortaron. A veces a nosotros nos va mal en lo laboral porque no nos preparamos bien o no organizamos nuestro trabajo, pero este hombre estaba haciendo todo fantástico.

Victoria: Claro, tenía dos frentes desde los cuales les podía ingresar dinero.

Martín: Exactamente, y le iba bien, tenía dos trabajos y en los dos le iba bien. Producto de agentes externos se quedó sin trabajo, y esa capacitación que tuvo algunos años atrás en cuanto a lo que era la tortilla española, la capitalizó. Consiguió la papa especial que precisaba, le dio un tratamiento especial a la cebolla, y empezó a publicar en Instagram ese producto, y le está yendo muy bien.

Ahora, cuando uno piensa en un emprendedor al que le está yendo muy bien, yo no sé si a todas o a todos les pasa, pero como que viene la idea de que esa persona se está llenando de dinero. No es así, tenemos que quitarnos eso de la cabeza, y lo voy a explicar de esta manera: Cuando estamos en época de pandemia o en época crítica, porque hoy o mañana pasará la pandemia, pero vendrán momentos críticos, económicos o familiares; lo primordial, lo imprescindible es subsistir. Que sigas teniendo tu alimento, tu vivienda, que sigas funcionando vos, tu familia, o quien sea de una forma lo más normal posible. Y si un emprendimiento te ayuda a compensar una falta de ingreso y te permite seguir viviendo y sosteniendo a tu familia, el emprendimiento es exitoso. Tenemos que quitarnos al idea de que se nos va a ocurrir una idea genial y nos vamos a hacer millonarios de la noche a la mañana. No es para eso el emprendimiento.

Si nosotros pensamos acerca de qué es el emprendimiento conceptualmente, vemos que consiste en ver cuáles son las necesidades de la gente, ver cuáles habilidades tengo yo, y conectar esas dos cosas. Si nosotros, producto de conversaciones con personas, empezamos a entender cuáles son las necesidades básicas de las personas, cuáles son las cosas que necesitan día a día o asiduamente, y empezamos a pensar en las habilidades que nosotros tenemos, podemos conectar las necesidades de la gente con nuestras habilidades. Por eso mucha gente hace comida, porque toda la gente come, y seguramente puedas aprender a cocinar. Entonces hacen comida para poder cubrir esa necesidad que sabemos que está.

Pero más allá de esa necesidad, hay otras que pueden existir y para la cual uno puede tener las habilidades. Voy a dar un ejemplo que es muy particular. El otro día escuchaba de una chica que, inspirada en una persona en el exterior, se dedica al reordenamiento de las casas. ¿Vieron que hay casas que parecen un desastre? Esta chica se encarga de ayudarte, sin mucha inversión, a que vos puedas ordenar cada espacio de tu casa. Las ollas en la cocina, la ropa, todo eso. Ella también se hizo un Instagram, se empezó a promocionar de esa manera, y así está ayudando a la gente a tener su casa más ordenada. Ahora, ¿a quién se le hubiese ocurrido, hace unos años atrás, que alguien le pagara a otra persona para ordenar su casa? Esta chica indagó, investigó, y hoy está con eso. ¿Se está haciendo millonaria? No, claramente no. Pero está viviendo de algo que le gusta, que ayuda a otras personas y por lo que recibe una remuneración.

Ahora le hablamos a esas mujeres que nos están escuchando: Yo no sé qué habilidades tenés, las destrezas, los talentos, no los conozco, pero debe haber muchísimas mujeres que nos escuchan con diferentes habilidades. Pero estoy seguro de que esas habilidades que vos tenés pueden cubrir necesidades que otras personas tienen. ¿Cómo se investiga? No estoy hablando de una investigación de mercado ni de marketing, sino que esta investigación surge de la conversación con otras personas. Con vecinos, con amigos, parientes, empezar a indagar cuáles son esas necesidades y entender cómo podemos cubrir esa necesidad y monetizar eso. Por ahí pasa lo que es el emprendimiento, no pensemos en hacer cosas con ideas innovadoras de por sí, cosas que a nadie se le ocurrió, sino cosas que a otra gente también se le ocurrió pero que con eso puedo ayudar a las personas y generar recursos desde ese lado. Eso sería fundamental para que vos puedas, desde este momento, generar recursos agregado a lo que ya tenés en este momento de crisis.

Victoria: No es en lo que yo sé hacer y lo presento a ver si me compran y si me va bien, sino al revés, qué es lo que la gente necesita y a partir de eso veo si puedo hacer algo. Ese es el criterio, ¿no?

Martín: Exactamente. Cuando las grandes empresas lanzan un nuevo producto, no es porque estaban ahí un día conversando los directores y decidieron hacerlo. Las grandes empresas están constantemente midiendo el mercado, evaluando qué es lo que se vende más, cuando un producto se vendía bien y se empieza a vender menos buscan entender por qué está pasando eso, tal vez el cliente no es que no le guste más el producto, sino que precisa otra variante, van midiendo el mercado constantemente. Y cuando tiran un producto al mercado es porque hay mucho estudio detrás. Eso no quiere decir que los estudios son infalibles. A veces lanzan un producto y no es exitoso. Pero lo que hacen es producir algo nuevo o una variante de algo que ya existía, en base a encuestas, o a opiniones de clientes. Ahora, ¿cómo llevamos esto a la parte doméstica? Esa investigación de mercado de la que hablamos, la hacemos mediante la conversación, con la intención de conocer cuáles son las necesidades más comunes a nuestro alrededor. Entonces no solo conversamos por conversar, sino que tiramos preguntas que nos permiten entender cuáles son las necesidades. Si conectás esas necesidades con las habilidades que tenés y comenzás a producir, te iría muy bien.

Victoria: ¿Cuánto tiempo puede llevarle a un emprendedor darse cuenta si está por el buen camino, o si pudiera estar haciendo algo mejor? Me pregunto porque quizás la persona lleva unos meses emprendiendo, no le está yendo bien y se está planteando si por ahí debería dejar, hacer otra cosa. ¿Cómo vemos eso?

Martín: Bueno, lo que pasa es que no solo los emprendimientos chicos o domésticos sino también con las grandes empresas sucede que hoy ya no alcanza sólo con producir y vender. Porque hoy la producción mundial es monstruosa, y pasan dos cosas: primero que las cosas se van produciendo cada vez más y a menor costo, con menor margen de ganancia, y, en segundo lugar, porque la obsolescencia o el vencimiento de las cosas es cada vez más grande. Entonces más allá de las habilidades que la persona pueda tener y que lo que produce sea muy bueno, debe tener algo más de conocimiento en otras áreas. Por ejemplo, alguien que tiene una producción de pastas que también sabe de finanzas. Me ha pasado mucho, y principalmente con emprendimientos de comidas, que como los márgenes son grandes, la producción es relativamente económica y los precios son más grandes, piensan que siempre les va bien, y no siempre les va bien. Por más que vos estés comprando, vendiendo, cobrando, entregando, está bueno que en algún momento te sientes y evalúes los números. Lo mismo que pensamos en las finanzas personales, en las finanzas empresariales también es necesario hacerlo. ¿Cuánto gasté de materia prima? ¿Cuánto vendí? ¿Cuánto me sobró? ¿Tuve que desperdiciar algo? Todo eso tiene que estar en una cuenta básica para poder tener la idea de si estás ganando o no. Porque a veces pensamos que el hecho de estar en movimiento significa que estamos produciendo, pero no siempre es así. La plata entra, sale, usás un poco, pero es importante ver cuánto te queda realmente. Y las personas que emprenden y venían de una relación de dependencia, es decir, que llegaban a fin de mes y tenían su salario, tienen la desventaja de que tal vez ahora ven que reciben más dinero del que cobraban antes y se pueden marear. Por eso es importante entender cuánto gasto para producir, cuánto cobro, cuánto es ganancia, qué gastos tiene el emprendimiento, etcétera. Entonces, con esos números podemos darnos cuenta si vamos por buen camino o no.

No importa si ganás mucho o poco, lo que es más importante es que vos vayas creciendo, y no que el negocio se vaya deprimiendo. Eso, lo único que te lo da, es cierta preparación de finanzas. Y no estamos hablando de hacer un curso de contabilidad o algo así, sino de cuentas básicas, en lo que pueden pedrile ayuda alguien que esté en la vuelta, alguien que pueda ayudarlos a hacer un presupuesto de su emprendimiento. Así la persona que está llevando el emprendimiento puede mirar los números mes a mes y ver si su emprendimiento está siendo beneficioso. Eso es fundamental.

Esa carencia en el conocimiento financiero lo veo incluso en empresas que no son tan chicas, empresas formadas que no tienen ni idea, ni de lo que venden, ni de lo que ganan, ni de lo que gastan. Si vas a empezar un emprendimiento es importante que desde el comienzo aprendas a manejar los recursos de tu emprendimiento de la mejor manera. Esto es parte del éxito.

Victoria: ¿Es bueno manejar los gastos personales por un lado y los de la empresa o del emprendimiento por otro?

Martín: Sí, siempre hay que separar las cuentas, porque como decíamos recién, cuando vos trabajás en relación de dependencia y tenés un salario determinado, generalmente el emprendimiento maneja números más grandes que ese sueldo que vos tenías. Y el hecho de que vos manejes más dinero te puede marear y hacerte pensar que todo ese dinero es tuyo. Porque antes, todo lo que venía a tu cuenta era tuyo. Inconscientemente asociamos que todo el dinero que tenemos es nuestro, pero no siempre es así, tenemos que saber cuánto de ese dinero es nuestro, cuánto es de la empresa, cuánto es necesario para comprar materia prima, cuánto es necesario para el mantenimiento de los insumos que tenemos. Un tiempo trabajé en un taxi y pasó que gente que era empleada pasó a ser patrona y empezaron a ver, como decíamos recién, que todos los días ingresaba dinero, y no preveían que ese dinero que ingresaba no solo tenía que pagar el combustible, sino que las cubiertas se gastan, que hay que hacerle cambio de aceite, de que en algún momento hay que cambiar el coche, de que un día pueden chocar y estar parados, etc. Entonces son conceptos que quienes trabajan en el negocio de taxi en Uruguay los tienen claros, pero la gente que ingresa, cuando empieza a ver el dinero, no logra hacer un uso eficiente del mismo.

Separar las finanzas del negocio o del emprendimiento de las finanzas personales es fundamental.

Victoria: Martín, al principio de la entrevista mencionábamos que sos comerciante, que tenés una tecnicatura en electrónica, trabajás un poco en ese rubro, además estás estudiando una tecnicatura en gerencia comercial, contanos un poco de tu experiencia con todo esto, que también va de la mano con lo que ya nos venías contando.

Martín: Si bien hoy podés tener un emprendimiento y tal vez te está yendo bien, la última recomendación que te quiero dejar es que no te dejes estar. Porque la preparación en nuevas herramientas o nuevas disciplinas es fundamental. Entonces, si vos estás trabajando en un emprendimiento, supongamos de cocina, no quiere decir que vos tengas 5 productos, los vendés bien y te quedes quieto o quieta. Seguí investigando y estudiando. Eso es lo que me pasó a mí, me recibí en el año 1993 de Técnico en Electrónica, abrí un taller de servicio técnico en el barrio en donde vivía, ese servicio técnico atendió a todo el barrio durante 27 años, también en el medio atendía a empresas locales que importaban productos electrónicos y necesitaban servicio técnico, llegamos a ser 4 técnicos trabajando, 4 empresas que nos daban los productos para que se los reparáramos, pero en medio de todo eso empecé a tratar de traer e importar cosas relacionadas a la electrónica. Entonces la idea era cerrar el ciclo: importar, distribuir, vender y reparar. Esa era la idea original en el año 2006, y empecé de esa manera. Nunca pensé que más adelante iba a tener que cerrar el taller. Once años después de arrancar con el negocio tuve que cerrar el taller porque hoy, al menos en Uruguay, lo que es el servicio postventa y de reparación ya no es negocio.

Entonces, ¿qué quiero decir con esto? Que, lejos de quedarte quieto porque ya estás trabajando bien, preparate, esforzate, estudiá, anexá nuevas disciplinas. Si estás produciendo comida, producí nuevas variantes. Si sos un electricista, si sos un carpintero, infórmate de nuevas técnicas, de nuevas cosas que están saliendo, ofrecele a los clientes nuevos productos, renovate e innovate cada día en lo que es tu trabajo. Imaginate que, si yo me hubiera quedado como técnico y no hubiera indagado en nuevas cosas, hubiera terminado como mis colegas. Hoy mis colegas están, o empleados en rubros que no tienen nada que ver con la electrónica, o son empleados de otro lugar. Mi experiencia personal en cuanto a los emprendimientos tiene que ver con prepararse para desarrollar lo que uno le gusta hacer, pero también seguir preparándose para nuevas disciplinas. Porque yo, como técnico en electrónica, después me tuve que volcar al área comercial. Por eso hoy estoy estudiando esa tecnicatura en gerencia comercial para poder mejorar mi gestión comercial. Porque mi gestión técnica estaba bien, yo esencialmente me siento técnico, pero la parte comercial es totalmente diferente.

Victoria: Y además la parte comercial es un rubro que ni te habías planteado, ¿no?

Martín: No, la parte comercial la había evaluado y había decidido que no era para mí. Pero cuando me vi inmerso en eso y tuve que hacerlo, porque tenía la necesidad de hacerlo, opté por prepararme y mejorar esa gestión. En el área en el que estés, en el que sos bueno o buena, no dejes de prepararte. La ventaja que tenemos es que podemos agarrar el teléfono o la computadora, y gratuitamente podemos ver tutoriales, leer lo que se nos ocurra, escuchar podcasts, tenemos muchas herramientas. Apartate un tiempo, un tiempo cada día que dedicás a crecer, a aprender, a profesionalizarte. De esa manera podés crecer, no solo porque tu producto es bueno sino porque tu gestión es buena.

Victoria: Todo esto que estás comentando, estos consejos, además de permitir que un negocio vaya mejor, que la economía vaya mejor, familiarmente o personalmente esto genera algo positivo en el sentido de que termite ordenarte mejor y tener una vida más feliz, por decirlo de alguna manera. ¿Verdad?

Martín: Exactamente. Eso que estás diciendo es muy importante, porque todo lo que hacemos tiene que ir en sintonía con nuestro propósito de vida. Porque hoy en día el mundo nos empuja, nos lleva al consumismo. Y para consumir todo lo que el mundo nos dice que tenemos que consumir, tenemos que trabajar más. Ese trabajo mayor implica que haya familias en las que, aunque no es necesario, los dos padres trabajan, entonces los chicos están solos todo el día, y cuando llegan del trabajo los padres están cansados, y los dos tienen que empezar a producir la cena, ayudarlos con los deberes, etcétera. Eso genera una bola de nieve que hace disfuncionar la familia por algo que tal vez no nos hace feliz, como decías recién. Si vos estas trabajando en algo que te hace feliz, si podés trabajar en algo que te gusta y mejorar en algo que te gusta, es un ciclo virtuoso. La felicidad no se limita a desenchufarse en tus 15 días de vacaciones, cuando hacés lo que amás no precisás tanto de desenchufarte porque día a día estás haciendo lo que te gusta. A veces dicen que la persona que encuentra el trabajo que le gusta, a partir de ese día deja de trabajar. Cuando hacemos lo que nos gusta ya no es un trabajo tedioso. Hay que cumplir un horario, hay responsabilidades, hay problemas, pero no tenemos una carga que nos oprime y que nos hace desear toda la semana llegar al fin de semana. Esto es posible, solo falta que vos lo decidas, te lo pongas como objetivo y lo logres. Porque esta decisión tiene dos caras: una positiva y una negativa. Por un lado, la positiva es que depende de vos. Y la negativa es que depende de vos.

A veces pensamos que lo bueno nos va a caer, pero lo bueno lo tenemos que conseguir nosotros, para que el día a día en nuestro trabajo pueda ser fructífero.

Victoria: Martín, te queremos agradecer muchísimo por el tiempo y por los consejos que nos transmitiste. Seguramente te invitemos nuevamente para un próximo programa, pero queremos agradecerte. A ustedes, amigas, gracias por acompañarnos en este programa de Entre Amigas y las esperamos la semana que viene. ¡Hasta la próxima!