Luchando con la impureza (6ª parte)

Luchando con la impureza (5ª parte)
16 agosto, 2021
Luchando con la impureza (7ª parte)
22 agosto, 2021
Luchando con la impureza (5ª parte)
16 agosto, 2021
Luchando con la impureza (7ª parte)
22 agosto, 2021

Autor: Esteban Beitze

Esteban Beitze nos continúa enseñando acerca de qué recursos nos da la Biblia para salir de las ataduras de la impureza sexual. En esta ocasión vemos la importancia de renunciar a aquellas cosas que nos llevan a la tentación. Debemos renunciar a ciertos lugares, objetos, amistades y costumbres, y debemos remplazar estas cosas con otras que nos ayuden a vivir una vida como Dios lo pide.


DESCARGARLO AQUÍ
PE2731- Estudio Bíblico
Luchando con la impureza (6ª parte)



Estamos estudiando Mateo 5:29 en relación con cómo enfrentar las tentaciones. Cómo tener victoria en medio de un mundo marcado por la inmoralidad. Vamos a leer este pasaje. Jesús dice allí, en el contexto en el que habla de la mirada llena de deseo respecto al amor prohibido, al sexo o a la inmoralidad, fuera de lugar, que es vista por el Señor como adulterio. A continuación, dice: “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”. Entonces en primer lugar, estuvimos viendo un reconocimiento. Hay que reconocer por dónde entra el pecado: “tu ojo derecho”. ¿Con qué caemos en la tentación? ¿Cuándo caemos en la tentación? ¿Dónde caemos en la tentación? ¿Por qué caemos en la tentación? Hay un reconocimiento. En segundo lugar, este pasaje nos muestra que hay que ser radicales. Hay que tener una convicción radical para enfrentar el pecado. Saber que queremos tomar esta forma de actuar de ahora en más. Hay que reconocer que esto es pecaminoso, entonces vamos a cortar con esto. En segundo lugar, es necesaria una confesión radical, que dice claramente lo que estamos haciendo, y luego también una decisión radical, una decisión de cortar con el pecado definitivamente.

Entonces, hablamos de que se necesita un reconocimiento, hay que ser radicales, y ahora vamos a tratar lo que es la renuncia. Allí decía nuestro pasaje “pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros”. Entonces el Señor enfoca a lo que es la renuncia de algo malo a favor de algo bueno. La renuncia se da en diferentes áreas. Vamos a ver algunas ahora y después seguiremos con las demás. En primer lugar, la renuncia a lugares. Cuando hablo con personas que han caído en tentación o recurrentemente lo hacen, les pregunto dónde. Si es la inmoralidad, claramente es en un lugar en donde están solos. El cuarto, la cama, el baño, obviamente no podemos evitar estos lugares. Nos tenemos que seguir acostando, tenemos que seguir yendo al baño, pero lo que podemos evitar es objetos que llevemos a estos lugares. Podríamos, por ejemplo, dejar el celular en la cocina. “Ah, pero ¿si me llaman?” ¡Bueno! Va a sonar tanto que lo vas a escuchar. Y no lo tenés a mano para luego agarrarlo otra vez y hacer un clic de más. Es una protección para uno mismo dejarlo fuera de tu cuarto, nunca lo lleves al baño. Quizás me digas “¡ay, pero lo uso como despertador!” Bueno, el algún negocio podrás encontrar un despertador de estos viejos que se usaba, a pilas, electrónicos, hay formas diferentes. Si realmente queremos evitar el pecado, no hay precio demasiado alto para llegar a ese punto. Hay que renunciar a lugares y a objetos.

En segundo lugar, hay que renunciar a ciertas amistades, amistades que no convienen. Son las que influyen de forma negativa en nuestra vida, sea por chistes de doble sentido, vocabulario que daña, videos que nos pasan, actividades, etcétera. Hace un tiempo atrás hablaba con un hermano y comentábamos el hecho de las redes sociales, los grupos, y con varios compañeros del secundario quedaron en hacer un grupo de WhatsApp para juntarse de vez en cuando, comer un asado, jugar un partido de fútbol o algo por el estilo. Este hermano en seguida les dijo “Miren, yo soy creyente. Si este grupo se desvirtúa, si empiezan a mandar cosas subidas de tono, yo me salgo”. Así que ellos le dijeron “Noo, cómo vamos a hacer eso, es solo para ver cuándo nos encontramos, cuándo nos juntamos, cuándo salimos a jugar un partido o algo por el estilo”. No pasaron ni dos semanas, que alguien ya mandó algo medio subido de tono, otro le respondió con más, y este hermano contó que tomó la decisión. Les dijo “Yo les había avisado que si empiezan a mandar cosas turbias yo me salgo del grupo”. Y lo hizo. Les dijo que cuando se fueran a juntar para comer algo le avisaran, porque tenían el número, pero que no iba a participar en un grupo en donde había cosas que dañaban. A eso tenemos que llegar. Pablo es muy claro en comparar el yugo desigual. ¿Qué concordia tiene Cristo con Satanás? ¿La luz con las tinieblas? Yugo desigual lo relacionamos generalmente con el noviazgo, pero va más allá del noviazgo. Son ciertas compañías que van más allá de lo que no podemos evitar, como un lugar de trabajo o un lugar de estudio. En nuestro tiempo libre, con quién lo pasamos, son personas que nos afectan, que nos cambian nuestros valores, entonces no va. El creyente siempre sale perdiendo cuando hay un Yugo desigual. Uno podría lamentarse perder ciertos amigos, pero es una cuestión de obediencia. Pablo dice “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. Esto lo encontramos en 2ª Corintios 6:17-18. En Proverbios 4:14-16 Salomón dice algo similar: «No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. Déjala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa. Porque no duermen ellos si no han hecho mal, y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno”. Cuántas veces ha pasado esto.

Así que renuncia a ciertos lugares, renuncia a ciertos objetos, renuncia a ciertas amistades, también renuncia a ciertas costumbres. Quizás se diga de algo que siempre se hizo así o en tu familia así lo acostumbraban a hacer. Por ejemplo, ver determinado programa de televisión juntos, que uno sabe que contamina la mente, ciertas series, películas o lo que fuera. Tener determinados encuentros, salir a tomar una cerveza, o algo así. Tenemos que renunciar si esto nos quiere llevar al pecado. Decía el profeta Isaías respecto al pueblo de Israel en Isaías 2:6 “Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres del oriente y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros”. Pablo dice no en pasión de concupiscencias como los gentiles que no conocen a Dios. Otra versión dice “ni déjense llevar por los malos deseos, como hacen los paganos que no conocen a Dios”. Cortemos con eso. En cuarto lugar, renunciar a lo malo y remplazarlo con algo bueno. En Efesios 4 hay una serie de actitudes pecaminosas que luego son confrontadas con el no hacerlo, y en lugar de eso hacer otra cosa positiva. Por ejemplo, en el versículo 24 había introducido el tema de vestirnos del nuevo hombre, creado según Dios. Luego el apóstol Pablo empieza a numerar una serie de pecados que deberían ser reemplazados por algo bueno. Por ejemplo, en Efesios 4:29 dice: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca” ahí tenemos la parte negativa, y la parte positiva es: “sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. Pero luego pasa a la parte de la inmoralidad. En Efesios 5:3 nos dice: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos”. Versículo 7: «No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”. Reemplazar lo negativo. Si la presión a la impureza sexual se hace muy fuerte, aparte de las renuncias que ya nombramos cambiemos el foco, hagamos algo útil en lugar de lo negativo. Buscá la compañía positiva. Llamá al hermano que puede ayudarte en este momento de tentación. Lee un buen libro, lee la Biblia, salí a correr, a hacer ejercicio físico. Con tal de evitar la tentación. Renunciar. Esto sirve para ser de bendición. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Elija su moneda
UYU Peso uruguayo