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Autor: Esteban Beitze

En 1ª Reyes 19 encontramos a Elías en una profunda depresión. ¿Cómo entró en ella? ¿Cuáles fueron las consecuencias? ¿Qué nos enseña la Biblia acerca de la depresión? ¿Qué otros personajes bíblicos atravesaron situaciones similares?


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Elías: Una profunda depresión (21ª parte)



Una profunda depresión

¿Qué tal, queridos hermanos? Estamos con el estudio de la vida de Elías, y después del gran éxito que tuvo sobe el monte Carmelo invitando al pueblo a buscar al Dios verdadero y que todo el pueblo haya exclamado “Jehová es Dios, Jehová es Dios”, en contraposición de la idolatría de Baal y de Asera, Elías entra en una profunda depresión. Vamos a leer el relato de un hombre que tenía pasiones iguales a las nuestras, como decía Santiago.

En 1ª Reyes 19:1-19 leemos: “Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse.

Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.”

La depresión es el mal de nuestro siglo, como lo dicen muchas estadísticas. Más de 400 millones en el mundo la sufren, y de esos 400, 340 millones son depresivos graves. Según el instituto de salud mental de U.S.A., más del 8% de los adolescentes y el 2% de los niños sufren de depresión. Se cree que el 30% de los niños de los países sufren algún grado de depresión. En Europa las cifras son prácticamente iguales. La Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene una estadística que dice que más de 800 mil personas se suicidan cada año. Según la Organización Panamericana de la Salud, en el mundo hay un suicidio cada 35 segundos. La mayoría ocurre entre las 18:00 y las 24:00 de los domingos. Hay miedo a enfrentar una nueva semana. Las estadísticas la señalan como la segunda causa de muerte en el mundo.

Ahora, ¿Cuáles son las causas que pueden llevar a la depresión? No somos especialistas en el tema ni pretendemos hacer un estudio profundo al respecto, pero los profesionales en el tema señalan las siguientes causas de las cuales podemos observar varias en la vida de Elías, en otros personajes bíblicos, y seguramente en nuestro entorno:

– Pueden ser factores físicos, como falta de sueño, sedentarismo, abuso de drogas, enfermedades o alimentación insuficiente. También suelen darse después del parto de un bebé o antes de la menstruación. Otras razones físicas pueden ser de origen genético o en algunos problemas neurológicos.

– También la ambivalencia, es decir, el no poder escapar de una situación intolerante.

– El estrés es una de las mayores causas de las depresiones. El estrés no sólo se origina por mucho trabajo o estudio, sino que también originan estrés la muerte de un ser querido (en mayor grado el cónyuge), una mudanza, un parto, la separación de una amistad o relación amorosa, separación de o en la familia, un embarazo no deseado, aborto, suspensión del colegio o pérdida de un año, falta de identificación con un grupo (soledad) o inclusive no ser invitado a un evento social importante.

– También el pensamiento negativo. Ver al mundo en general llevado al fracaso. Tener poca o ninguna autoaceptación.

– Otras razones pueden ser: rechazo de los padres, abuso sexual, no saber manejar la ira y culpa, y muchas razones más.

Pero ¿cómo entró Elías en la depresión?

  • Vemos que estuvo expuesto a mucho estrés (cap. 18; 19:2). El enfrentamiento con el rey Acab, el pueblo entero, los sacerdotes de los ídolos, y después el ser expuesto a la reina Jezabel.
  • Vemos el cansancio, también. Había corrido alrededor de 30 km. Cuando anunció la lluvia, y luego corrió otros 150 km. Más hacia el desierto (18:46; 19:3).
  • El hecho de estar en una situación de peligro frente a la amenaza de Jezabel, además de que sentía que era el último que quedaba, a quien buscaban para matarlo (19:2,10,14).
  • Miedo, angustia, y falta de confianza en Dios.
  • También la soledad, el sentimiento de haber quedado solo.
  • Falta de suficiente alimento (19:6,8).
  • La frustración por no ver el resultado. “Solo yo he quedado” Fueron sus palabras (19:10,14).

¿Cuáles pueden ser las consecuencias?

Pueden ser muy variadas: falta de sueño o demasiado sueño (vs.5,6). Tiene exageradas ganas de comer (vs.6,8) o lo que sucede más, casi no come. Se cambia o se corta el ciclo de la menstruación en las mujeres. Pueden aparecer presiones o dolores de cabeza. La expresión corporal es un cuerpo doblado, la expresión de rostro triste y con ganas de llorar. A veces se pueden presentar problemas estomacales, problemas de concentración, comportamiento impulsivo (Elías sale corriendo sin esperar la guía del Señor como era su costumbre), agresividad (se nota cierta agresividad en su respuesta a Dios) o imprudencia (va al desierto). Se puede manifestar también por un comportamiento inconsistente (huyó para no morir y luego quiere morir). Generalmente se separan de los demás aumentando aún más su problema (v.3). Y puede llegar a intentos de suicidio (Elías desea morir).

¿La Biblia habla de este tema?

No directamente pero sí indirectamente; no se utiliza la palabra depresión como tal, pero son evidentes los síntomas. Conocemos los casos de Job, de Moisés, de David, de Jeremías y del apóstol Pablo, entre otros, y evidentemente nuestro personaje. Inclusive se piensa de Jesús en el jardín de Getsemaní estaba pasando por una especie de depresión al decir: “Mi alma está muy triste hasta la muerte…”. En el original da la idea de estar rodeado de tristeza mortal. La Biblia no dice que la depresión sea pecado, pero siempre muestra que la victoria es factible. El hecho es que hay que acudir a Dios, buscar la presencia de Dios, buscar la Palabra de Dios, y eso lo vamos a ver en el siguiente programa: cómo Elías pudo salir de la depresión.

Si es tu caso, querido hermano, querida hermana, no te desanimes. Hay solución. Uno puede caer en la depresión. Elías fue un hombre sujeto a pasiones iguales que las nuestras. O sea que también nosotros podemos vivir algo similar a lo que vivió Elías. Pero lo bueno es que Elías no se quedó en esta situación, en este estado, sino que a través de la intervención divina pudo encarar una nueva tarea, pudo recibir el consuelo, el ánimo de parte de Dios, y eso es lo que también te deseo de todo corazón. Que Dios te bendiga.

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