¿Por qué Jesús Llora?

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Titulo: ¿Por qué Jesús Llora?
 

Autor: Herman Hartwich 
Nº: PE1017

 

Estamos viviendo un tiempo de angustia y de confusión, pero, en medio de este caos, existe una solución! Jesucristo.

 


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¿Por qué Jesús Llora?

Hola mis amigos! ¿Cómo están? Es un verdadero placer el llegar a sus hogares en esta oportunidad. Una cosa que estaba pensando es que mucha gente está llorando en nuestro mundo. Mucha gente llora hay lágrimas por doquier. Se llora por la desgracia, por las enfermedades, por el dolor, se llora cuando está lastimado su ser interior. Muy pocas personas lloran de alegría, ¿No es cierto? Pero, yo quiero compartir con Ustedes, una ocasión cuando una persona especial Lloró. Una de las dos oportunidades que registra el Santo libro de Dios, La Biblia. Y, voy a leer en el evangelio de Lucas capítulo 19, verso 41 y 42. Dice que cuando Jesús llegó cerca de la ciudad de Jerusalén, al verla lloró sobre ella.

Diciendo, si también ú conocieses a lo menos, en este tu día lo que es para tu paz, más ahora está encubierto de tus ojos. Mis amigos, Jesús lloró aquí sobre la ciudad de Jerusalén. Yo pienso que lloró con gran pena. Lloró con un amor desbordante. Lloró de compasión. ¿Sabe una cosa mi amigo? El evangelio dice que Jesús cuando veía a la gente, miraba a la gente en su condición, sentía dentro de sí una gran compasión. Porque las veía desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Esta es la forma en que Jesús ha estado mirando a la humanidad a lo largo de los siglos. La gente está sumamente necesitada. El estado de Jerusalén en aquel momento, le llevó a lamentar y a llorar sobre ella. Él tenía pensamientos de paz, y, sin embargo, aquella ciudad famosa, populosa, muy religiosa, no le quiso a Jesús. No quiso aceptar al enviado de Dios con un mensaje de esperanza de liberación. Un mensaje de paz, la verdadera paz, no la que el mundo da, sino la que Dios puede dar.

¿Sabe que hoy el estado de las personas de la sociedad toda es tal y cual Jesús mismo lo pronosticó en esos mismos días cuando él lloró sobre Jerusalén en el mismo libro de Lucas, capítulo 21, versículos 25 y 26 que dice: Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas y en la tierra- escuche bien mi amigo lo que dice – en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas y sigue diciendo, desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán sobre la tierra porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Mis amigos, aquí dice el Señor Jesucristo, que en la tierra, en estos tiempos, antes del fin, habría angustia de la gente; confusión. Y, realmente estamos viviendo un tiempo de angustia y de confusión. Cuando nosotros tenemos programas radiales, programas televisivos, programas a través de las congregaciones de los templos, la gente se junta, pero gente que está presa de angustia, presa del temor, desfalleciendo, » no puedo más» sucumben frente al dolor, la angustia del momento, de los problemas económicos, problemas de salud, de familia, problemas de todo tipo. Está recurriendo al suicido, que no es la respuesta porque sabemos muy bien que con la muerte no termina todo yo diría, comienza recién. Pero en este tiempo, es que Jesús está llorando. Llora de compasión y de amor, por ti mi amigo, mi amiga, que quizás en este momento estás diciendo, la verdad es que Jesús tenía razón!.

Estamos viviendo tiempos difíciles, estamos viviendo tiempos de angustia. Quizás usted me está diciendo, estoy realmente en problemas. Sepa mi amigo y mi amiga que Jesús está llorando de amor por ti. Ohhh, si también tu conocieses a la ciudad, a lo menos en este tú día lo que es para tu paz. Sabe mi amigo, Jesús decía a la ciudad de Jerusalén a aquella multitud de gente, en este tu día. Mi amigo, este es tu momento no es sólo tu día, es tú momento que me estás escuchando ahora, que te comparto el amor de Jesucristo este es tu momento es el momento, en el que tú puedas reconocer tu angustia, puedas reconocer tu estado espiritual que te ha llevado a esta vivencia en la que estás ahora. De angustia, de temor, de soledad, de inseguridad. ¿Sabe que el profeta Oseas, en su profecía, capítulo 5 verso 15, Dios hablando a través de Oseas dice: Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. Escuche lo que dice ahora!, en su angustia me buscarán, En tu angustia, estás pensando bien, en tu angustia, mi amigo y mi amiga, estás pensando bien? Y, cuando digo, pensando bien, estás pensando en buscar a Dios? O estás pensando en cualquier otra barbaridad o en cualquier otro camino como dicen algunos que todos los caminos conducen a Roma, no te equivoques mi amigo, porque la única senda que te lleva a la vida y a la vida eterna, es a través de Dios, a través de su hijo Jesucristo.

Hoy es tu día, cuando yo te digo en este momento, usando la palabra de Dios, en este, tu día es el momento oportuno, es el momento justo en donde estás escuchando la palabra de Dios este es el momento para que tu abras tu corazón a Jesucristo, para que le digas: Señor: Estoy mal, estoy cargado de temor de aflicción, perdóname mis pecados porque sepas mi amigo que el estado en el que te encuentras es a raíz de tu pecado yo lo he vivido a esto. Te estoy hablando por experiencia propia. Llegó el día cuando tuve que reconocer mi propio pecado llegó al estado de angustia, de aflicción de temor de terror por la muerte, pero también terror por la vida presente, porque no la estaba viviendo bien. Mi amigo, pídele a Jesucristo perdón por tus pecados, pídele: perdóname por haberte ignorado. Entra a mi corazón y sálvame sácame de este pozo y guíame todos los días de mi vida.

Si tú tomas una decisión de este tipo, puedo garantizarte primeramente por la autoridad de la palabra de Dios que lo afirma y Dios no miente. Si tú haces acto de entrega de tu vida a Jesucristo, no volverás a ser la misma persona porque él lo que ha prometido, lo hace. Siempre y cuando cumplimos con las condiciones que él ha puesto y te digo también, en segundo lugar, te doy garantía del cambio, por la propia experiencia que he vivido y en tercer lugar, podría decirte, que doy garantías de un cambio de tu vida por medio de Jesucristo, porque todos los días estoy viendo a personas que estaban sumidas en la desesperación, en la incertidumbre, en el temor. Viniendo a Jesucristo y naciendo a una nueva vida, se le abre un campo nuevo un campo maravilloso, una senda de vida.

Mi amigo, deseo que tu tomes la correcta decisión y permitas que Jesús se goce en ti, y deje de Llorar ya por ti. Si tu vienes a él, dice Jesucristo, que en el cielo, los ángeles celebran cuando un pecador en la tierra, se arrepiente. Yo deseo que los ángeles del Señor celebren tu retorno a Dios. Que Dios te bendiga, y deseo que nos hagas conocer tu decisión, escribiéndonos a la dirección que tú vas a escuchar al final de este programa.

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