Olas del tiempo Final 1/3
21 febrero, 2008Olas del tiempo Final 3/3
21 febrero, 2008Titulo: “Olas del tiempo Final” 2/3
Autor: NorbertLieth
Nº: PE1135
“Olas del tiempo final” es el titulo de esta serie de Norbert Lieth quien a través de un interesante estudio sobre la antigua ciudad de Tiro, nos muestra como los tiempos finales se van acercando.
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«Olas del tiempo Final» 2/3
Estimado amigo,en la primera parte el mensaje de juicio dirigido a Tiro, se describe como el desastre llega sobre esta ciudad en olas, es decir en fases (como dolores de parto), por medio de las naciones (Ez. 26:3-6). En la segunda parte, se describe el ataque de los babilonios con Nabucodonosor (Ez. 26:7-11). Y en la tercera parte vemos el ataque a través de Grecia (Ez. 26:12-14).
La historia demuestra la forma detallada en la cual las predicciones proféticas de Dios se han cumplido a través de los siglos, exactamente como está anunciado en Isaías 46:9-13 que dice:«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos … Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero. … Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.»
Después que los asirios, diez años antes, habían sitiado a Tiro, en vano, durante cinco años, ahora eran los babilonios los que se disponían a hacerlo. En el año 585 a.C., un año después de la caída de Jerusalén, y poco después que Tiro todavía se hubiera burlado de la misma y se hubiera alegrado de su caída, llegó Nabucodonosor a Tiro y la sitió. Pero la ciudad era prácticamente imposible de conquistar. El sitio duró trece años, hasta que Tiro finalmente cayó en el año 572 a.C. y fue destruida. Pero cuando Nabucodonosor invadió la ciudad, fue para darse cuenta que los habitantes de Tiro habían huido a una isla, a 800 metros de distancia. Ellos habían tomado prácticamente todas sus riquezas y se habían ido con ellas, estableciendo allí una nueva ciudad. Como Nabucodonosor no poseía una flota militar, tuvo que desistir de la conquista, totalmente frustrado. Y si bien Ezequiel 26:7-11 se había cumplido a través del ataque de Nabucodonosor, no llegaron a cumplirse las demás declaraciones .
¡Trece años de acción militar y casi nada de retribución! Ezequiel 29:17-20 también describe esto:«Aconteció en el año veintisiete, en el mes primero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo. Hijo de hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia hizo a su ejército prestar un arduo servicio contra Tiro. Toda cabeza ha quedado calva, y toda espalda desollada; y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro, por el servicio que prestó contra ella. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; y él tomará sus riquezas, y recogerá sus despojos, y arrebatará botín, y habrá paga para su ejército. Por su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto; porque trabajaron para mí, dice Jehová el Señor.»¡Aquí vemos también con gran reverencia, hasta qué punto Dios tiene el destino de los pueblos en Su mano!
Ahora veamos a losgriegos como ejecutores del juicio
«Porque he entesado para mí a Judá como arco, e hice a Efraín su flecha, y despertaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de valiente»(Zac. 9:13). –
Los juicios debían caer sobre Tiro en forma de olas:«Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus olas»(Ez. 26:3), hasta que Tiro finalmente quedara totalmente destruida y la Palabra de Dios se cumpliera en un 100 por ciento.
En el año 539 a.C. llegaron primeramente los persas. Después de haber vencido ellos el reino babilónico, también conquistaron la antigua Tiro.
En el año 370 a.C. llegó el rey de Chipre y luchó contra la nueva ciudad de Tiro.
Finalmente, en el 332 a.C., llegó Alejandro el Grande de Grecia. Éste cumplió la profecía de Dios que aún faltaba, casi 250 años después de Nabucodonosor. Para conquistar la nueva ciudad de Tiro, Alejandro hizo levantar un terraplén desde tierra firme, el cual tenía 800 metros de largo, 60 metros de ancho, y hasta 200 metros de profundidad. Para construir este terraplén utilizó todo lo que quedaba de la antigua ciudad de Tiro, las ruinas, que consistían en muros, piedras, madera, tierra, escombros y hasta polvo:«Y robarán tus riquezas y saquearán tus mercaderías; arruinarán tus muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas. … Y te pondré como una peña lisa; tendedero de redes serás, y nunca más serás edificada»(Ez. 26:12, 14). Después de siete meses, Alejandro el Grande volvió a conquistar Tiro, vendió 30.000 personas como esclavos, 2000 hombres fueron crucificados y, en total, 8000 asesinados. La Biblia siempre se cumple en un cien por ciento. En Ezequiel 26:7-11, las palabras «él» y «sus» siempre se refieren a Nabucodonosor. Pero de repente hay un cambio, a partir de Ezequiel 26:12, y dice «ellos» refiriéndose a los griegos. Uno solamente puede asombrarse de la precisión de la Palabra de Dios.
Estimado amigo, se habían cumplido literalmente las profecías de Dios: La ciudad vieja de Tiro se había convertido en una roca sin vegetación y nunca más fue re-edificada. Arqueológicamente la ciudad vieja de Tiro es prácticamente imposible de identificar:«Te convertiré en espanto, y dejarás de ser; serás buscada, y nunca más serás hallada, dice Jehová el Señor»(Ez. 26:21). Los pueblos que vivían en los alrededores se asustaron de tal manera, que se entregaron voluntariamente a Alejandro.«Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída; sí, las islas que están en el mar se espantarán a causa de tu fin»(Ez. 26:18).
Pero, ahora debemos darnos cuenta de lo siguiente: La profecía de Ezequiel se lee como una profecía ininterrumpida, como si el juicio sobre Tiro se hubiera cumplido en el correr de unos pocos años y como algo continuado. Pero existieron varios pre-cumplimientos antes que llegara el cumplimiento principal. Desde Nabucodonosor hasta Alejandro pasaron unos 250 años. Cuando Nabucodonosor hizo su retirada, los de Tiro podrían haber dicho: «No hemos sufrido más que un susto, aunque apenas logramos salvarnos. El mensaje del profeta Ezequiel no se ha cumplido literalmente, y simplemente seguiremos como hasta ahora.» Sin embargo, las profecías del Señor debían cumplirse totalmente, aunque eso sucediera en forma de olas.«Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero»(Is. 46:10).
Veamos ahora, La caída de Tiro, un ejemplo para el mundo occidental.
Con el ataque terrorista contra Nueva York, una vez más se derrumbó un centro comercial de dimensiones mundiales. El mundo entero quedó consternado y la totalidad del occidente libre también sufrió las consecuencias, justamente el así llamado «mundo cristiano». La economía, sin embargo, parece estarse reponiendo después del primer susto: «No hemos sufrido más que un susto.» Sin embargo, pronto podría irrumpir la próxima ola. En Hageo 2:6-7 está escrito:«Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones.»
La ola del «SIDA» sobrevino, seguida por la ola «Chernobyl». Luego llegó la ola de la «Guerra del Golfo», y la ola «BSE», luego la ola del «terrorismo sobre los EE.UU», y no sabemos lo que más tarde o más temprano todavía le pueda seguir. Pero, finalmente las olas del revuelto mar de las naciones nos traerán la marea viva de la gran tribulación. En el año 1998, un autor norteamericano escribió:
«…¡Ya no es solamente la medianoche … ya es después de la medianoche! De aquello que conozco de la Biblia, debo deducir que el juicio de Dios puede caer sobre nosotros prácticamente cualquier día de estos. Quizás algún loco, o una advertencia anónima no atendida, sea el disparador que ponga todo en marcha. Puede ser que en los tiempos venideros experimentemos un bienestar aún mayor – ¡pero al fin y al cabo nos espera el fuego de la ira de Dios!»
Aun cuando los ataques contra Estados Unidos hayan sido ataques terroristas homicidas, que no pueden ser disculpados con nada, debemos preguntarnos si quizás Dios no haya querido sacudir y advertir con ellos a la totalidad del mundo occidental. La revista alemana «Spiegel» informó, mucho antes de dichos sucesos (edición de marzo del 2000), sobre el juego de poder del comercio mundial, ¡y comparó el delirio de grandeza de la economía, con el delirio de grandeza de los seres humanos en el tiempo de la Torre de Babel! El comentador bíblico Adolf Pohl (Biblia de Estudios Wuppertaler) escribió sobre la Babilonia de Nabucodonosor:
«En Babilonia los comerciantes no solamente eran poderosos, sino que constituían una gran potencia, la cual también espiritual y emocionalmente ejercía poder. Su ideología de comerciantes impregnaba todo, transformaba todo en volumen de ventas y ganancias … la moral y la ética se encontraban por el piso.»
En Apocalipsis 18, queda claro que la Babilonia de los últimos días será determinada por la economía del comercio mundial, y ésta a su vez estará bajo el mando de un sistema anticristiano totalitario. Por esta razón, alguien planteó la pregunta: «¿Se podrían resumir con mayor precisión los acontecimientos del mundo de nuestros días, que con el término «Babilonia»?
Querido amigo, el tiempo se nos ha acabado, pero queremos invitarle a que no se pierda la última parte de este estudio tan interesante acerca de las Olas de los últimos tiempos, en donde estaremos viendo a Tiro, como una imagen que puede ser usada para los pueblos de los últimos tiempos.
Que Dios le bendiga y hasta pronto!