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Titulo: “El Esposo real y su boda” 3/3
  

Autor: NorbertLieth 
Nº: PE1206

Salmos 45,10 – 16: la descripción de la boda del rey. Se mencionan cuatro diferentes tipos de personas: la reina, las hijas de los reyes, la hija del rey y las vírgenes. Se trata de imágenes que encontramos en el Nuevo Testamento y que podemos analizar en el contexto de la Biblia.

 


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«El Esposo real y su boda» 3/3

Estimado amigo, me alegro poder cumplir en esta oportunidad con lo que he anunciado terminando la segunda parte de este estudio bíblico. Hemos leído en Salmo 45, 10 – 16 de la boda del esposo real y deimágenes que encontramos otra vez en el Nuevo Testamento, y que podemos analizar en el contexto de la Biblia.

• La reina.El Esposo real aparece con su reina (esposa), para llamar ahora también a la hija del rey. Vuelve con su esposa, con la que ya está casado, y ella está a su diestra. ¿Cómo aparece ella tan repentinamente? ¿Por qué está con él cuando él viene a llamar a la hija del rey? ¿Dónde estaba antes? Esto es un misterio para nosotros, y podría tratarse de una velada alusión que señala al misterio de la Iglesia.

En el Nuevo Testamento vemos que su esposa ya había sido llevada a Él, y que las bodas ya se habían celebrado (el arrebatamiento, ver 1 Tesalonicenses 4:16-17; Apocalipsis 19:7). Por eso ella ya estaba con Él, de manera que ahora también vuelve con Él. La iglesia es la esposa y la reina del Señor Jesús. Pablo, por ejemplo, escribió a los corintios: «…Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo» (2 Corintios 11:2). Y a los efesios les dirigió estas palabras: «Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.» (Efesios 5:31-32). Comparemos Efesios 1:22 y 3:6, donde la iglesia es descrita como el «cuerpo» de Cristo. Es igual que en el matrimonio, al unirse el hombre y la mujer se convierten en una sola «carne» o sea en un solo cuerpo. (Marcos 10:7-8). En lo que concierne a los discípulos de Jesús antes de Pentecostés, ellos representan al verdadero Israel, por eso el Señor los menciona como «invitados a la boda» y no como su esposa (Mateo 9:14-15).

En Romanos 7 Pablo habla sobre el mandamiento del matrimonio, y escribe en el versículo 4 que nosotros -si creemos en el Hijo de Dios- pasamos a pertenecer a Jesús. En Apocalipsis 22:17 escuchamos clamar al Espíritu y a la esposa: «¡Ven!«. El Espíritu de Dios da testimonio del Evangelio por medio de la iglesia, y a través de ella llama a las personas a Cristo. Por tanto, ella también es la esposa del Cordero de Dios.

La esposa, que está a ladiestradel esposo, está adornadacon oro de Ofir.Este estar a ladiestra,significa que ella es llamada a ser co-gobernadora y co-regente. Así como Jesús está a la diestra de Dios (Apocalipsis 7:56), así la Iglesia estará a su diestra. También podemos ver esto en Mateo 25:33: «Y pondrá las ovejas a su derecha.» El oro es una imagen de la gloria de Dios. La Iglesia estará adornada con la gloria de Cristo: «Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria» (Colosenses 3:4).Ofirera conocido como el lugar de dónde se extraía el oro más puro. También podría ser una imagen del misterio de la salvación en Cristo y del misterio de su Iglesia, la cual fue elegida antes de la creación de la tierra.

El Esposo real viene para llamar a la hija del rey a su lado, pero ya trae a su esposa consigo.

• La hija del rey.Mientras el Esposo real llama a la hija del rey a su lado, su esposa ya se encuentra con él (Salmo 45:10). Él le dice: «Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; y deseará el rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu señor. Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; implorarán tu favor los ricos del pueblo. Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; de brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada alrey…» (v. 11-15).

Parece que la hija del rey representa al remanente de Israel, salvo y santificado. Lo que dice aquí tiene que ver con el hecho de escuchar, de aguzar el oído, en definitiva, de un llamado. Nos hace pensar en las palabras: «Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo!» (Mateo 25:6).

Con las palabras: «…olvida tu pueblo, y la casa de tu padre» (v. 11), la hija del rey es llamada a una separación de su pueblo y de su parentela. Cuando Jesús llama, ya no cuentan los lazos familiares, sino solamente el llamado del Esposo. Pensemos en los hijos de Coré, por ejemplo. ¿Quién toma en serio el llamado de Cristo hoy en día, cuando puede ser tan doloroso algunas veces?

Las palabras: «…y deseará el rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu señor» (v. 12), son un llamado a la adoración frente a la pronta aparición del Esposo real. En ese día todo será revelado, todo saldrá a luz, tanto en el arrebatamiento de la Iglesia, como después del retorno de Cristo por su pueblo, Israel.

En el versículo 13 se le prometen recompensas y honra a la hija del rey. En ese día, las naciones se dirigirán a Israel y le traerán su gloria. Israel será cabeza de naciones (Deuteronomio 28:13).

La hija del rey es llamada a entrar a la presencia del Esposo real (v. 14-15). «…de brocado de oro es su vestido…», esto significa que ella fue hecha preciosa y justa, y que se puede gloriar en la gloria del Señor. Algunos intérpretes opinan que en los tiempos finales, cuando Dios sea todo en todos, la parte creyente de Israel entrará a las bodas.

• Las vírgenes o hijas del rey.«…vírgenes irán en pos de ella, compañeras suyas serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del rey» (v. 15-16). Inevitablemente nos acordamos de la parábola de Jesús acerca de las diez vírgenes. Las vírgenes del Salmo 45 parecen representar a las vírgenes sensatas que entran al palacio, ya que dice: «…vino el esposo; y las que estaban preparadas(las cinco vírgenes sensatas)entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.» (Mateo 25:10). Desde un punto de vista dogmático no podemos separar -a mi parecer- a las vírgenes, de las hijas del rey. Simplemente son dos caras de una misma moneda. Estas vírgenes también son nombradas el el Salmo 68:25-26.

El señorío del Esposo real

Se habla proféticamente del señorío en el Salmo 45:17-18: «En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra. Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.«

Cuando el Señor Jesucristo vuelva con su esposa celestial (la Iglesia) para llamar a Israel a su reinado terrenal, habrá una generación completamente nueva. «En lugar de tus padres serán tus hijos…» Desde 1948 tenemos una generación nueva en Israel, la antigua desapareció en el año 70 d.C.

Pero no cualquier judío o israelita formará automáticamente parte del señorío del Esposo real, sino sólo aquellos que fueron llamados, lo que también se puede apreciar en la parábola de las diez vírgenes.

Esta nueva generación co-gobernará en el milenio, el reino de los mil años, y saldrá a todas las naciones a proclamar el nombre del Señor. Y las naciones alabarán al Señor Jesucristo, el Esposo real, eternamente y para siempre.

Conclusión

En el libro de Cantares encontramos una impresionante imagen de las bodas de Salomón, la cual proféticamente nos muestra a Jesucristo: «El rey Salomón se hizo una carroza de madera del Líbano. Hizo sus columnas de plata, su respaldo de oro, su asiento de grana, su interior recamado de amor por las doncellas de Jerusalén. Salid, oh doncellas de Sión, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón» (Cantares 3:9-11).

• La carroza de madera significa que todo es soportado por el sacrificio de Cristo en la cruz (madera).

• Las columnas de plata indican la solidez, seguridad y firmeza de la salvación.

• El respaldo de oro significa que uno puede descansar en su gloria. Un respaldo es para reposar.

• El asiento de grana nos recuerda el fundamento del perdón por medio de la sangre de Cristo.

• El interior recamado de amor: La plenitud del amor lo envuelve todo, y permanecerá para siempre: «…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado(a los que creen en Cristo)» (Romanos 5:5). Es el amor de Dios, el amor en Cristo Jesús, el que quiere inundar nuestro interior. Fuimos inmersos en ese amor (Colosenses 1:13), y somos sostenidos por él (1 Juan 4:8; Hebreos 1:3).

Somos llamados a acercarnos y a entrar en la carroza de la eternidad. Sólo así podremos ver al Señor Jesucristo en todo su esplendor, hermosura y gloria. Y eso concuerda con su soberana voluntad: «Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo» (Juan 17:24). ¡Somos llamados a participar en el día del gozo de su corazón!

En el Salmo 45:11-12 hemos leído: «Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; y deseará el rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu señor.» ¿Está usted dispuesto a vestirse y a andar de tal forma que pueda rendirse a Él cuando le llame a Su presencia?

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