Cuatro Etapas en el Camino hacia el Arrebatamiento (1ª parte)

Autor: Norbet Lieth

Los mensajes de Jesucristo en el libro de Apocalipsis, fueron dirigidos a siete iglesias locales en Asia Menor (actualmente Turquía) que realmente existían. Pero además, sirven de exhortación y edificación a cada una de las iglesias de todos los tiempos – por lo tanto también a nosotros. Como el Apocalipsis en su totalidad es un libro profético, es lógico que también los mensajes a las siete iglesias tengan un significado profético para el futuro.

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Estimado amigo, los mensajes de Jesucristo en el libro de Apocalipsis, fueron dirigidos a siete iglesias locales en Asia Menor (actualmente Turquía) que realmente existían. Pero además, sirven de exhortación y edificación a cada una de las iglesias de todos los tiempos – por lo tanto también a nosotros. Como el Apocalipsis en su totalidad es un libro profético, es lógico que también los mensajes a las siete iglesias tengan un significado profético para el futuro.

El Apocalipsis comienza con las siguientes palabras: «La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a su siervo las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan» (Ap.1:1).

Y algo parecido leemos en el último capítulo: «Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto… Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana»(Ap. 22:6.16).

Estos pasajes abarcan toda la época de la Iglesia. Por lo tanto, podemos leer el transcurso de la historia de la salvación en el orden de la serie de los mensajes a las iglesias.

Conforme a 1 Corintios 10:11, la época de la Iglesia está al final de los siglos. Jesucristo había predicho un desarrollo espiritual para esa época, que se cumplió al pie de la letra – a pesar de que el momento del arrebatamiento nunca fue definido y por lo tanto podía y puede ocurrir en cualquier momento, como nos muestran también dichos mensajes: «Lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga»(Ap. 2:25) – y: «He aquí yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona»(Ap. 3:11).

Aquí sigue una posible interpretación de las épocas a las que se refieren proféticamente los siete mensajes: 

Éfeso = la Iglesia post-apostólica (70-170 DC)

Esmirna = la Iglesia perseguida por los emperadores romanos (170-312 DC)

Pérgamo = la Iglesia clerical o estatal, a partir del emperador romano Constantino (312-606 DC)

Tiatira = la época católica y la oscura Edad Media (606-1517 DC); en el año 606 DC , el obispo romano Bonifacio fue nombrado obispo de la Iglesia Universal de Roma, o sea el primer Papa. A partir de ese momento, el clero ofició como intermediario entre Cristo y Su Iglesia.

Sardis = el tiempo de la Reforma (1517–1700 DC); el 31 de octubre de 1517, Martín Lutero clavó sus 95 tesis contra la doctrina romana en la puerta de la catedral de Wittenberg.

Filadelfia = la época evangelística del avivamiento y las misiones mundiales (1700-1900 DC); con muy poca fuerza se consiguieron grandes cosas.

Laodicea = la Iglesia tibia y liberal del tiempo final, la Iglesia de la apostasía (a partir de 1900 hasta el presente, y hasta el arrebatamiento).

Hoy podemos decir con toda claridad que estamos al final del tiempo postrero y que el arrebatamiento está a la puerta. Vamos a considerar cuatro advertencias que nos indican que este suceso es inminente.

La advertencia a la iglesia de Tiatira

«Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga»(Ap. 2:24-25). Aquí se menciona, por primera vez en los siete mensajes, el regreso de Jesús. Es posible que ya los creyentes de Tiatira hayan esperado el regreso del Señor en su generación. Llama la atención que este mensaje esté dirigido, justamente, a la iglesia que, simbólicamente, representa la era de la Iglesia Católica. Creo que esto nos quiere enseñar que el sistema de la Iglesia Católica estatal permanecerá hasta que el Señor regrese. Mientras que la época de la Iglesia apostólica (Éfeso) se ha acabado, y también la época de la Iglesia perseguida por los emperadores romanos (Esmirna) y la época de Pérgamo bajo Constantino llegaron a su fin, la época de Tiatira seguirá existiendo hasta que Jesucristo venga por Su Iglesia.

Jesús dirige el mensaje de Su regreso a un pequeño grupo especial (un remanente) dentro de este sistema eclesiástico. Apocalipsis 2:24 dice:„Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina…»Parece que habían personas que rechazaban las falsas doctrinas trasmitidas por esa Iglesia. Probablemente se refiera a los creyentes convertidos y renacidos dentro de la Iglesia – o a los que salen de ella. Sabemos que también hoy existen creyentes en esta situación.

La advertencia a la Iglesia de Sardis

„Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti»(Ap. 3:1-3).

Se habla aquí de un sistema eclesiástico reformado, que antes tenía vida espiritual (tiempo de la Reforma) y todavía tiene nombre de que vive, pero, en general, hoy está muerto. Rechaza creer en la concepción virginal, en la inspiración divina de toda la Biblia, en los milagros, en la resurrección de Jesús, en la posición y restauración de Israel, y en el regreso del Señor. Es un sistema eclesiástico que ya no ve la necesidad de velar, que no cuenta con el regreso de Jesús para la Iglesia y no tiene más discernimiento al respecto. Es una Iglesia muerta, ya que el Espíritu Santo ya no vive en ella. Por lo tanto, es una Iglesia no preparada, para la cual el Señor vendrá como ladrón. Se perderá el regreso de Jesús, porque no es un miembro vivo del Cuerpo de Jesús. Quien se encuentre en un un sistema eclesiástico cristiano, sin conversión personal, ni relación con el Señor, será sorprendido por el repentino regreso de Jesús, porque no tendrá parte en Él.

Aquí pasa lo contrario que con la Iglesia de Jesús viva, nacida de nuevo, para la cual el Señor no vendrá como ladrón en la noche, sino como lo manifestó:„Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas»(1 Ts. 5:1-5). El regreso de Jesús ocurrirá en un tiempo en el cual la Iglesia Católica, con todas sus doctrinas no bíblicas (Tiatira), estará activa, y en el cual habrá una Iglesia Protestante (Sardis) que ya no tendrá relación con Jesucristo. Las dos cosas sucederán paralelamente.

La advertencia a la Iglesia de Filadelfia

„Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, ho vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona»(Ap. 3:10-11).

Aquí se menciona una iglesia que volvió a las verdades y doctrinas bíblicas. Se refiere a la época del avivamiento dentro de la Iglesia, en la cual se volvió a creer en el arrebatamiento y a anunciarlo. Al final, la Iglesia verdadera coexistirá con dos sistemas eclesiásticos formales. Ella será guardada de la hora de la prueba que vendrá sobre toda la tierra. Son creyentes que provienen de diferentes círculos cristianos, pero todos pertenecen al Cuerpo de Cristo. La expresión „hora de la prueba» se refiere al engaño del anticristo, el emperador mundial anticristiano. Según mi comprensión, este comenzará su actividad en la primera mitad de los últimos siete años.

En esta primera mitad, el mundo será seducido, probado, engañado y vencido con astucia. En la segunda mitad, el engañador será desenmascarado y se dará a conocer como la bestia, y gobernará como dictador, que primero engañó al pueblo y luego gobernó cruelmente. Sin embargo, la Iglesia será guardada de la hora de la prueba. Esto significa que será arrebatada antes.

Esto es confirmado, por ejemplo, en Romanos 5:9, donde dice:„Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.»O en1 Tesalonicenses 1:10, donde dice:„…y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.»Todos estos pasajes nos hablan de que la Iglesia será completamente guardada.

„He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona»(Ap. 3:11). Estas palabras podían significar para la iglesia de Filadelfia de aquel entonces, que el Señor vendría todavía en su tiempo. ¡Cuánto más, entonces, tienen validez para nosotros! Por eso: ¡Permanece en la comunión con el Señor, aférrate a El, no te apartes, no te vuelvas superficial o tibio, permanece cerca de Jesús!