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Cristianismo Superficial

Autor: Herman Hartwich

En este programa compartiremos una reflexión acerca del importante que es identificarnos con Cristo genuinamente. Escucharemos lo que la Biblia dice respecto a la medida justa, una palabra para los comerciantes y para cada uno de nosotros.


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PE1560- Estudio Bíblico – Cristianismo Superficial



Que tal mis amigos es un placer para mí estar junto ustedes en esta oportunidad algo que me ha llamado poderosamente la atención y es encontrar un cristianismo tan superficial.

Vivimos en los últimos tiempos, los tiempos cuando se va a intensificar la diferencia entre los verdaderos creyentes, los verdaderos hijos de Dios y aquellos que simulan, o pretenden ser hijos de Dios. Yo quisiera a través de esta reflexión, en este momento de llevarles a pensar seriamente en la necesidad de una relación verdadera y profunda con Dios.

Quisiera leer en el libro de Amos, este profeta menor, Amos capitulo 8 verso 4 al 10, y dice así: Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo? Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto. Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.

Mis queridos amigos si nosotros le hemos todo este libro de Amos encontramos a los comerciantes, a los usureros, que ellos estaban esperando el tiempo en que terminaran sus compromisos religiosos, para dedicarse a sus actividades seculares. Hoy vivimos un mundo muy secularizado, algunos ya se han liberado totalmente, muchos quizás la mayoría se han liberado totalmente de su religiosidad, aunque era aparente, o era un compromiso familiar, o cultural. Ahora ya no hay día del Señor, no paran de trabajar, no guardan las normas morales y éticas establecidas por la palabra de Dios en lo que trata con el trabajo y con los negocios.


Hoy en día, ¿qué nos pasa por ejemplo cuando salimos de los lugares en los que hemos estado participando de una actividad cristiana, o religiosa, de un servicio religioso, que hacemos en la semana para dar testimonio de nuestra fe, la supuesta fe que tenemos en Jesucristo ? Son preguntas interesantes, ¿qué pasa en la mente de la gente cuando está en una actividad religiosa, está participando sinceramente, está disfrutando, está deleitándose en la presencia de Dios o está allí dentro, y simplemente está tramando, planificando que va a hacer al salir o deseando que llegue el otro día para comenzar con sus actividades? Yo quiero que veamos rápidamente algo muy interesante, las características de esta gente superficial.

No quiero atacarle mi querido amigo, simplemente quiero llamar su atención y que reflexione, porque la necesidad de que tiempo y que seamos sinceros, la palabra de Dios a través del apóstol Pablo dice: examinaos a vosotros mismos, probados a vosotros mismos si estáis la fe. Es necesario que nosotros nos auto evaluemos a la luz de la palabra de Dios.


El religioso superficial dice: negocio es negocio, para él, para él religioso superficial el ser inteligente es saber ganar dinero. Hoy se jacta de que pueden ganar dinero, en su ética personal cabe la posibilidad de engañar, no le pasa nada, la meta es hacer negocio. No importa que tenga que hacer para lograrlo. Es como dice el dicho famoso, el fin justifica los medios, él quiere hacer plata y no importa lo que queda que ser. Su religión en definitiva es el trabajo, es el negocio.

También podemos decir que el religioso superficial viola los derechos humanos y vaya que los viola. Es muy fácil no pagar lo que debemos pagar, o engañar en el peso de la venta de un producto. Mis queridos amigos esto es algo que me escandaliza cuando uno se moviliza entre los comerciantes iba allí, y a veces hablando con los comerciantes dicen, ya no se puede con los empleados, porque el empleado te roba.


Yo tuve que decir una vez a un empresario¿y cómo no te van a robar, si tú les enseñas a robar a ellos? Porque yo había comprado un producto fraccionado, supuestamente ese paquete tenía que tener un kilo, y era una mercadería fraccionada, menor precio del que ya viene envasado. Pero cuando llegó mi casa y quiera hacer uso de ello voy a ponerlo la balanza, porque tiene que ser una receta pesada y resulta que ninguno de los paquetes que había comprado fraccionados con supuestamente un kilo, pasaban los 850, 870 g. Entonces ese comerciante tuvo que escuchar de mi ¿cómo no te van a robar si tú les enseñas a robar? Si tú les instruyes que tal cosa es importada, cuando es una cosa trucha o el nacional, o es China o cosas por el estilo. Se le enseña al personal a engañar, a embaucar a la gente a vender gato por liebre como decimos nosotros los uruguayos.

Mis queridos amigos, este es el religioso superficial aún es válido para ellos violar los derechos humanos con tal de obtener ganancias. No les importa nada. No les importa que las personas son personas como ellos. No les importa el sufrimiento, él sacrificio de las personas. También en tercer lugar en quisiera decir que el religioso superficial se olvida del juicio de Dios y esto es lo más impresionante. Dice Dios no hace balance de libros cada semana, ellos piensan que Dios no hace balance pero vendrá un día cuando tenga que rendir cuentas al creador.


Mis queridos amigos es interesante, yo me he encontrado, porque yo tengo un programa de televisión y uso a veces estas pequeñas cosas que aparecen en la Biblia, pero que son demasiado importantes para pasar por alto. Por ejemplo la mentira, el engaño, el soborno y en una oportunidad yo compartía en un programa de televisión el tema de el peso, las falsas pesas, y estaba en un comercio esperando para ser atendido y se acerca una persona, un televidente y me dice: ¡pero pastor!, usted estaba hablando de las balanzas justas, y yo que sé cuánto, y entonces otro se acercó y me dice:¡Ja, seguramente la Biblia habla de eso! Y yo dije sí, efectivamente.

La Biblia habla de eso y entonces comenzamos a hablar y la gente piensa que Dios no va a tener cargo de eso, pero Dios se preocupa de eso, yo le tuve que decir, por ejemplo había un dicho famoso en mi ciudad, Young, «pasadita dijo fulano», que era vendedor de carnes, era un carnicero. Y él ponía sobre el plato, y afirmaba la chaira. Y eso es un dicho que permanece en nuestra sociedad desde hace muchos años, porque él siempre estaba quitando unos gramos a la carne cuando afirmaba su chaira para afinar su cuchillo sobre la balanza. Y eso Dios, toma cuenta.


Esto me dio la oportunidadpara compartir a todos los que estaban en ese comercio, se paró, en un momento se paró la actividad comercial para reflexionar sobre la importancia de esas pequeñas cosas que perjudican a las personas. Perjudican en el sentido terrenal, pero por sobre todo el espiritual.

No obstante muchos de esos comerciantes, la mayoría se consideran cristianos, se consideran creyentes pero nada más que de nombre. Mis queridos amigos Dios sabe muy bien lo que hacemos, semana tras semana, día tras día, hora tras hora. Es fácil decir que hay otros peores que yo, este es el consuelo del tonto. Hay otros que en problema que embrollan más que yo y salen adelante y no le pasa nada.

Pero hay un día que tendremos que comparecer ante el Señor. Nuestra en relación con el Señor no debe ser superficial, nuestra relación con el Señor debe ser profunda, genuina, honesta, transparente. No solamente porque ganas para la eternidad, sino ganas ahora, en este momento en la paz del espíritu, en la conciencia limpia. En esa paz interior que la mayoría de la gente anhela y no la logra porque no deciden romper con el pecado y la deshonestidad.

Yo te invito mi cordial amigo y amiga para romper con toda la mentira, la falsedad y la superficialidad y entregar tu vida Jesucristo genuinamente.


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