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El Paganismo Moderno 
(4ª parte)

Autor: Wilfred J. Hahn

  Nuestra sociedad actual está demasiado informada como para adorar cosas muertas, ¿o no? Veremos que la idolatría en la actualidad está más avanzada y es más ingeniosa que nunca antes. Pero, si hay tanta idolatría en el mundo, ¿dónde se puede encontrar a los paganos, entonces? Para desentrañar ésta y otras preguntas, ¡escuchemos este mensaje!


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PE1991 – Estudio Bíblico  – El Paganismo Moderno (4ª parte)



¿Cómo están, estimados amigos oyentes? Nos preguntamos, entonces: ¿Cuánta trascendencia tiene, exactamente, el hecho de que la ciencia ponga su atención en el comportamiento instintivo, irreflexivo? Seguramente, eso está de acuerdo con los distintivos de los últimos días que describe la Biblia. Si bien la parte más importante de la investigación en las ciencias de la cognición, es aplicada directamente al mundo de la propaganda al consumidor final, su influencia, en realidad, va mucho más allá. Dicha ciencia desarrolla un mundo en el cual los instintos y apetitos  humanos originales son idolatrados. Participa decisivamente en preparar el camino a una nueva religión mundial – y lo hace en la forma de fomentar la combinación de la religión y el comercio de la gran Babilonia, para llegar a aquella mezcla indefinida de Apocalipsis 17-18.

El apóstol Pablo habla de un tiempo que se caracterizará por el individualismo, los apetitos y la falta de dominio de sí mismo. Esto coincide con el transcurso de las acontecimientos que uno puede identificar comúnmente en la actualidad: la gente será egoísta y desenfrenada, y amará más la diversión que a Dios (las características de los postreros tiempos que encontramos en 2 Ti. 3:1 al 4).

Puede ser que esta conexión no sea clara para aquellos que viven en el occidente acaudalado. El enfoque de Lord Saatchi, no obstante, nos puede ayudar a comprenderlo (Saatchi es gerente de M. & C. Saatchi, una importante empresa propagandística). Él lamenta la moderna evolución del “nativo digital”. Con esto se refiere a los miembros de la generación más joven de la actualidad, quienes digieren las informaciones de una manera muy diferente, ya que crecen con auriculares y consumiendo videos. Él dice que la capacidad de recepción de ellos se ha limitado, y que la capacidad de su memoria ha disminuido significativamente. ¿Y ahora qué? Su consejo a las empresas que tratan de ser vendedores más efectivos frente a esta generación, es: Encuentre una palabra – una sola palabra – que esta persona moderna, “carnal”, conecte con valores. Usando un lenguaje figurado, sumamente religioso, Saatchi dice: “En el principio era ‘la palabra’… descúbrala, y habrá encontrado el camino a la salvación y a la vida eterna” – refiriéndose al éxito comercial.Es decisivo darse cuenta que Saatchi conecta “valores” con una transacción comercial (“valor” en el sentido filosófico, no de un precio favorable). Como los valores pertenecen al área de la religión, cada marca o cada producto se convierte en una mini religión, a través de la conexión con un “valor”. El eslogan del productor de artículos deportivos Nike, por ejemplo, dice: “Just do it” (“Sólo hazlo”). Ésta es una declaración filosófica, no una característica del producto. Dicha declaración fomenta la identificación con un estilo de vida determinado.

También es importante notar que la decadencia espiritual y psicológica, va de la mano con una cultura comercial desbordante. Otro experto en marketing dice: “Nos encontramos ahora ante el problema que, para todo lo que el cliente necesita, ya existen por lo menos veinte productos. Por esta razón, las empresas más exitosas, obligadamente, perfeccionan más sus innovaciones a través del marketing que del diseño del producto.” ¿Qué nos dice esto? Que los nombres de las marcas hoy son expresión de fuertes “declaraciones psicológicas”, en otras palabras: de “valores”. Y cuando los valores incitan más a la compra que la función de un producto, entonces ya nos encontramos muy avanzados en el camino hacia la cultura babilónica apocalíptica, descrita en Apocalipsis 17 y 18. De hecho, se puede decir que la mayoría de las sociedades ya corresponden exactamente a esa descripción.

El consumidor desenfrenado, carnal y dirigido por los instintos, es indispensable para el ascenso del coloso que domina los tiempos del fin, y se compone de comercio y religión. Con este fin, los consumidores tienen que ser más como animales irracionales, que “dirigidos por el Espíritu de Dios” (como se menciona en Ro. 8:14; y Ga. 5:18). Hasta ahora, no obstante, sólo hemos debatido sobre el camino que toma el mundo, y cómo manipula y utiliza la naturaleza pecaminosa del ser humano con medidas cada vez más rebuscadas. Como hemos demostrado, estas técnicas son muy refinadas y desembocan ahora en una religión.

Lamentablemente, ésta aún no es la cumbre de la perdición. Estas mismas técnicas también son aplicadas al área de la religión. Podemos notar que los instintos y los apetitos carnales son introducidos expresamente y a propósito en algunos grupos evangélicos.

La religión actualmente es vendida como la mayoría de los productos. A través de encuestas, se investiga qué es lo que justo la gente desea. Según esto, entonces, se desarrollan “productos” y “bienes” religiosos, que le “hacen bien” al consumidor y que responden a los “valores” carnales. Por supuesto que esto no es un desafío nuevo para la iglesia. Ya en tiempos neotestamentarios había claros indicios de ese tipo de cosas, aun cuando todavía no sucedían en nombre del progreso científico.

La diferencia con el presente es que, tales técnicas, son el resultado de métodos científicos precisos. Y es significativo, también, que en esto se cumplen algunas profecías. Judas, escribe, en los vers. 18 y 19 de su carta, que los apóstoles habían dicho:“En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu”.

En primer lugar, es el instinto humano pecaminoso de esos líderes religiosos lo que seduce a muchos. Que se comportan“… como animales irracionales(según 2 P. 2:2). Y“… blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales”(como dice Judas 10).

Aquello que se está formando ante nuestros ojos en el mundo de hoy, ya ahora coincide con la descripción bíblica de las “naciones” (o paganos) de los últimos días. Si un antropólogo estudiara el texto de Apocalipsis 17 y 18, seguramente confirmaría que se trata de una descripción del tiempo del orgulloso pagano moderno. Se trata claramente de una civilización que se destaca por el consumo excesivo, la concupiscencia ilimitada, la idolatría de lo terrenal, y la fijación por el bienestar. La evolución de este “pagano” verdaderamente está muy avanzada.

Esta descripción se aplica exactamente a la humanidad de hoy en día. ¿Cuántos de nosotros notamos que nuestro estilo de vida se asemeja al del pagano moderno? Ésta es una importante y apremiante pregunta. En el fin – después de la Gran Tribulación – los “paganos” sobrevivientes y los judíos sobrevivientes, finalmente, caerán de rodillas delante de Dios y lo adorarán.“… todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado”(dice en Ap. 15:4). En el fin, toda rodilla se doblará delante de Dios (como también menciona Is. 45:23).

En tiempos como los actuales, ¿dónde se puede encontrar una guía sincera, confiable y razonable? Está bien claro que no debemos dejarnos guiar por nuestro instinto y por la naturaleza carnal. ¡Y que Dios no permita que alguno de nosotros se aproveche de tales instintos paganos, para propagar y hacer popular un evangelio falso! Pablo rogaba a los corintios diciendo:“Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado”(2 Co. 7:2). Aun así, las personas, dominadas por sus instintos, corren detrás de los falsos maestros que agradan a sus sentidos carnales.

Pero, ¿cómo podemos evitar el dilema que Pablo describe en Romanos 7, especialmente en nuestro tiempo actual, en el cual abundan las tentaciones de naturaleza carnal? Pablo dice, en Ro. 8:12 al 14, que debemos andar en el Espíritu. Y en Ro. 13:14:“… vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.

Cuando el mundo quiere seducirnos a través del canto de sus sirenas, y dispara “dardos de fuego del maligno” contra nosotros (como los mencionados en Ef. 6:16), necesitamos más que nunca buscar la protección en Cristo. Sólo Él puede realmente darnos satisfacción. El Salmo 145:13 al 16 dice:“Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones. Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente”.

Llegará el día en que todos los “paganos” cantarán una nueva canción, como leemos en Ap. 5:9 y 10:“Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. Amén. 

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