¡El fin está cerca!
6 agosto, 2015Conferencia Argentina 2015
7 agosto, 2015No importando lo que pueda contener el contrato de las grandes potencias occidentales con Irán, una cosa está clara: tarde o temprano Irán estará en posesión de bombas atómicas. Entretanto, el presidente estadounidense Obama, incluso, tuvo que aceptar este hecho.
Ciudad de Nueva York – Si se analiza lo que el presidente estadounidense Barack Obama dijo recientemente sobre el acuerdo con Irán, en una entrevista con el New York Times, queda claro que, no solamente Israel sino el mundo entero, no espera otra cosa más que calamidades. “Lo digo muy claramente”, dijo Obama a Thomas Friedman, quien dirigía la entrevista, “durante mi mandato Irán no llegará a poseer armas nucleares.” No es necesario ser adivino para saber lo que esto quiere decir: después de las laboriosas y enervantes negociaciones, el presidente estadounidense ni siquiera está en condiciones de asegurar que, después del 20 de enero de 2017 – cuando termine el segundo mandato de Obama – Irán no estará en posesión de armas nucleares.
En Egipto, Arabia Saudita, Kuwait y otros estados del Golfo, ahora se está llegando a las mismas conclusiones que en Israel. Ellos están molestos y sumamente preocupados al ver, que EE.UU. no solamente permite un acuerdo de este tipo, sino que incluso lo está forzando.
Está más que sobreentendido que los iraníes aprovecharán todo resquicio, por pequeño que sea, que se encuentre en la redacción del contrato. Y no parece haber escasez de tales resquicios. Los iraníes harán todo lo que está en su poder, para finalmente lograr el poder nuclear, ya sea durante el plazo de validez del acuerdo, o inmediatamente después. Esto hace que la región no solamente mire con preocupación en dirección a Irán, sino también con gran desilusión hacia EE.UU. Si bien aún no ha sido formulado públicamente, el Cercano Oriente se encuentra ante una nueva agrupación geopolítica y militar. Una primera expresión concreta de esto fueron las acciones militares sauditas en Yemen, realizadas para limitar la influencia iraní ante la puerta de entrada saudita.
Arabia Saudita y los estados del Golfo iniciaron una competencia de rearme en la región. En el año 2014 adquirieron material bélico por valor de ocho mil setecientos millones de dólares. En el correr de los primeros meses de 2015, no obstante, ya gastaron once mil millones de dólares en bienes de rearme, tratándose meramente de material bélico convencional. Además, se inició otro movimiento: son cada vez más los servicios noticieros occidentales que ven indicios de que varios de los países del Golfo se están esforzando, al igual que Irán, por alcanzar un poder bélico nuclear. Ninguno de estos países, ricos en petróleo, puede fingir que sus investigaciones nucleares sean para el aprovisionamiento de energía civil.
Si bien muchos estados en la región están preocupados, pareciera que Israel es el más preocupado. De no ser así, el gobierno israelí no habría impuesto una exigencia más: ellos quieren que EE.UU. comprometa a los iraníes, en un adjunto al acuerdo, a reconocer el derecho de existencia de Israel. Después de todo, son los iraníes los que una y otra vez, sin disimulo, exigen la exterminación de Israel. Hasta Obama recientemente ha admitido – si bien no públicamente, pero en diversas conversaciones – que él considera al liderazgo iraní como masivamente anti-israelí y antisemita. Al mismo tiempo, parece que también cree que los iraníes no dudarían en demostrar prácticamente esta forma de ver el mundo. De ahí, que no debería sorprender un comentario que el General de División Mohammed Ali Dshafari, comandante de las guardias revolucionarias de Irán, hizo acerca de dicha exigencia israelí: “Como Israel debe ser exterminado, no existe lugar a discusión en este asunto.”
Hasta que se firme el acuerdo final, Israel intentará, por todos los medios, proceder en su contra, ya que parece que en unos 13 años Irán, a pesar (o a causa) de este acuerdo, podrá haber alcanzado un punto que Israel define como la “Hora Cero”. Llegado dicho punto, Irán habrá avanzado tanto en sus investigaciones nucleares que ya no será posible impedir que desarrolle una bomba atómica. También el presidente estadounidense Obama, admitió que, llegado ese punto, los iraníes “casi de inmediato” podrían disponer de armas nucleares. Netanyahu explicó en una reunión de su gabinete que está sumamente preocupado de que los iraníes quizás sí puedan atenerse al acuerdo, para luego remitirse a una legitimación “contractualmente fijada” para poder adquirir armas nucleares.
El ministerio de defensa israelí ha dejado claro, ya desde ahora, que necesita incrementar su presupuesto en un monto de alrededor de siete mil millones de shekel (mil setecientos millones de euros). Esta tasa adicional fue solicitada con premura. Más allá de esto, el ministerio de defensa anunció su necesidad de otra suma mayor un poco más tarde. Y se puede adivinar el motivo de la necesidad de tales sumas… Todo servicio noticiero occidental, además, se habrá percatado de las palabras del comandante de las fuerzas aéreas israelíes, el general Meir Eshel. En la noche del Día de la Independencia israelí, él dijo en una entrevista televisiva: “Las fuerzas aéreas israelíes están preparadas, y además en condiciones, de realizar el trabajo.”