Puesta de limites (1ª parte)
21 septiembre, 2015Puesta de limites (3ª parte)
21 septiembre, 2015Este programa trata sobre la etapa de los niños preescolares, y su desarrollo. Sobre la importancia de poner límites y marcar pautas claras.
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EA583 – Entre Amigas –
Puesta de limites (2ª parte)
Receta: Budín de frutas cercas
María Eugenia Goyret
Natalia: Estamos con María Eugenia Goyret que es maestra, psicopedagoga y psicóloga social, también es mamá de dos varones. Seguimos hablando de la crianza y un punto fundamental que es la puesta de límites. Ya aprendimos a sacarnos el miedo sobre esta palabra y poder enfocarlo bien. Pero ahora estaremos aprendiendo sobre los preescolares y escolares chicos. ¿Que es lo fundamental que debemos saber sobre esta etapa?
Mª Eugenia: Retomando algunas cosas que vimos en la instancia anterior, recordemos que esto es un camino largo, desafiante, sumamente enriquecedor y positivo. Pero que nos demanda paciencia, resistencia, el ser tenaces y cada tanto pensar hacia donde estamos caminando, Cuales son la cosas que creemos que son esenciales para la vida de nuestros hijos. Y como dice la Doctora Natalia Trenchi, tener claro cuáles son las batallas que si vamos a pelear y cuáles son las otras que vamos a tener que dejar a un costado, porque todo no podemos exigir a los niños. Entonces necesitamos poder reconocer que es lo esencial en la etapa preescolar, este escolarizado o no. Cuando hablamos de preescolar, hablamos de ese niño que está terminando los 2 años y está entrando a los 3 hasta los 4 o 5 años. Es una etapa de enormes cambios. Desde que el niño nace hasta los 2 años, (es la etapa donde nos referimos al niño como bebe) se van generando muchos cambios, hay una revolución en ese ser. Su cuerpo va desarrollando muchas habilidades, además de la independencia con nosotros. Esta es una etapa donde hay un pequeño distanciamiento, este niño comienza a ganar en autonomía porque ya puede caminar, desplazarse por sí mismo. Comienza adquirir el habla, va adquiriendo otros anclajes con el mundo, pero todavía requiere mucho de nosotros. Es una etapa donde el juego es el lenguaje por excelencia. El niño sano, es el niño que puede alimentarse bien, descansar bien y el niño que tiene la capacidad de jugar. En el juego está la creación, desarrolla la inteligencia, el conocimiento del mundo. Es como intermedio, él a través del juego se conoce a si mismo y conoce la realidad. Es allí donde empiezan a aparecer esos juegos de cómo que son la mamá, el papá, la maestra. Esos juegos de “como si fuera” lo van formando como personas y por eso es tan importante darle tiempos al niño para jugar libremente.
Sin necesidad de juguetes comprados, porque muchas veces lo más sencillo es lo que el niño mas disfruta. ¿Cuántas veces le regalamos un juguete enorme y lo que más disfruta es la caja? También debemos dar tiempos para jugar con él. Para jugar a lo que nosotros realmente sintamos que es bueno, sea jugar con maderitas, imaginar una historia o jugar a la pelota. Lo importante es dar tiempos para jugar con él. Es una etapa donde la imaginación está ampliamente desarrollada, a veces los niños nos cuentan algo y nos parece que nos está mintiendo pero no lo está haciendo. A esta edad no podemos hablar de la mentira, ya que el niño imagina y realmente cree que está jugando a lo que esta imaginando.
Por ejemplo, si el niño está jugando con piratas, el realmente cree que está jugando con piratas. Por eso es bueno el poder entrar en ese juego, lógicamente que sabiendo distinguir entre lo que está bien y lo que no. Por ejemplo si pinto toda la pared, debemos explicarle que eso no está bien y el entiende.
Es un tiempo donde el cuerpo tiene otro lugar importante, donde son muy activos, donde disfrutan del movimiento. En ese movimiento nosotros tenemos que marcar “la cancha”, tenemos que determinar pautas, por ejemplo la pelota se usa afuera, adentro no. Debemos marcar cuales son los juegos de desarrollo físico que vamos a poder hacer dentro de casa y cuales en el patio. También es un tiempo donde la concentración es más breve, vamos a darnos cuenta que los niños de repente están 20 o 30 minutos jugando a algo y rápidamente cambian. Esto forma parte de su desarrollo, el tiempo de focalización es breve y poco a poco se va incrementando, por ejemplo un niño a los 5 años ya lo podemos ver jugando 1 hora. Es una etapa en donde el niño está en ese juego y muy centrado en si mismo. Por eso a algunos niños de 3 años o 3 años y medios, les cuesta compartir. Por ejemplo le pedimos que compartan sus juguetes cuando vienen sus primos y les cuesta. Esto también forma parte de su desarrollo, eso no quiere decir que vaya a ser así de por vida, sino que debemos estimular que comparta algunas cosa, pero debemos respetar sus lugares, sus juguetes preferidos. Y debemos siempre ponernos en el lugar del niño, pensemos nuestras cosas más preciadas, ¿Las compartimos rápidamente o nos cuesta un poco? Asíque debemos ayudarlo a ser una persona generosa poco a poco.
Natalia: ¿Hay plazos para que los niños cumplan las distintas etapas?
Mº Eugenia: Es importante recordar que estamos hablando de una etapa, de entre los 2 a 5 años, que tiene enormes cambios. Estos cambios conllevan exigencias buenas, que son las que ayudan a crecer, que llevan a ganar autonomía, para las cuales el niño está preparado. Pero también hay presiones externas que a veces en lugar de ayudar a hacer esa conquista, lo presionan tanto que lo inhiben. Debemos recordar que es una etapa en donde el niño va dejando el chupete, que fue un compañero importante, empieza a tomar la leche en taza o en vaso, donde comienza a controlar esfínteres y dejar los pañales. Comienza a alimentarse de manera más autónoma, son muchas cosas que el niño tiene que lograr.
Por eso podemos pensar ¿Todas las personas pueden lograr hacer todas esas cosas al mismo tiempo? Si bien hay pautas generales, y si bien una puede decir que el niño está preparado fisiológicamente para retener esfínteres a partir de los 2 años, no es que se cumple exactamente. Ósea el día del cumpleaños le saco los pañales y listo. Porque para todo en la vida necesitamos frecuentación, exposición, algunos aprenden más rápido y otros más despacio. Debemos reconocer la diferencia entre cada sujeto, las fortalezas y las debilidades que nos van a acompañar toda la vida. Hay quienes van a ser muy hábiles motrizmente y otros que van a ser hábiles desde el punto de vista del desarrollo de su lenguaje. Tratemos de no angustiarnos. Tratemos de no comparar, porque nos genera mucha ansiedad y eso no ayuda a crecer. Por supuesto que debemos darle importancia al valor de la intuición, a las experiencias previas, o el valor de tener una familia con quien conversar y compartir esas preocupaciones. También podemos compartir con nuestra comunidad de fe y buscar consejos, donde hay otras personas que han pasado por lo mismo o por experiencias similares. Y por supuesto los técnicos que acompañan el proceso de crianza, el pediatra de referencia. Lo importante es que ante la duda, cuando realmente nos está preocupando, hacer estas consultas que nos ayuden a volver a la realidad y al poseso de desarrollo.
Lo mismo sucede en la puesta de límites, decíamos hoy que es una etapa en donde si bien ellos ganan en autonomía, todavía necesitan de nosotros. Todavía tienen poca noción del riesgo. En esta etapa el NO, ya aparece como una palabra importante. Tanto el No como el Sí. Tenemos que empezar a explicitar, porque más vale poco y claro, que muchas normas que son incumplibles, o muy explicadas que no se entienden.
Entonces debemos marcar aquello que como familia priorizamos, por ejemplo los hábitos, la hora de comer, la hora de bañarnos, etc. También las maneras en que nos hablamos, las maneras en que resolvemos los conflictos y ayudarlos, a veces debemos ser mediadores, por ejemplo en una pelea con el hermano. Esas cosas forman parte del desarrollo, por ejemplo cuando pasa una situación así, preguntarle al niño en vez de pegarle a tu hermano, ¿Cómo lo podríamos haber arreglado? Debemos explicitar que para Mamá y para Papá es importante que puedan hablar y no pelear, que nos pidan ayuda y no se golpeen. Debemos ir marcando pequeñas afirmaciones, donde ellos van empezando a conceptualizar, porque su psiquis ya está preparada y puede empezar a decir esto está bien y esto está mal. Claro está que no en todas las familias será igual.
A los 4 o 5 años cuando empiezan a ir a las casas de los amigos y empiezan a ver otras realidades, los niños van a empezar a comparar modelos. Por eso es importante marcar normas y mantenerlas por que las mismas le dan seguridad y le ayudan a saber qué es lo que se espera del él. Otro tema muy importante en esta espata es el desarrollo sicosexual, ellos empiezan a tomar otra conciencia de su propio cuerpo, empiezan a descubrir que están las nenas y que están los varones. Comienzan a notar las diferencias y a preguntar por las semejanzas. A veces como padres nos agarra desprevenido, pero desde que son bien chiquitos debemos tratar al cuerpo como creación de Dios, como regalo precioso que el nos dio y nombrar con naturalidad. Explicitar acerca de las distintas partes, así como nombramos al codo o a la rodilla poder nombrar los genitales con el nombre que tienen, para que ellos también lo puedan nombrar con naturalidad. Siempre debemos conversarlo con nuestra pareja, o con quienes están en nuestro entorno para generarnos confianza a la hora de criar a los niños.
Natalia: ¿Qué pasa cuando los niños van a la escuela, los padres deben reforzar algunos límites? ¿Cómo se está mejor preparado?
Mº Eugenia: Es importante reconocer que en este tiempo la escolarización de los niños suele ser mucho más temprana que hace un tiempo atrás. Debemos pensar que hay niños que con 1 año o año y medio ya están escolarizados, eso es muy personal y depende de cada familia, pero debemos destacar que si esperamos a los 3 años para envíalo no pasa nada y es bueno también. Porque él niños necesita un tiempo para su desarrollo, necesita seguir de sus propios ritmos y es más difícil cuando se institucionaliza. Es una etapa muy importante la de empezar la escuela, sea a los 2, 3 o 4 años porque ese núcleo fuerte de base que es la familia de manera exclusiva en las primeras etapas pasa a ser compartido con otra institución. El niño comienza a conocer otros adultos, otros pares que no viene acompañando en ese desarrollo. Ahora veremos algunas cosas que son muy importantes.
Primero la confianza, que la familia realmente sienta confianza en ese centro educativo, que se haya tomado el tiempo en pensar cuál es el mejor lugar para el niño. Compartir valores, maneras de educar, perspectivas, porque eso también va a ser una fortaleza para el niño. Porque si nosotros caminamos hacia un lado y la escuela hacia otra es muy difícil porque el niño es el mismo. O si nosotros no confiamos en esa escuela y estamos para cuestionar o para dudar, es preferible hacer otra opción y esperar hasta encontrar el mejor lugar. Porque los niños necesitan de modelos para crecer, con los cuales se van a ir identificando, reconociendo y es importante que en las grandes ideas, en las grandes líneas compartamos. Que cuando dejemos a ese niño, lo dejemos con alegra, con confianza, sabiendo que va a aprender, que va a crecer, para que el también lo viva así. Va a ser muy importante el proceso de socialización que allí se va a establecer. Manteniendo lo que decíamos que a los 3 o 4 años aun les cuesta compartir, el juego es en paralelo, no necesariamente va a estar la interacción con el otro, eso va llegando con el tiempo, o sea a finales de los 4 o 5 años. El los preescolares se retoma el comenzar a conocerse como varones o como niñas, el ver quien es quien, quien soy yo. La sexualidad pasa por mucho procesos desde si usan colita en el pelo, si usan pollera o no, pero es parte del identificarse, y así vamos llegando al final del preescolar y comenzando con las primeras etapas del escolar. Donde allí hay una gran presión social por los aprendizajes. Empieza a tener otra relevancia, el hecho de aprender a leer o poder escribir, conocer los números y poder calcular.
Dicha presión esta en nuestro entorno, entonces los niños comienzan a ponerle mucha energía a eso, porque sienten que es importante para los adultos. El juego sigue siendo fundamental. Cuando un técnico o un maestro mira a un niño, las pistas que tiene para saber si es un niño sano es sabes si come saludablemente, si duerme bien y si tiene capacidad de jugar. En esta etapa de apoco van incorporando los juegos más sociales, van a incorporarse los juegos de reglas, van a jugar más al futbol o más a la mancha y va a ser ellos muy fuertes en la marcación de los limites, de las reglas porque empiezan a necesitar estas certezas que se fueron dando a lo largo de su proceso de crecimiento. Comienzan a ponerlas en juego y son mucho más exigentes que nosotros. Empiezan a disfrutar de lo colectivo, empiezan a ganar autonomía y a tener otro nivel de reflexión. La imaginación permanece pero hay un puente o una conexión con la realidad más importante, comienzan a hacer otro tipo de preguntas que tienen que ver con la existencia, pero con el conocimiento. Recordemos que vivimos en un mundo de muchísima información, asique es importante poder ayudarles a ordenar esa información o disfrutarla, sin enloquecerse y caer en un consumo de información. Acá también podemos ver un límite claro, que como padres debemos ayudar a los niños a comprender que el valor esta en el ser y no en el tener. Y el límite para el consumo también es un límite importante.
El poder explicitar a los niños que a veces podemos comprar, a veces podemos tener determinadas cosas materiales pero lo que nos define como personas son otras cosas. Esto es difícil porque hay mucha presión del entorno, por lo que tiene mi amigo, o por lo que desea. El deseo es importante y que haya un espacio entre el deseo y la obtención también es una fortaleza para la vida, porque crecemos cuando postergamos. Crecemos cuando nos frustramos, cuando aprendemos a enfrentar ese conflicto y saber que el mundo no se acaba. Que hay otros caminos, que hay otras alternativas, que hay un tiempo de espera. Y que el esfuerzo también tiene un lugar. No podemos entrar en esto de por haber logrado algo, le hacemos un regalo. La satisfacción tiene que estar dada por la habilidad lograda. Por el desarrollo conquistado. Podemos felicitarlo, estimularlo, acompañar y claro que podemos premiar debes en cuanto pero no puede ser la moneda de cambio permanente. Porque podemos caer en grandes errores, porque puede quedar asociado la buena acción al premio yeso no fortalece a la persona.