Llamados a Servir

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28 octubre, 2010
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Llamados a Servir

Cristian y Saida nos cuentan su testimonio de vida en este programa para no perderse. Cristo les cambio la vida, y los unió en un hermoso matrimonio con muchos sueños para cumplir.


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EA422 – Entre Amigas – Llamados a Servir



Receta: Ceviche


Entrevista con Cristian y Saida

Sandra: Muy bien y atención Costa Rica, los amigos están por allí escuchándonos en este querido país, porque los invitados del día de hoy vienen desde ese país y a ellos les queremos dar la bienvenida. Se trata de un joven matrimonio es Cristian y Saida que nos están acompañando en el programa de hoy. Muy bienvenidos.

C y S: Muchísimas gracias.

Sandra: Bueno, a coro que lindo. Bárbaro, y quería preguntarles un poquito, bueno, ahora es lindo verlos como matrimonio, está la nena de ellos por allá escuchando el programa, pero cuenten un poquito como nació esto, ¿cómo se conocieron?, para que la gente los empiece a conocer.

Saida: Bueno, yo nací en un lugar que no era cristiano pero mi mamá siempre se preocupó de que nosotros conociéramos al Señor así que entre su búsqueda encontramos una Iglesia en la cual nos hablaban de él Señor, empezábamos a crecer ahí, nos bautizamos incluso, pero yo nunca escuché del Evangelio nunca nadie me vino y me predicó acerca de Cristo, y yo me bauticé, y lo sabía todo pero nunca escuché el Evangelio allí. Después de un tiempo como a los 13 años yo empecé a involucrarme en lo que era la música rock, media y se lee, me pasaba en mi cuarto todo el tiempo, no salía, tenía temor de salir…

Sandra: … como les pasa a muchos jóvenes hoy ¿verdad?

Saida: … Sí y a raíz de toda la influencia de esa música, y mi mamá estaba muy preocupada un día en la mañana llegaron unas chicas a la casa invitándome a un campamento, habían hecho un contacto conmigo en el colegio y me invitaron a un campamento de Palabra de Vida en Costa Rica. Bueno, y lo fuiste. Durante toda la semana me predicaron el Evangelio pero yo no entendía, yo creía que era salva porque había ido a una Iglesia durante años yo me había bautizado, yo era buena hija, no había hecho nada malo, y yo creí que por eso era salva pero al final del campamento, el último día que era el tiempo del fogón, predicaron por última vez el Evangelio y yo realmente entendí que no era salva así que ese día, un 26 de enero del 96, yo recibí al Señor en mi corazón y entendí que no era por ir a una Iglesia y ahí dediqué mi vida al Señor, cambió la entregué y dije; Señor si quieres utilizarla para ser misionera, si quieres que yo trabaje y sustente misioneros no importa pero quiero dedicarme a ti. Y así fui al Instituto bíblico en Argentina, de Palabra de Vida, allí yo empecé a estudiar la palabra del Señor, empecé a crecer, empecé a aprender cosas que no sabía, y ahí conocí a Cristian, ahí nos conocimos y empezamos orar, empezamos a tener una relación de noviazgo conforme a creencias, pensando que era lo mejor y realmente fue un lindo tiempo como novios, después pasamos al matrimonio y ahora estamos casados hace seis años.

Sandra: Qué lindo, que lindo! Y además me impacta ver cómo Dios transforma las vidas, de una vida aislada y bueno, allí solitaria, que imagino en el cuarto, alimentando que de esa música rock ha una vida con un propósito tal que hoy te trae al Uruguay, primero a Argentina, a un país extraño a hacer un Instituto bíblico, allí animarte a esto de un matrimonio, ¿no es internacional el matrimonio, no, los dos son de Costa Rica?

Saida: No, él es de Argentina.

Sandra: Ah él es de Argentina, bueno, así que un matrimonio internacional, siguen los desafíos y ahora todavía en otro país nuevo que es el nuestro, que es Uruguay donde estamos haciendo el programa ahora, así que vaya cambio, vaya transformación.

Saida: Sí, increíble.

Sandra: Impresionante, bueno muy bien y tenemos por acá a Cristian que es el argentino que conquistó el corazón de Saida.

Cristian: Así es

Sandra: A ver, que él nos cuente también de su historia.

Cristian: Bueno muchas gracias Sandra. Bueno, también como compartía Saida yo no nací en un hogar cristiano. Y era un hogar que tampoco prácticamente ser como enseñar nada de él Señor. Y yo no recuerdo nunca haber ido en familia a alguna Iglesia siquiera. En los nueve años allá en Argentina antes el ejército era obligatorio, entonces mi hermano salió para el ejército y mis padres se divorciaron entonces fue como en un abrir y cerrar de ojos, fue como que la familia se desintegró.

Sandra: Claro, cambió la realidad familiar totalmente.

Cristian: Totalmente, nos vemos a vivir a mi mamá a otra provincia y donde llegue era como el benjamín del grupo de amigos que había, de la barra, chicos que les llevaban entre tres, y cuatro años, y que ya estaban metidos en drogas, en delincuencia y en todas las cosas que tienen que ver con ese mundo. Así fue que casi 10 años y medio, 11 ya estaba metido yo también en todo eso, fumando y fumando, consumiendo mariguana y metiéndome en un mundo que uno cree que es divertido que uno lo puede disfrutar, que uno lo puede manejar, y que uno se cree más inteligente que los que no lo hacen. Y así fue, los 13 años bueno, ya mi mamá se dio cuenta y me echaron de casa y entonces me fui a vivir con unos amigos.

Sandra: Y quizás fue peor porque los amigos no daban mucha influencia positiva.

Cristian: Lo bueno fue que en cierta forma aunque a mi vieja le dolió un montón pero era necesario un límite, un límite en el que yo tenía que elegir o la familia o seguir con todas las cosas que estaba haciendo y lamentablemente elegí por seguir hundiéndome, dejando por detrás todos los afectos familiares. Y en peso peor la debacle, ya viviendo con los amigos era necesario darnos más a la delincuencia, por decirlo así, para mantener el vicio, viste, las cosas que hacíamos, y así fue como ya a los 15 años, viste, entrar, salir, estar 15 días a veces un mes en algún calabozo mentido, si prometiendo cosas a un Dios que decía no crear pero que en aquel momento uno prometía para que lo sacara de los apuros, cuando las papas queman…

Sandra: … Todos nos acordamos de Dios…

Cristian: … sí, todos nos acordamos de Dios.

Sandra: ¿Y al final cómo fue que alguien te presentó al Señor Jesucristo para que haya un cambio definitivo?

Cristian: Bueno, fue interesante porque a los 18 años yo empecé a buscar cambiar de vida ya estaba cansado, ya había pasado por algunos intentos de quitarme la vida porque estaba harto de cómo estaba viviendo, y fui a hacer algunos programas de rehabilitación y sinceramente hice como cuatro o cinco y no sirvieron de nada. Entonces dije bueno, si el mundo y la psicología no me salva entonces tengo que buscar de Dios. Y empecé a buscar de Dios por diferentes iglesias, me metí en un montón, bautista, budista, católica, adventista, me metí en un montón de lugares que decían seguir a Dios, o decían tener a Dios. Y fue también encontrarme con muchas reglas de cosas que tenía que hacer para ver si es que Dios me llegaba a aceptar. Reglas que no las podía cumplir obviamente, entonces decidí bueno, voy a terminar siendo un adicto que moriré con sida como ya habían muerto algunos amigos, o que alguno me matara como había pasado con otros. Sin embargo donde me fui a vivir, un lugar donde estuve alquilando, una muchacha ahí durante todo un mes me estuvo predicando el Evangelio. Estuvo explicándome que mi problema no era ni la delincuencia, ni la droga ni nada de eso, sino que mi problema real era mi pecado y me estaba siendo al infierno. Y cuando una presentaba que Cristo era el que me había amado, y que había venido a este mundo a morir por mis pecados, era como que me costaba que entrara la pieza en el rompecabezas y es ya no, no puede ser tan sencillo, no puede ser tan fácil. Y claro, la parte fácil es la nuestra, la parte, por decir así la hizo él en la Cruz, cargando con nuestros pecados y fue en diciembre del 98 donde por decir así, deje de pelear contra Dios y bueno, al lado de mi cama me arrodille y fue sólo, allí en mi cuarto que le pedí al Señor de que me perdonara, que me salvará, que creía en su hijo y que quería que también transformara mi vida.

Sandra: Y estaba haciendo cuentas y él decía, hace 10 años Cristian, hace 12 años Saida, y cuánta cosa preciosa quiso el Señor. Cuentennos, después de que Cristian estuvo allí con todo este tema del consumo después de que Saida buscaba también de Dios con su mamá, pensó que la salva, después no hará nada y todas esas historias que nos contaron ¿qué es de la vida de ustedes hoy como matrimonio?

Saida: Bueno, ahora estuvimos un tiempo en Costa Rica como misioneros y siempre estuvo el deseo de venir a Uruguay desde Argentina estuvo el deseo de venir a Uruguay como misioneros y tener una obra acá y con mi esposo ya el año pasado, ya comenzó un mover todo, a vender todo con el deseo de venirnos para acá.

Sandra: Y están, aún vamos a contarles a los oyentes cuantos días hace que están en Uruguay, ¿por qué no hace tantos?

Cristian: Bueno, gracias a Dios ya hace de 15 a 16 días que hemos llegado como compartíamos con algunos amigos, nuestra tierra prometida, queríamos hacer tiempo venir, y básicamente la idea es poder estar colaborando con las iglesias sobre todo del interior del país queremos, estar entrenando los hermanos para que podamos salir juntos a compartir el Evangelio, queremos que es necesario, Uruguay está pasando por un tiempo de muchos cambios y creemos que es el tiempo justo para poder salir como Iglesia y tener por decir así, como una actitud un poco más agresiva, si se quiere llamar, en el sentido de levantarnos de las bancas, más activa y bueno, este es nuestro sueño, nuestro deseo. Hemos salido estos días a predicar ya, con algunas iglesias, a algunos parques, allá en las piedras…

Sandra: … la piedra, que aclaramos es una ciudad cercana a la capital del país de Uruguay…

Cristian: Bueno, hemos visto un poco la realidad, que el uruguayo, como que no le gusta mucho a veces que le hablen de Dios pero también sabemos que hay un Señor que es poderoso y que puede ablandar cualquier corazón, entonces sabemos, y vamos detrás de aquel que nos llamó, vamos detrás de Dios haciendo la obra que él quiere.

Sandra: Le quería preguntar acerca de esta realidad en la vida de ustedes, de este cambio tan profundo, que puedan explicarle al oyente, a lo mejor hay algún oyente que está escuchando y está también, como estabas en el pasado Cristian, consumiendo, sin saber qué hacer, dónde buscar, como salir, o quizás optando por hundirse como te pasó en tu caso. Quizás jóvenes que estén escuchando, que estén dedicados a la música rock y que no sientan plena satisfacción, que sientan que aún así falta algo, ¿cómo explicarles que lo que ustedes hicieron es lo que hay que hacer?

Cristian: Mira, yo creo que vos diste, en el clavo en decir no se haya satisfacción plena fuera de Dios y había uno de los grandes filósofos que decía que todos tenemos un vacío conforma de Dios, y creo que ese vacío, o esa felicidad plena la podemos hallar en él. Ahora, es importante de que entendamos, que no es una cuestión de religiones, no es una cuestión de encerrarme dentro de cuatro paredes y hacerme o creerme el santo sino una cuestión de una relación personal que él vino a establecer con nosotros cuando descendió a este mundo y murió en esa Cruz por salvarnos. Y es interesante que si yo no me creo un pecador condenado, ¿de qué me va a salvar el Señor? hay un Dios que nos ama y envió lo más preciado que tenía que es su hijo y lo envió para morir por otra pecados y ahí hundió que quiere salvarnos y simplemente es necesario poder abrir las puertas de nuestro corazón y aceptarle como Salvador, aceptar ese regalo tan precioso y a partir de ahí y empieza la obra él, y empieza a ser cambios maravillosos de los cuales si , años antes de haber recibido a Cristo me hubieran dicho, mira un día vos vas a recibir a Cristo, y vos vas a tener estos cambios y vos vas a querer servir al Señor un día, y no va a haber nada más importante en tu vida que querer servirle a él, yo le hubiese dicho que estaba drogado, sin embargo hoy que he visto la obra de Dios en nuestra vida, en nuestros corazones, sé que es un Dios grande que puede hacer maravillas.

Sandra: ¿Y en tu caso Saida?

Saida: Eh, pienso exactamente igual que mi esposo, creo que no importa si yo creo que soy buena persona, en caso de él usaba drogas y el Señor lo rescató, en el caso mío yo pensaba que era buena persona, y porque iba una Iglesia y porque no había matado a nadie, o robado yo iba al cielo pero la Biblia dice que la única forma es el Señor Jesucristo y para eso vino el. Drogadicto, no drogadicto, ladrón o no ladrones, el Señor vino por vos, y para eso derramó su sangre y es aceptando el de como Salvador y creyendo, creyendo y confiando, teniendo fe que él puede limpiarte y llevarte al cielo un día.

Sandra: Y es el lindo mensaje con el que podemos cerrar esta nota el saber que Jesucristo ha hecho todo para que podamos tener una vida plena y diferente. Así que bueno, después vamos a darle los puntos de contacto por sí aquellos que nos escuchan quedan con dudas o quieren conocerlos, escribirle es un mail o algo así, seguramente van a poder hacerlo a través de nuestra página y demás. Muchísimas gracias por haber venido casi en los primeros días que están en Uruguay pero que se han hecho un tiempito para venir hasta acá.

Cristian: Gracias Sandra por habernos invitado y por tener la oportunidad de compartir con voz y con tanta gente que escucha esta emisión.

Saida: Muchas gracias.

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