Sin humo de tabaco
9 marzo, 2016Decisiones que influyen generaciones | Rut (1)
9 marzo, 2016Miriam Garroni nos trae a la mesa la vida de Ana, la madre de Samuel. De su vida podemos sacar muchas enseñanzas prácticas para las nuestras. No tenemos dudas que será de bendición a tu vida. Acompáñanos y descubre lo que el Señor quiere mostrarte hoy.
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EA643 – Entre Amigas –
“Desesperanza vs Esperanza» / La vida de Ana (1ª parte)
Receta: Sopa crema de Calabacín
Entrevista a Miriam Garroni
Sonia: Estamos con una amiga ya conocida, y parte de nuestra casa. Ella es Miriam de Caroní. Miriam ya nos ha estado enseñando sobre algunas mujeres de la Biblia. Hemos estado viendo la gran enseñanza que Dios nos da, sobre como El quiere cumplir en y a través de nosotras su propósito. Asique no me queda mas que preguntarte ¿Qué mujer vamos a ver hoy?
Miriam: Hoy vamos a ver a Ana, la mamá de Samuel.
A menudo los creyentes pensamos y tratamos de ponernos algún propósito para nuestras vidas y así tratar de llevarlo adelante para Dios.
Pero en el Salmo 138:8 la Palabra de Dios nos dice: – Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos. Así es claro que no es mi propósito, si no el propósito de Dios. Y no soy yo quien debe cumplirlo, sino que Dios promete cumplirlo El en mí. Un propósito de Dios para la vida del creyente es dar esperanza. Dios puede usarnos para llevar esperanza a muchas personas, a todos los que están en nuestro alrededor. Pero primero veamos ¿Qué es la esperanza? La definición más práctica es: Esperar con la confianza de que aquello que se espera va a ocurrir. O esperar con confianza de lograr algo o alguna cosa. Y otra definición es esperar con confianza el cumplimiento de una promesa. En la historia del mundo hubo quienes tuvieron esperanza. Algunos eran personas comunes, otros grandes científicos que descubrieron vacunas y antídotos. Todos trabajaron con la esperanza de poder alcanzarlo, y hoy nos han librado de flagelos o enfermedades. Pero lamentablemente están también aquellos que no tuvieron esperanza, de ellos los únicos registros que existen son los que hacen los profesionales de la salud. La organización mundial de la salud informo que en el año 2005 se suicidaron en el mundo, 1 persona cada 40 segundos. Uruguay es el país de América Latina con más suicidios, en el 2009 hubo 537 suicidios. Actualmente en Uruguay solo en el Hospital Maciel cada fin de semana ingresan 7 personas que cometieron intento de suicidio. Y por cada persona que se suicida en el Uruguay hay 20 que están intentando suicidarse. ¿Y porque quieren suicidarse? Porque no tienen esperanza.
Hoy vamos a ver a una mujer en la Biblia que estuvo entre estos 3 tipos de personas. Primero estuvo entre las que no tienen esperanza, y luego paso a ser de las que si tienen esperanza.
Podemos tomar a Ana como un personaje de la Biblia, en el cual uno de los propósitos de Dios para su vida fue levantarla como un ejemplo de esperanza para nosotras. Ana vivía en un tiempo difícil, con circunstancias adversas tanto para su vida espiritual como para su felicidad y realización personal.
Ana vivo en el pueblo de Israel al final del periodo de los jueces. El último versículo del libro de Jueces describe la condición del pueblo en ese tiempo. Y Jueces 21:25 dice: En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
Sonia: Con eso ya describimos que complicado estaba la situación en la que Ana vivía.
Miriam: Estaba muy difícil, creo que aquel tiempo es muy parecido al que vivimos hoy. Cada vez hay más gente que hace lo que quiere.
El pueblo de Israel necesitaba desesperadamente un liderazgo piadoso, y un avivamiento espiritual. Así como lo estamos necesitando hoy en día.
Pero Ana, así como cada una de nosotras no solo tenía que sufrir los problemas del pueblo, sino los suyos propios. En 1° de Samuel 1 vemos que había un hombre llamado Elcaná que tenia 2 mujeres, una era Ana y la otra Penina. Penina tenía hijos pero Ana no.
Sonia: El no tener hijos en aquella época realmente era un problema.
Miriam: Era un problema muy grande. Todos los años Elcaná iba a la ciudad a orar y ofrecer sacrificio a Jehová. La Biblia nos dice que cuando llegaba aquel día, Elcaná daba sacrificio. Daba a Penina y a todos sus hijos e hijas una parte como correspondía. Pero a Ana le daba una parte escogida. La Biblia nos dice que se lo daba porque amaba a Ana aunque Jehová no le había concedido tener hijos. La situación de Ana era triste, el no poder tener hijos le quitaba toda motivación para vivir. Ana no tenia esperanza. Pero a Ana le pasó como nos pasa a nosotros que a veces a un problema se le agrega otro. La Biblia nos dice que a su problema se le sumaba que su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola. Así hacia cada año. Cuando subía a la casa de Jehová Penina la irritaba, y Ana quedaba llorando y no comía. Penina era como aquel aguijón que esta siempre molestando. Elcaná amaba mucho a Ana y trataba de consolarla pero en su corazón Ana anhelaba tener un hijo.
Nos podemos preguntar, ¿Qué pasa con los que no tienen esperanza?
Eso es la desesperanza. Yo lo comparo con un sótano oscuro, misterioso, con paredes de rocas ásperas. Que cuando las tocas te cortan los dedos. Gotas de agua corren por las paredes, las escuchamos pero no las podemos ver. Donde también hay pequeños animalitos que tampoco vemos, asique nos imaginamos que son. Eso nos asusta, esta frio y húmedo. En ese sótano hay algunos muebles que apenas vemos por la gran oscuridad. Este lugar nos causa frustración. La falta de esperanza impide que Dios cumpla su propósito en nosotras, y así estaba Ana.
Comparemos a Ana con cualquier otra persona sin esperanza.
Primeramente vemos en el versículo 6 que nos dice: Su rival la irritaba, enojándola. Ana se enojaba y eso nos crea más problemas. La persona que se enoja suele descargar su ira con las personas que no tienen la culpa, provocando resentimientos.
Luego la persona si esperanza se entristece, lo vemos en el mismo versículo. La persona entristecida vive concentrada en sus problemas, ensimismaba en pensamientos negativos. En el Nuevo Testamento también nos dice que los que no tiene esperanza se entristece. En 1° Tesalonicense 4:13 Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Luego vemos que los que no tienen esperanza lloran. En el versículo 7.
Y también suele pasar que no comen o comen muy poco. Tienen amargura de alma. La amargura es muy peligrosa porque contamina a otros. Lo vemos en Hebreos 12:15.
El que no tiene esperanza tiene el espíritu atribulado, están acongojadas, se desaniman fácilmente. Se vuelven apáticos, indiferentes y afligidos, así como lo estaba Ana. Por lo tanto les falta motivación para vivir.
La Biblia no nos dice cuantos años Ana estuvo así, pero sí que ella no tenia esperanza, Dios no podía cumplir su propósito en ella. Dios no podía obrar hasta que hubiera un cambio en la vida de Ana.
Por lo que nos podemos preguntar ¿Porque no tienen esperanza?
Ana no tenia esperanza porque no había buscado en Dios la solución. Solamente se lamentaba de su situación. Antes de aceptar a Cristo yo estaba como Ana, sin esperanza. Hay millones de personas sin esperanza alrededor del mundo porque están lejos de Dios y no quieren buscarlo. Yo recuerdo que antes de aceptar a Cristo como mi salvador personal, estaba completamente sin esperanza. Lo buscaba pero no sabía como encontrarlo. Esta como dice la Biblia en Efesios 2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo… Busque a Dios en diferentes religiones, pero seguía sin encontrarlo. Seguía sin esperanza, me desesperaba y no quería seguir viviendo. Pero estando en aquel sótano de la desesperanza, los años iban pasando en la oscuridad, en el frio. Sentía que ese lugar era como una prisión, asique comencé a explorar las paredes de aquel sótano. Estaba sin esperanza pero de apoco esos ladrillos comenzaron a caer y pude ver una luz brillante. Esa luz era la luz de la esperanza.
Sonia: Animamos a todos los que están sin esperanza que busque a Dios y el les dará la salida de ese sótano. En el próximo programa seguiremos hablando sobre este tema.