Relaciones interpersonales (1ª parte)

Las relaciones interpersonales son una interacción recíproca entre dos o más personas. En otras palabras, es la comunicación que tenemos con los que nos rodean ya sea familia, trabajo, amigos. Jesús nos da principios para todas las relaciones que nos rodean diariamente. Marta Félix nos da algunas pautas para tener buenas relaciones interpersonales.

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EA649 – Entre Amigas –
Relaciones interpersonales (1ª parte)

Receta: Tarta de fresa

Entrevista a Marta Félix

Natalia: Estamos con Marta Félix de Medina, ella junto a su esposo pastorean una iglesia en Montevideo, Uruguay. También ha participado de institutos Bíblicos de las Asambleas de Dios en Haggai, donde estuvo hablando sobre el tema que vamos a ver hoy. Hoy vamos a estar hablando sobre las relaciones interpersonales.

Marta: Así es, y es un gran tema en sí. En el día de hoy es una de las cosas más difíciles de lograr. El tener un buen trato entre nosotros,  llevarnos bien y comprender al otro.

Natalia: Sin duda, además es algo de lo que no podemos escapar. Porque siempre estamos teniendo trato con alguna persona, ya sea la familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. El tema es que no siempre es fácil, ya sea por nosotros o por los demás. Pero cuando hablamos de relaciones interpersonales ¿Cómo podríamos definirlo?

Marta: Como tu decías, es imposible no relacionarnos con alguien, en el mundo que vivimos siempre estamos en contacto con personas. A veces con personas que nos agradan, otras veces tenemos que estar en contacto con personas que son difíciles, o tal vez nosotros somos los difíciles. Pero en este tema de las relaciones interpersonales hay alguien a quien no podemos dejar fuera, y es a Dios. Porque aunque pensemos que no, cada uno de nosotros nos relacionamos con Dios, aun aquel que dice que Dios no existe. Porque eso es un vinculo de distanciamiento, de ignorar y de rechazar a la persona de Dios. De esa relación con Dios dependen el resto de las relaciones que tenemos con las demás personas. Por eso es lo más importante comenzar por revisar nuestra relación con Dios.

Natalia: ¿Cómo tendría que ser esa relación con Dios para que funcione?

Marta: Lo primero que debemos recordar es que Dios nos creo para tener ese vínculo con El. Dios nos creo para que seamos amigos de El, para que podamos tener una relación personal y no para que sea un Dios distante donde solo puedo hablar con El en determinadas ocasiones. Si bien todos somos creación de Dios, solo a través de Jesucristo su hijo podemos llegar a ser hijos de Dios. El ser humano tiende a comunicarse con Dios solo cuando está pasando por problemas o circunstancias difíciles. Pero Dios nos ha creado para más que eso, para una relación personal diaria con El. El ser humano aunque no lo reconozca tiene una necesidad profunda de Dios. Hay un vacío que solo Dios lo puede llenar. Entonces lo principal en el ámbito de las relaciones interpersonales es poder comunicarnos con Dios. Poder tener un acercamiento a El.

Natalia: Como hablábamos al principio hay distintos vínculos con las personas y con Dios pasa lo mismo. ¿Como sé que tengo una relación sana con Dios?

Marta: Lo primero es el poder ser hijos de Dios, porque la manera mas fácil de poder comunicarnos siempre es de Padre a Hijo, es tal vez la relación mas importante. Y para ser hijos de Dios nosotros tenemos que recibir a Jesús, a Cristo como nuestro Señor y Salvador. Tenemos que reconocer que el es el único mediador entre Dios y los hombres, no hay otro camino. A veces hay mucha confusión con respecto a esto. La gente busca en millones de caminos. Hay una frase muy conocida que nos dice todos los caminos conducen a Roma, pero sabes que no es así. Y tampoco todos los caminos conducen a Dios, hay un solo camino que es Jesucristo. El dijo:- Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al padre si no es por mí. Por lo tanto si no has encontrado una respuesta, es que tal vez no has buscado al único camino que es Jesucristo. A través de él nosotros llegamos al Padre y a través de Cristo podemos tener comunión con el Padre, y tener esa relación de Padre a Hijo. Eso sería el primer paso, saber si estamos buscando por el camino correcto. Además Dios también nos provee de herramientas como la oración. La oración es hablar con Dios. En ese momento que disponemos en el día para hablar con él, podemos hablar en confianza, como hablamos con una amiga, contarle todo lo que nos pasa. Que importante es que en este tiempo que vivimos tan apurados, podamos tener un tiempo para hablar con Dios. Porque la oración no es un monologo, Dios también nos habla. Dios nos habla a nuestro corazón, poniendo inquietudes. Pero la manera mas clara de cómo nos habla, es a través de su palabra. También es la forma más confiable que tenemos, porque a veces uno podría llegar a escuchar otras voces y confundirse. La Palabra de Dios, la Biblia es una carta que él nos ha dejado para que podamos conducir nuestra vida. Es nuestra regla infalible de fe y de conducta. Es esa luz que nos guía, es esa lámpara que ilumina nuestros pies. Hoy en día necesitamos más que nunca ese manual de instrucciones para nuestra vida.

Natalia: Si tomamos como ejemplo a Jesús la forma de comunicarse con el Padre estando aquí en la tierra, era a través de la oración. Y también a través de la Palabra, porque él enseñaba a través de la Palabra. Citando a  los antiguos escritos, a los profetas.  Si creemos en Jesús y él es nuestro camino debemos seguir su ejemplo, orando y leyendo su Palabra.

Jesús también nos enseña sobre ese vínculo que debemos tener con los demás.

Marta: Eso es muy cierto y además es el contacto que tenemos a diario. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Jesús dio muchas enseñanzas acerca de cómo relacionarnos con los otros, sobre todo en el sermón del monte. Fue el “discurso” más importante que Jesús nos dejo, y creo que son las reglas que nos dejo para vivir. Lo podemos encontrar en la Biblia en Mateo 7. En el versículo 12 hay una frase que muchos la conocen, otros capas no saben que es una frase de la Palabra de Dios y es: – Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque ésta es la ley y los profetas. Estas son las palabras de Jesús, acá esta la regla de oro. Hagan ustedes con los demás, lo que quieren que los demás hagan con ustedes. Es la base para las relaciones interpersonales. Si cada uno de nosotros pusiéramos en práctica esto, el mundo sería una maravilla. Porque yo quiero que me amen, cuiden, abracen, que tengan tolerancia, respeto y un montón de cosas buenas. Asique imagínense si yo quiero eso para mí y lo pongo en práctica con los demás, todo sería mucho mejor.

Natalia: Esta frase es muy conocida y la citarla muchas veces se cambia a No le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti. Pero Jesús nos pide que si hagamos, es una frase activa, hagan con los demás.

Marta: Claro, es cierto Jesús nos dice Hagan ustedes. Nosotros tenemos que hacer, que actuar.

Natalia: ¿Como serian esa forma de actuar? ¿Qué nos dice la Biblia de cómo debemos actuar?

Marta: Jesús fue el ejemplo nuestro. Jesús siempre mostro amor, compasión. El veía un necesitado y hay estaba. Estaba en la necesidad, en donde lo precisaban, tenía una palabra justa en el momento justo.

Qué hermoso seria si cada uno de nosotros decidiera hacer eso con nuestras vidas. Qué lindo seria que donde este la necesidad nosotros podamos ir con una palabra de apoyo y de amor. El amor lo podemos expresar no solo con un abrazo, un beso o de la boca para afuera, sino con nuestras actitudes y gestos. Muchas veces eso es lo que mas nos cuesta. Yo creo que si cada uno de nosotros pusiéramos en práctica esta frase de oro, las relaciones interpersonales serian maravillosas.

A ninguno nos gusta que nos hablen mal, que nos maltraten y menos ahora que se está hablando tanto de los distinto tipos de violencia. Violencia de género, domestica, física, en el deporte, verbal, entre otros tipos. Por eso si nosotros aplicáramos estas frase seguro que no tendríamos que hablar de estos tipos de violencia porque sería evitados. Pero somos humanos y Dios conoce nuestras debilidades. Pero El está para ayudarnos en esas debilidades y eso es muy lindo porque no estamos solas para luchar, ni para enfrentar situaciones difíciles. Si no que tenemos un Dios grande, amoroso, poderoso, que está a nuestro lado y esta relación con Dios que hablábamos al comienzo nos lleva a tener una buena relación con el prójimo que nos rodea. Si está mal la primera relación, ósea con Dios, generalmente es inevitable que las otras relaciones no funcionen muy bien. Comenzamos a tener problemas con los demás, olvidamos esta regla de oro, y comenzamos a exigir que los demás nos den. Que nos respeten, que nos amen, y exigimos pero nosotros no estamos dispuesto a dar. Jesús siempre nos enseño a dar, El fue la demostración mas grande de dar. El Padre dio a   su único hijo por amor a nosotros, y Jesús se dio a sí mismo por nosotros. Jesús estuvo dispuesto a dar su propia vida, entonces esto son enseña que nosotros también debemos estar dispuestas a dar a los demás lo que tengamos para dar. Y quiera Dios que  lo que tengamos para dar sean cosas buenas, y como consecuencia nuestras relaciones interpersonales van a ser correctas, buenas y saludables.