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9 abril, 2018La fe triunfante – Parte 1
9 abril, 2018Hablamos con Alejandro Las, quien tradujo frente a más de 15.000 personas a Nick Vujicic, un australiano que nació sin brazos ni piernas. Te invitamos a conocer sobre su experiencia, su testimonio y su mensaje de esperanza para todo el mundo.
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EA701 – Entre Amigas –
Un desafío especial para un traductor experimentado
Entrevista a Alejandro Las
Natalia: Muy bien amigas, estamos en el tiempo de entrevistas con Alejandro Las, que ya nos ha visitado en otras oportunidades, así que nuevamente le damos la bienvenida.
Alejandro: Muchas gracias, Natalia, y saludos a toda la audiencia de Entre Amigas.
Natalia: Un placer tenerte con nosotros, en este caso por tu rol de traductor. Estuviste mucho tiempo en el barco Logos Hope, sabés inglés, sabés español y sabés comunicarte muy bien. Y no es la primera vez que te toca hacer este trabajo de traducción.
Alejandro: Sí. Al principio le tenía un pánico terrible, sobre todo cuando no dominaba muy bien el idioma del cual tenía que traducir, pero puedo decir que tengo una pasión, que me gusta mucho hacerlo, y creo que se necesita eso, porque también es un oficio un poco peligroso por momentos. Podés llegar a meter la pata y traducir lo contrario a lo que la persona está diciendo, y salir de esas peripecias a veces es un poquito engorroso.
Natalia: ¿Te pasó?
Alejandro: Sí, me ha pasado, en episodios mas bien cómicos, nada muy grave. Pero francamente, es un ejercicio que requiere mucha agilidad, que no te da tiempo de parar. En el momento si te equivocás en algo, tratás de arreglarlo rápidamente. Pero no es fácil.
Natalia: El problema es cuando en el público hay personas que saben inglés, o el idioma que estés traduciendo. ¿Te ha pasado que te corrigen?
Alejandro: Sí, me pasó en Puerto Rico, por ejemplo, que es un estado asociado a Estados Unidos, y que muchísima gente, aunque no todos, pero muchísimos hablan y entienden el inglés muy bien. Ni siquiera es que me equivocaba, pero me demoraba un poco, y ya había un coro de personas que me gritaban la palabra. Era bastante divertido.
Natalia: Bueno, es este caso te tocó traducir a una persona muy especial, como Nick Vujicic, supongo que es la primera vez que te toca que traducir un testimonio así, ¿no?
Alejandro: Si, hubo un caso muy similar, el caso de Joel Sonemberg. Era un chico que se quemó en un accidente, también un creyente y un predicador excelente. Vino a Uruguay hace quizás unos 5 años. Me tocó traducirlo y era un caso bastante similar, pero no tuvo la amplitud ni la repercusión que tuvo Nick. Esta fue la primera vez que me tocó traducir frente a una audiencia tan grande. Se estimaba que en el evento de la rambla iban a haber unas 15000 personas más o menos. La repercusión de Nick fue mucho mayor y tenía otros matices bastante diferentes a cualquier traducción previa.
Natalia: ¿Con él hablaste mucho antes, o simplemente llegó, empezó a dar sus charlas y vos cumpliste tu rol?
Alejandro: Sí, tuvimos una cena el día en el que llegó. Éramos alrededor de unas doce personas como máximo, y también ahí ya me tocó oficiar como traductor para el comité organizador que estaba presente. Pero daba la casualidad de que él había estado enfermo un par de días antes, entonces estaba muy cansado y habló alguna cosita, pero muy poco. Se le hicieron algunas preguntas en particular, pero sus respuestas eran bastante escuetas. Además, era la primera vez que volvía a entrar en comunicación con su familia y amigos, entonces estaba un poco con nosotros y un poco también con su celular escribiendo y contestando mensajes. Así con todo, fue el tiempo que tuvimos mayor interacción personal con él, pero ya dio para conocerlo un poco. Fue la primera vez que empezamos a interactuar con él y nos fuimos sacando los temores de ver como iba a funcionar todo eso.
Algo que me llamó la atención, que no había notado, es que él está permanentemente parado, por la condición en la que se encuentra. Uno lo ve en una silla, pero no está sentado, está siempre parado.
Natalia: Él lo toma muy natural, ¿no? En su interacción con los demás no tiene ningún problema.
Alejandro: Sí, él está totalmente acostumbrado. Se dio cuenta de la limitación que tenía recién a los 6 años, cuando empezó a ir a la escuela. Ahí se dio cuenta de que no tenía ni brazos ni piernas. Por más de que tiene hermanos, en la familia nunca lo trataron como alguien diferente, y él nunca notó la diferencia, hasta que empezó a ir a la escuela. En ese momento se dio cuenta de que era diferente. Así que si, tiene muchas cosas asumidas en forma natural. Nick mismo ha dicho que, como siempre fue así, no es que experimentó una pérdida. Se da cuenta de sus limitaciones, evidentemente, pero siempre fue así y por lo tanto siempre ha sido su ambiente natural.
Natalia: ¿Cómo es la reacción de la gente cuando interactúa con él? Porque vos estás en el medio, y podés ver las reacciones de las personas al escucharlo hablar.
Alejandro: Es una muy buena pregunta, nunca me lo habían preguntado. El comité organizador hizo un buen trabajo. Eso hay que destacarlo, porque levantaron una ola de interés importante. Entonces vos veías que toda la gente que se acercaba, se acercaba con la expectativa de escuchar algo importante. Veías eso en los rostros de la gente, lo políticos, los empresarios, los discapacitados, todo el mundo venía con una gran expectativa. Por esa razón es como si a Nick le hubieran pasado la pelota en el área, ya lista para definir y mandarse un gol. Ahora, vos le podés servir la pelota en bandeja y quizás la persona no está a la altura de la expectativa. Pero ese no es el caso de Nick. Nick recibía la pelota en una buena posición, la gente estaba con una gran expectativa, y no decepcionaba. Comenzaba contando chistes sobre sí mismo y así se ganaba al público, decía cosas como que a veces se acercaba mucho a la mesa y tenía miedo de caerse, no sea que se partiera una pierna, o cosas así, entonces la gente se reía, empezaba a ganar confianza, y de a poco se iba metiendo en cosas más serias. Y la gente lo seguía en todo eso, lo seguía desde el principio, en su testimonio, y en las cosas que le competían a la audiencia misma, sobre todo con cosas que decía como, por ejemplo, que la mayor discapacidad que el hombre puede llegar a tener es el temor. Es lo que más impide que el hombre pueda progresar.
Natalia: Mencionabas que él tiene la oportunidad de que las personas lo escuchen. ¿Qué pasa cuando empieza a hablar de Dios? ¿Cómo reacciona la gente?
Alejandro: Yo creo que depende un poco de la transición que él haga. El público nuestro es muy particular. Para un conferencista así que se mueve y que está tres días en un país y tres días en otro, para una persona que cambia de contexto cultural tan rápido, pienso que es difícil dominar ciertas transiciones que de repente el que está acostumbrado a pescar en esta agua conoce un poquito más. Cuando él hacía una transición de su testimonio hacia la fe en forma suave que incluía a las demás personas, la gente lo seguía con mucha atención. Si la transición era un poquito brusca, yo creo que el pez nuestro, acá en nuestras aguas, en seguida bajaba la cortina y se iba. Pero independientemente de eso, hay que reconocer que era consistente con su mensaje. Compartía la fe, y tenía un mensaje consistente, que se lo daba al discapacitado más limitado, se lo daba a Mujica, se lo daba a los empresarios y a cualquier periodista que lo entrevistara. Ese mensaje era que el Nick que ellos veían era la persona que era porque Jesucristo estaba en su vida, y había marcado un antes y un después.
Hubo un momento de esos que en mí opinión, que soy un atrevido en este sentido, es una opinión que puede estar perfectamente equivocada, pero, hubo un momento en el que me pareció que la transición fue un poquito brusca y de repente puede haber perdido un poquito la audiencia agnóstica o atea. Al otro día tenía una entrevista en la Teletón. Entonces, de camino a la Teletón le habían pedido algunas autoridades que fuera consciente de que era una organización no religiosa, como para que bajara el cambio con esa cuestión del evangelio. Allí hizo una muy buena transición. En definitiva, terminó haciendo lo mismo o con mayor intensidad todavía, pero más sutil. Empezó compartiendo su testimonio, y en un momento, cuando empezó a hablar de lo que realmente es el corazón de su mensaje, que es Cristo, él dijo, que sabía que no era una organización religiosa y que algunas personas allí quizás ni creían en Dios. Y después mandó todo lo mismo que compartía regularmente, e incluso terminó invitando a todo el mundo a repetir una oración, cosa que en otros lugares no había hecho. Entonces fue incluso más incisivo y la gente lo siguió, no perdió la audiencia. Esa consistencia de él me parece buenísima.
En un momento una periodista muy conocida le preguntó en una entrevista, cuál era el mensaje para el que no es creyente, para el que no cree en Dios. Y él podría haber dicho: no te rindas, la vida te da otra posibilidad, la podría haber piloteado de otra forma, pero volvió a decir lo mismo: Que el que quisiera escuchar al Nick que hace chistes, el que se ríe, el que le da para adelante, tiene que escuchar toda su historia. Y su historia es que Jesucristo es un factor fundamental en su vida. Y cuando terminó de decirlo, la periodista estaba lagrimeando. Si me hubieran hecho a mí la pregunta quizás la hubiera respondido y nada más. Pero él fue consistente con eso. Dios lo usa en una forma que va más allá de lo que nosotros podemos comprender. Y el hecho de que sea una persona que no conoce nuestras particularidades, le da ciertas libertades. Porque, gracias a esto, puede decir las cosas sin tapujos.
Natalia: Y a vos, Alejandro, evidentemente esta experiencia también te marcó. ¿Hubo algo en su forma de exponer y de hablar que empezaste a aplicar tú mismo?
Alejandro: Quizás el hecho de no tener temor de dirigirse a algunas personas. Porque si él llegó a repercutir en tantos círculos así es porque ya de antemano se había apuntado a eso. No fue casualidad. Entonces, eso es lo que quedó en mi corazón, no por voluntad propia, sino más bien porque Dios ha estado agitando mi corazón para acercarme deliberadamente a algunas personas sin temor de saber que de repente, en ciertas condiciones estamos en las antípodas, en situaciones totalmente opuestas, pero en términos de lo que es la fe, nosotros tenemos algo muy importante para compartir. La otra persona lo escuchará, o no. Pero sería bueno que nos de la oportunidad de hablar, y si nos da la oportunidad de acompañarlo en un proceso hacia la fe, incluso mejor. Así que eso me quedó agitando en el corazón, lo he compartido poco, pero con alguna persona lo he compartido. Y por más de que todavía no lo he llevado a la práctica, no he desistido tampoco. En cualquier momento me tiro al agua.
Me acuerdo que hace algunos años, cuando venía un cantante famoso a Uruguay, habíamos pensado en regalarle una Biblia y tener un tiempito con él, y lo hicimos. Tuvimos que luchar un poco, pero pudimos. Si uno entiende que es de Dios, es cuestión de proponérselo, orar, e ir.
Una de las cosas que hablamos en la cena con Nick, fue sobre algo que yo había visto en YouTube, que él había estado en el programa de Oprah Winfrey. Ella es una eminencia en el tema de entrevistas. Todo lo que pasa en su programa se catapulta a la fama. Nick estuvo dos minutos apenas con Oprah, pero desde que entró, estuvo hablando de Cristo. Entonces le preguntamos acerca de eso, y él dijo que fue un milagro. Llegó ahí porque estuvieron orando mucho tiempo, porque sabían que era una piedra en medio de un lago, y que eso tendría repercusiones. No fue fácil, pero finalmente pudo alcanzar a no se cuántos millones de personas con el evangelio.
Natalia: Muchas gracias por tu tiempo y por compartir con nosotros esta experiencia vista desde otro lado. Así que gracias.
Alejandro: Un gusto y hasta la próxima, si Dios quiere.