El mensaje del profeta Oseas es el del paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales relacionados con nuestra vida que se mencionarán en este estudio. Se abordarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
El mensaje del profeta Oseas es el del paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales relacionados con nuestra vida que se mencionarán en este estudio. Se abordarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
El mensaje del profeta Oseas es el del paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales relacionados con nuestra vida que se mencionarán en este estudio. Se abordarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
El mensaje del profeta Oseas es el del increíblemente paciente amor de Dios. Se mencionarán aspectos personales relacionados con nuestra vida y temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
“... de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”. Analizaremos esta palabra bíblica.
Como creyentes del nuevo pacto, sabemos que ya no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. Sin embargo, Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.
Como creyentes del nuevo pacto, sabemos que ya no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. Sin embargo, Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”. Estas palabras las encontramos tres veces en los Salmos. Hay gran ganancia en esperar en el Señor, ¡pues no hay nada imposible para Él!
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”. Estas palabras las encontramos tres veces en los Salmos. Hay gran ganancia en esperar en el Señor, ¡pues no hay nada imposible para Él!
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”. Estas palabras las encontramos tres veces en los Salmos. Hay gran ganancia en esperar en el Señor, ¡pues no hay nada imposible para Él!
„Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.“ La primera parte de este versículo habla de la vida del creyente en la tierra, y la segunda de la eterna gloria. ¡Estar eternamente con su Redentor y Salvador Jesucristo es la esperanza más gloriosa de todos los hijos de Dios!
“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.” La primera parte del versículo habla de la vida del creyente en la tierra; la segunda, de la eterna gloria con su Redentor y Salvador. ¡Es la esperanza más gloriosa de todos los hijos de Dios!
El versículo 5 del Salmo 23 nos muestra que al Buen Pastor – el Señor Jesús – se le ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra (como confirma Mateo 28:18). ¿Dónde prepara a los suyos una mesa en presencia de sus angustiadores? ¡Solo el Vencedor del Gólgota puede hacerlo!
El versículo 5 del Salmo 23 nos muestra que al Buen Pastor – el Señor Jesús – se le ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra (como confirma Mateo 28:18). ¿Dónde prepara a los suyos una mesa en presencia de sus angustiadores? ¡Solo el Vencedor del Gólgota puede hacerlo!
El versículo 5 del Salmo 23 nos muestra que al Buen Pastor – el Señor Jesús – se le ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra (como confirma Mateo 28:18). ¿Dónde prepara a los suyos una mesa en presencia de sus angustiadores? ¡Solo el Vencedor del Gólgota puede hacerlo!
¡Vivimos en un tiempo turbulento! Amenazas de guerra, criminalidad creciente y desempleo caracterizan nuestros días. El autor analiza esas dificultades y nos anima a confiar en Dios.
¡Vivimos en un tiempo turbulento! Amenazas de guerra, criminalidad creciente y desempleo caracterizan nuestros días. El autor analiza esas dificultades y nos anima a confiar en Dios.
¡Vivimos en un tiempo turbulento! Amenazas de guerra, criminalidad creciente y desempleo caracterizan nuestros días. El autor analiza esas dificultades y nos anima a confiar en Dios.
¡Vivimos en un tiempo turbulento! Amenazas de guerra, criminalidad creciente y desempleo caracterizan nuestros días. El autor analiza esas dificultades y nos anima a confiar en Dios.
¡Vivimos en un tiempo turbulento! Amenazas de guerra, criminalidad creciente y desempleo caracterizan nuestros días. El autor analiza esas dificultades y nos anima a confiar en Dios.