20 agosto, 2011
Mientras el profeta Ezequiel estaba prisionero en Babilonia, los enemigos de Israel triunfaban. Tuvo la desagradable tarea de anunciar el juicio futuro sobre su pueblo, pero su mirada profética vio también la futura gloria del pueblo de Dios. Escuchemos sobre esto en el mensaje de Samuel Rindlisbacher.