El significado del tribunal de Cristo (3ª parte)

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Autor: Mark Hitchcock

El nuevo testamento habla en varios pasajes del tribunal de Cristo. El porqué del tribunal de Cristo.


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PE2813- Estudio Bíblico
El significado del tribunal de Cristo (3ª parte)



Gracias por estar nuevamente con nosotros. Estamos estudiando el significado del tribunal de Cristo. Nuestra evaluación ante el tribunal incluirá todo. El examinador divino no pasará nada por alto. Su sentencia será minuciosa e incluirá todas nuestras acciones y por qué las hicimos. En relación a la recompensa, la Biblia dice claramente que a Dios le importa de igual manera tanto el porqué, el qué, como el cómo de nuestro servicio. Nada se le escapará al ojo examinador del Salvador. Dice Hebreos 4:13: Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.

Es claro que las motivaciones son importantes ante el tribunal, dice 1 Corintios 4:5: Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. Existen muchas malas motivaciones que ensucian nuestras acciones. Podemos servir a Dios y a otros humanos guiados por la ganancia personal, o desde una postura interesada y orgullosa. Jesús conoce cada uno de nuestros motivos. Él sabe por qué hacemos lo que hacemos.

Dios no evalúa el libro de nuestra vida por la portada, sino que lee página por página, además de las notas al pie. Cada motivo escondido, cada pensamiento y cada acción en el servicio para Cristo serán descubiertos. El Señor conoce los motivos de nuestro corazón. Primera Corintios 4:5 es muy claro en este sentido: […] hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. Jesús enfatizó la importancia de nuestras motivaciones en la adjudicación de nuestra recompensa.

Leamos Mateo 6:1-2, 5, 16: Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa […]. Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa […]. Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.

Las palabras “ya tienen”, repetidas tres veces por Jesús, son la traducción de un término griego, cuyo significado es “completamente pago”, es decir, haber recibido el importe completo del pago. Lo que quiere decir el Señor es que, si servimos a Dios para recibir elogios y honores de parte de otros, mejor que disfrutemos ese reconocimiento, porque no habrá más paga que esa para nosotros.

Jesús evaluará nuestras motivaciones. Él ve todo con total claridad. Tal vez logremos engañar a otras personas con respecto a las motivaciones por las cuales servimos, haciéndoles creer que hacemos grandes cosas para Dios, sin embargo, Dios no puede ser burlado. Él sabe qué y por qué hacemos algo. Su recompensa está basada en una evaluación íntegra de nuestros hechos y actitudes.

Muchos de los que pensamos que recibirán gran recompensa en el cielo, tendrán que conformarse con poco, y viceversa. Hacemos bien en recordar las palabras de Jesús en Mateo 20:16: Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

Dios nos mira desde arriba y a través de nosotros. Nadie podrá decir que ha recibido menos de lo que le corresponde o que Dios ha pasado algo por alto. El veredicto será minucioso y lo abarcará todo.

Probablemente amigo, usted se esté preguntando ¿Para qué todo esto?

El propósito del tribunal de Cristo no es determinar si las personas irán al cielo o al infierno, o si serán castigados por su pecado. El destino eterno de una persona es determinado por la creencia o descreencia en Jesucristo como el que le salva de sus pecados. La pregunta acerca del lugar en que pasaremos la eternidad ni siquiera es presentada. La Palabra de Dios es clara en que sus hijos nunca serán juzgados por sus pecados.

Jesús dijo en Juan 5:24: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. Pablo escribe en Romanos 8:1: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. La Escritura dice además que nuestros pecados fueron perdonados, borrados y echados en lo más profundo del mar. En lo personal, no creo que volvamos a ver nuestros pecados ante el tribunal de Cristo, ni siquiera como pecados perdonados. Sea como fuere, la Biblia dice de forma inequívoca que no seremos castigados por nuestros pecados.

Toda nuestra salvación descansa en la persona y obra de Cristo en nuestro lugar. El tribunal no refiere a la salvación, sino a la recompensa: la primera es por la obra de Cristo en nosotros, mientras que la segunda se basa en nuestras obras para Cristo. El propósito principal del tribunal es exponer la vida y el servicio del cristiano, examinándolo y recompensándolo por aquello que Dios considera digno de ser galardonado.

El Señor omnisciente, que todo lo ve, nos examinará y nos recompensará con justicia dice 1 Corintios 3:13: Su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. Jesús examinará y evaluará nuestra fidelidad según las capacidades y posibilidades que Dios nos ha dado.

<<Hablando de las obras, la palabra griega traducida como malas es phaulos, lo que en realidad significa “malo” en el sentido de “sin valor” y no de maldad. No son dignas de recibir recompensa, porque fueron hechas por el motivo equivocado. Estas son “la madera, el heno y la paja” de 1 Corintios 3:12. Las obras malas, examinadas ante el tribunal, son acciones correctas realizadas de manera incorrecta. Nuestras manos y nuestro corazón deben trabajar juntos.

En el tribunal habrá fidelidad en cada detalle.

El famoso compositor Oscar Hammerstein contó la historia de cuando “vio una imagen que mostraba la cabeza de la estatua de la Libertad desde arriba, tomada desde un helicóptero”. Hammerstein quedó atónito por todo el esfuerzo que se había puesto en los detalles del peinado de la dama. Se le ocurrió que el escultor nunca podría haberse imaginado, ni en sueños, que un día sobrevolarían la estatua para ver la parte mejor escondida de su obra. Sin embargo, dedicó la misma atención a los detalles en su cabeza que la destinada para los brazos y piernas. En su libro Lyrics, Hammerstein escribió: “Cuando uno crea una obra de arte o hace cualquier otro tipo de trabajo, debe terminar la tarea de manera decente. Nunca se sabe cuándo un helicóptero, u otro instrumento todavía no inventado, llegue y te descubra.”

El Señor no necesita un helicóptero. Él lo ve todo –lo grande y lo pequeño–, lo secreto, lo invisible, lo que escondemos a otras personas. Dios lo ve y lo recuerda. Nada queda fuera de su mirada. Todos los días mira hacia abajo y ve lo que hacemos, pensamos y decimos. Por esta razón debemos dar lo mejor para él, sabiendo que en todo tiempo el Espíritu Santo nos capacita para esto.

Puede que otros no vean el trabajo arduo y los detalles detrás de cada esfuerzo, pero Dios los conoce, y un día nuestro esmero saldrá a luz. Él nos recompensará por cada obra fiel que hayamos hecho para su gloria, no importando lo pequeña que pueda ser, como dice Marcos 9:41: Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.

1 Comment

  1. elicenia dice:

    De gran bendición han sido estos estudios,, doy gracias a Dios por hombres comprometidos con nuestro señor y su palabra ,y han edificado mi vida y entendido cosas que en mi vida cristiano no le había podido entender Dios padre continúe bendiciendo sus vidas para continuar ,mil bendiciones

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