Bienvenidos todos los cuerpos (1ª parte)
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1 junio, 2024Continuamos hablando con Adriana D’agatha sobre su libro Bienvenidos todos los cuerpos. ¿Qué implica publicar un libro? ¿Cuál fue el proceso de escribirlo? ¿Cuál fue la inspiración? No te pierdas de conocer más de este tema en la entrevista de hoy.
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EA 1179 – Entre Amigas –
Bienvenidos todos los cuerpos (2ª parte)
Entrevista a Adriana D’agatha
Victoria: Amigas, es un gusto compartir con ustedes una nueva entrevista. Nos acompaña nuevamente Adriana D’agatha, ella es fisioterapeuta, aunque ya no está ejerciendo, pero conversábamos acerca del libro Bienvenidos todos los cuerpos. En el programa anterior hablábamos directamente del contenido de este libro, y hoy queremos conversar con Adriana acerca de lo que fue el proceso material de escribir este libro. ¿Cómo fue?
Adriana: Yo lo escribí con un orden, pero bueno, después vas corrigiendo cosas y vas cambiando, sacando cosas, etc. La corrección te lleva mucho tiempo porque lo lees vos, lo lee tu familia, y ya llega un momento en el que no ves más nada. Necesitás ayuda de afuera. Hubo gente que lo pudo leer y nos ayudó con la corrección también. Después vino toda la parte de diseño. Ahí mi yerno, desde Alemania, me hizo todo el diseño, gracias a Dios, porque la verdad es que es una parte que es difícil y es muy cara si la vas a pagar, así que bueno, estoy en deuda con Jona, desde acá. Él hizo todo el diseño, mi hija también ayudó muchísimo en el tema del diseño, dando ideas, y entre ellos armaron lo que es el diseño de este libro. Así que estoy muy agradecida porque yo no sabía nada de diseño y ellos se ocuparon de esa parte.
Victoria: Claro, y muchas veces tampoco sabés a quién acudir.
Adriana: Exacto, entonces ellos se ocuparon de todo eso y, es más, el libro entró en imprenta a fines de diciembre, y ellos estaban acá en Uruguay, así que la corrección de imprenta también la pudieron hacer desde acá, y eso me ayudó muchísimo, porque hay detalles de los que vos no te das cuenta, si está pixelado o no, si esto tiene que ir más acá o más allá. Pero gracias a Dios estaban acá y lo pudieron ver directamente y me hicieron esas correcciones.
Victoria: Qué bueno, también, porque yo pienso, como vos dejaste en las manos de Dios todo el proyecto, pero que sea alguien que sepa la dedicación que implica. Porque de repente uno paga y lo que van a hacer es un trabajo nomás. Pero esto llevaba todo un proyecto de tu parte, una dedicación, y qué bueno que también Dios te permitió que ellos te ayudaran.
Adriana: Claro, sí. Yo hubiese querido que ellos estuvieran en la presentación, pero no era posible porque se iban en enero y hasta marzo no íbamos a lanzarlo, porque en verano no era buen tiempo. Así que bueno, hicimos el lanzamiento oficial en marzo.
Pero estoy muy contenta con el formato, es lindo, agradable, es de fácil lectura, está muy lindo, la verdad. Y todos los amigos que de alguna manera estuvieron apoyando, ayudando, es muy lindo.
Victoria: Sí, es precioso. Hacemos una descripción, más o menos, para quienes nos están escuchando, y también nos vas a contar un poco cómo pueden acercarse para tener un vistazo del libro o cómo lo pueden adquirir. Pero digamos que es en formato horizontal, que invita a leerlo. Yo recuerdo los de cuando uno era chico e iba a aprender o lo que fuera, siempre eran horizontales los libros. Y invita a leer, y sin duda que está muy bien diagramado. Lo tengo en frente al libro, sería buenísimo, una bendición, que pudiera llegar a todos ustedes. Bienvenidos todos los cuerpos. En esta época en la que se habla tanto del tema de diversidad, del tema de inclusión, qué importante. Y Adriana, ¿cómo te sentís con el hecho de tenerlo hoy en tus manos al libro?
Adriana: Ay, yo estoy muy contenta, como les decía, con este libro. Creo que es útil, creo que hay libros mucho mejores que este, por supuesto, gente que sabe mucho de la temática, pero este libro está enfocado hacia la interna de la Iglesia. Nos habla de temas que nosotros entendemos y cosas que nos pasan en la Iglesia. No es un libro académico, lógico. Es un libro que nos viene bien para nuestra práctica. Tiene conceptos teóricos, por supuesto, pero tiene mucho de práctica, de cosas que nos pasan. Y tiene mucho de reflexión, espacios de reflexión bíblica sobre temas de cómo ve la Biblia la discapacidad, en el Antiguo, en el Nuevo Testamento, cómo Jesús se vincula con las personas con discapacidad, cómo reacciona frente a las personas con discapacidad, y cómo podemos nosotros hacerlo de la misma manera, a la manera de Jesús. Entonces creo que por ahí el lenguaje es un lenguaje accesible, también, que lo podés leer con facilidad. No es un libro para leerlo de un saque. Me parece que es un libro para leerlo despacio pero que es totalmente entendible, es para cualquier persona.
Victoria: También yo creo que está la parte académica, y también la parte de tu conocimiento por tu profesión, pero desde la experiencia uno puede hacer ese tipo de reflexiones bíblicas y mirarlo desde esa óptica, teniendo a Jesús como Señor y salvador y mirándolo a él. Y qué bueno eso, porque tal vez hay muchas personas que tienen muchísimo para dar y hoy nos estén escuchando desde esa experiencia. Y tal vez no vayan a escribir un libro, pero qué importante es animarse a compartir y a buscar una forma de alentar a alguien, o en este caso a la iglesia, como decías, pero buscar esa forma de que lo que yo vivo no quede únicamente para mí, en un dolor, en una experiencia, sino poder verlo también como una ganancia, si se puede decir así, no en término material, pero sí como un valor que tenemos para otra persona, para otras familias, otros grupos, e incluso para personas con discapacidad.
Adriana: Claro, totalmente. Yo creo que mucho de lo que tenemos que aprender, casi todo lo que tenemos que aprender con respecto a este tema, está en la Biblia. Si nosotros miramos a Jesús, por ejemplo, en el caso de la mujer encorvada, el título “mujer encorvada” no se lo da Jesús, porque es un título de un pasaje de la Biblia que fue puesto después. Jesús no adjetiva. Nunca le hubiera dicho “la mujer encorvada”, podría haberle dicho “la mujer”, pero nunca la “mujer encorvada. Jesús no dice “la mujer adúltera”, “el ciego”, no.
Victoria: Además el evangelio es un relato de un tercero.
Adriana: Exacto. Ahí ya aprendemos mucho de cómo nombrar. No adjetivemos. Nombremos a las personas por su nombre, o digamos personas con discapacidad. Pero no es “el rengo”, no es “la ciega”. No usemos adjetivos para describir a las personas. Ahí ya aprendemos mucho, Jesús no adjetiva.
Victoria: Recuerdo a Bartimeo, cuando Jesús le pregunta “¿Qué quieres que te haga?”, y claramente él estaba ciego.
Adriana: Exacto. Para Jesús no es el ciego. Para Jesús es una persona que tiene una necesidad de algo, y Jesús quiere escucharlo de sus propios labios. Volviendo a la mujer encorvada, Jesús entra y la ve. Ella no lo llama. Él la ve. Y ella estaba en el lugar donde estaban las mujeres, no estaba en el lugar donde estaban los hombres. Porque en el templo estaban en lugares separados. Y Jesús la ve. O sea, Jesús, ve la necesidad de esta mujer. ¿Nosotros vemos la necesidad de la gente que tenemos alrededor? ¿Nos damos cuenta de que hay gente que tiene dificultades que tienen que ver con discapacidades, por ejemplo, para oír o para ver bien? Estoy hablando de los espacios que ocupamos en la iglesia, el culto, las reuniones. ¿Nos damos cuenta de que hay una señora a la que le cuesta estar sentada en un banco duro mucho rato y que necesita un asiento más confortable porque no aguanta porque le duele mucho la columna? ¿Nos damos cuenta de que hay alguien que le molesta mucho la música alta, porque tiene algún trastorno de algún tipo y necesita una acomodación? Bueno, Jesús vio la necesidad de esa mujer. ¿Estamos viendo la necesidad de la gente que tenemos alrededor?
Y después el relato es precioso, porque tiene una cantidad de cosas que podemos aprender. En cada encuentro de Jesús con personas enfermas o personas con discapacidades hay muchísimo para aprender. Tenemos que mirar más a Jesús y ahí tenemos el mejor manual para relacionarnos con las personas con discapacidad.
Victoria: Sí, como todo lo que conlleva la vida cristiana, pero esto yo creo que es un tema que está un poco aislado y es buenísimo tener tangible algo a lo que poder recurrir.
Adriana: Sí. Igual hay mucho interés. Eso es bueno. Hay mucho interés de parte de mucha gente. Cuando hablamos de estos temas hay pila de gente que pregunta, se interesa, quiere saber, o tiene cosas para contar. Entonces me parece que está bueno.
Victoria: Sí, más personas de las que pensamos. Porque me ha pasado, por ejemplo, de comentar el caso familiar nuestro y que alguien me diga “ah, yo también”, y empiezan a preguntar e interesarse. Así que es algo para alentar también, creo que también por ahí va el tema del libro. Y bueno, te preguntaba eso, justamente, ¿Qué sentís al tenerlo en tus manos?
Adriana: Siento alegría, siento agradecimiento a Dios, porque como te decía al principio, solo por la gracia de Dios es que está acá este libro. La verdad yo no lo puedo creer. Porque todo se fue dando, como te decía, Dios fue abriendo las puertas y fue permitiendo que esto saliera a la luz. Entonces es agradecimiento. Estoy sorprendida todavía. Y me sorprende mucho cuando la gente se interesa por el libro, o te mandan un mensajito y te dicen que lo están leyendo, tienen preguntas, y yo digo bueno, Señor, hemos ido por buen camino, gracias a Dios, siempre de la mano de Él, hasta donde me permitiera llegar. Hasta aquí me ha ayudado el Señor.
Victoria: Y qué bueno esto porque capaz que podemos hablar con alguien más que haya escrito un libro y la palabra agradecimiento no sale muy seguido, eso de uno sentir agradecimiento hacia lo que el Señor le ha ayudado a hacer es sin duda algo que solamente nos da el tener una relación con Dios. Adriana, ¿qué podés decirles a aquellas personas que quizás tienen algo para contar, que han pasado por situaciones familiares o que tienen algún nivel o alguna especie de discapacidad? ¿Qué pueden hacer con la experiencia que tienen?
Adriana: Como te decía al principio, nosotros como familia también pasamos por una experiencia de mucho dolor y mucha pérdida. Eso te ayuda a poder apoyar a otros. Yo creo que no hay virtud en el sufrimiento, o sea, el sufrimiento por ser sufrimiento no es una virtud. Yo lo que creo es que la virtud está en cuando puedo transformar eso en bendición para otros. Si estoy pasando por una situación de discapacidad, de pérdidas importantes, por supuesto que hay un tiempo de duelo, que es natural. Padres con niños con discapacidad pasan por ese tiempo y es necesario, es importante, es sanador. Pero uno tiene que buscar la forma de levantarse, de recuperarse, de reconstruir algo positivo. La resiliencia es eso, superar la situación dolorosa y lograr construir algo positivo. La situación va a seguir estando. Lo bueno es cuando yo, a partir de mi experiencia, puedo ayudar a otros con lo que a mí me pasó, con cómo yo reaccioné, porque sabemos lo que se siente, porque sabemos como duele y porque hemos transitado ese camino.
Victoria: Sí, transitado. Qué importante, porque a veces queda la sensación de que pasaron todos estos años, pasaron todas estas cosas, y uno ve ese tiempo y parece como que la identidad de uno fuera eso, pero también saber que estamos viviendo mientras estamos transitando esto. Y estamos también cumpliendo un propósito. Tanto si sufrimos de alguna discapacidad, como si estamos acompañando a alguien. Tal vez no lo entendamos, pero eso, poder traer ese ánimo al corazón de saber que se está viviendo, y no es que la vida quedó pausada. Estamos viviendo, poder agradecer eso y poder usarlo.
Adriana: Y poder ser de ayuda a otros. Ahí cobra valor lo que a mí me pasó. Porque este “sinsentido” empieza a tener sentido cuando yo soy capaz de ayudar a otros a partir de lo que a mí me sucedió. Si yo me quedo enterrado en ese dolor, en esa pérdida, y no logro salir, no va a tener sentido. Por supuesto que no tiene sentido. Pero si logro ayudar a otros entonces voy viendo que mi situación, mi dolor puede tener sentido. Porque sirvió para otros. Es difícil. Son situaciones muy difíciles. Hay que atravesarlas, no hay que asustarse de los duelos porque son necesarios, pero tienen que ser sanadores. Si me quedo estancada en el duelo, eso es peligroso. Hay que buscar ayuda. Y es posible salir. La situación va a seguir estando, el dolor va a seguir estando, pero lo voy a ver desde otro lugar. No me voy a olvidar de lo que me pasó, voy a vivir con cosas que no están muy buenas, pero logro construir a partir de eso. Entonces eso es lo que me va sanando la vida.
Victoria: Adriana, ¿dónde pueden conseguir el libro nuestras amigas?
Adriana: Hay algunos puntos de venta para conseguir el libro. En este momento está disponible en CLC (Centro de Literatura Cristiana), está en el Colegio Bethesda, en la recepción lo pueden obtener, en la Librería Esperanza en la Ciudad y en la oficina De Juventud para Cristo en Uruguay, o en la oficina de CLAVES que es en ciudad de la Costa. O si no, nos pueden seguir por Instagram y pedirlo ahí, y vemos cómo hacérselo llegar. El Instagram es bienvenidostodosloscuerpos y ahí pueden contactar con nosotros.
Victoria: Buenísimo, sin duda van a haber amigas que estén muy interesadas. Así que muchas gracias por acompañarnos y bueno, que el Señor te siga guiando en este proceso. Amigas, por aquí terminamos el espacio de la entrevista. Gracias por acompañarnos. ¡Hasta la próxima!