Bolsa Samaritana |10 años en Uruguay

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Este programa trata sobre qué es y cómo trabaja en el Uruguay la organización Cristiana Evangélica, no gubernamental Bolsa Samaritana.


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EA588 – Entre Amigas –
Bolsa Samaritana – 10 años en Uruguay



Receta: Canastita de panceta con masa liviana


Entrevista con Andrés Vigñoli

Rocío: Estamos con Andrés Vigñoli, director de Bolsa Samaritana en Uruguay, ya que se cumple un nuevo aniversario. Se cumplen los 10 años en Uruguay.

Andrés: Así es, ya hace 10 años que estamos trabajando y sirviendo a la comunidad aquí en nuestro país, Uruguay. Estamos muy agradecidos por los resultados y privilegios que tenemos de poder contribuir en el desarrolla de nuestra sociedad.

Roció: ¿Cuéntanos que es la Bolsa Samaritana y como surge?

Andrés: La bolsa del Samaritano surge en el año 1970 y es una organización no gubernamental, sin fines de lucro. Es una organización Cristina Evangélica. Que trabaja básicamente con las personas carenciadas, en las distintas partes del mundo. Actualmente estamos trabajando en 130 países.
Lo que busca la organización es poder atender a las personas que están sufriendo, que son víctimas de desastres naturales, de la guerra, la miseria o de la pobreza.
Busca ayudarles en medio de esas situaciones, pero al mismo tiempo brindarles una ayuda espiritual. Buscamos darles una solución permanente a sus necesidades espirituales, además de darles una solución paliativa a sus necesidades. Por ejemplo aquí en Uruguay, hace un tiempo hubo problemas de inundación en Mercedes y en Durazno. Allí estuvimos trabajando con aproximadamente 120 familias. Familias que fueron damnificadas, que perdieron sus casas, sus muebles. Es muy difícil afrontar una situación así.
Varias de nuestras brigadas fueron a estar trabajando, a ayudar a las personas. Pero lo más importante era poder darles una solución a sus necesidades espirituales.

Roció: Hace 10 años que están en nuestro país, ¿Pero como llego a Uruguay la organización?

Andrés: Llego en el año 2000. Tuve la oportunidad de viajar a un congreso en Ámsterdam en Holanda. Organizado por la asociación evangelística Billy Graham.
Y justamente el hijo de Billy, Franklin Graham, es el presidente de la Bolsa del Samaritano. Así que en aquel congreso comparten acerca de la organización y me hacen el desafío de poder traerlo a nuestro país. Así que tomamos el desafío y desde el 2001 estamos trabajando con un primer proyecto de ayuda para los niños carenciados. El cual hoy llamamos cajitas de esperanza. Para aquella oportunidad recibimos dos contenedores de 40 pie, con aproximadamente unas 20.000 cajitas.
Los cuales empezamos a desarrollar a través de las iglesias evangélicas de todo el país. Se organizaron festivales para niños en zonas carenciadas, en casas cuna, en centros de INAU y en hogares para niños huérfanos. En los festivales además de actividades creativas, se entregan las cajitas. Estas cajitas son preparadas por familias en Canadá, en Estados Unidos y algunos países de Europa. Que vienen con juguetes, útiles escolares. Las cajitas vienen clasificadas por sexo y edades entre 2 a 4, de 5 a 9 y 10 a 14. A lo largo de estos 10 años hemos entregado 230.000 cajitas a los niños de nuestro país, esto representa un 26% de los niños que tenemos en Uruguay.

Rocío: ¿Como fue ese primer año? ¿Fue difícil?

Andrés: La verdad que si, era todo una experiencia. Teníamos muchas incógnitas, muchas preguntas. Fue un año muy desafiante, en aquel primer año participaron más de 200 iglesias que se inscribieron en el programa.
El ingreso de los contenedores al país, fue todo un desafío. Pero tenemos que agradecer a las autoridades que se unieron. A las organizaciones que participaron y a las empresas de transporte, de logística. También a todas las personas que se sumaron voluntariamente a trabajar y conformar el equipo. Estamos muy agradecidos.

Rocío: ¿Cuántas personas están trabajando en lo que es la Bolsa Samaritana?

Andrés: Actualmente tenemos un equipo nacional de 30 personas. Y luego 72 coordinadores regionales en todo el país. Así que un poquito más de 100 personas

Rocío: ¿Como es el funcionamiento para poder abarcar tantos departamentos de nuestro país?

Andrés: Nosotros tenemos un plan estratégico. Hemos dividido al país en 5 regiones. La región del litoral, la región norte, este, centro y sur del país.
Cada año trabajamos en una de estas regiones en conjunto con las iglesias que componen esas regiones. Ya que son las que conocen las zonas, las que pueden ubicar las zonas más necesitadas y además le pueden dar un seguimiento a todo el trabajo que se realice.
Este año estamos trabajando en la zona norte de nuestro país. Lo que implica a Artigas, Rivera, Cerro Largo y Tacuarembó. En esta oportunidad tenemos 220 iglesias inscriptas, y ya comenzaron con las capacitaciones para poder realizar el proyecto.

Rocío: Además de la cajita ¿Con que otros programas trabajan?

Andrés: Uno de los programas de la Bolsa del Buen Samaritanos, es la Cajita de Esperanza que trata de ayuda espiritual y social para niños. Pero también hay una gran cantidad de programas donde se trabaja con proyectos de construcción. Con proyectos para damnificados de desastres naturales, proyectos de ayuda a personas con HIV o niños con problemas al corazón. Se trabaja con Mujeres que son victima de la violencia o prostitución, entre otras.

Rocío: ¿Como es el momento de organizar una actividad?

Andrés: Es mucho trabajo, pero una de las claves esta en el trabajo en equipo. En desarrollar alianzas estratégicas. La necesidad es muy grande y no lo puede hacer una organización sola. Por eso es muy importante el poder sumar esfuerzos, que hay más personas, instituciones que se puedan sumar a este trabajo. Hay un equipo que está trabajando en distintas áreas, en distintos roles, y lógicamente que no está cerrado. Están más que bienvenidos si alguien se quisiera sumar. Ya que las mayores necesidades que tenemos, son los recursos humanos.

Hay mucho trabajo y es un proceso bastante largo. En el caso de las Cajitas de Esperanza, comenzamos todo nuestro trabajo a partir del mes de Julio. Desarrollando los equipos, los coordinadores regionales, las instituciones que van a participar. Entonces hay un movimiento logístico muy importante de conseguir, por ejemplo, los lugares donde vamos a dejar los contenedores. Es allí donde hay un apoyo muy importante del gobierno, de las instituciones que se suman para aportar. Por ejemplo darnos locomoción para transportar las cajitas. O un camión con una chata para llevar los contenedores. Este año estamos esperando unos 5 contenedores de 40 pie y se necesita los camiones, un lugar donde estivar las cajas. Hay empresa que apoyan donando esa ayuda. Es un gran trabajo logístico, además de ese trabajo, está el trabajo de los coordinadores regionales en conjunto con las iglesias de las zonas. Además de organizar los festivales infantiles que mencionábamos junto con las iglesias locales. Donde se desarrolla un programa de recreación, de juegos. Un programa donde se enseñan valores y principios. Donde se les enseña la importancia de desarrollar una relación personal con Dios. Todo lo que se hace para el proyecto Cajitas de Esperanza, lleva mucho tiempo de preparación, empezamos en Julio y normalmente en Marzo se realiza la entrega de las cajitas. Y luego continuamos con un programa de principios, valores y enseñanza con los niños durante todo el año. Esto lo hacemos a través de las iglesias y las instituciones que se unen al proyecto.

Rocío: Justamente te quería consultar sobre si además de la entrega de las cajitas, ¿Se realiza un seguimiento a los niños?

Andrés: Si, Creemos que es una de las áreas más importante, porque si bien los niños reciben una ayuda material. Que justamente llega para el mes de Marzo, que es el comienzo de las escuelas. En las cajistas reciben cuadernos, lápices, libros, ropa entre otras cosas. Todos son artículos nuevos donados por niños y familias de diversos países en el mundo. Pero lo que buscamos no es solo la ayuda material, sino algo más. Ya que la mayoría de ellos viven situaciones críticas en sus hogares. Muchos vienen de familias disfuncionales. Otros son víctimas de violencia familiar, física o verbal. Víctimas de abuso o con padres separados. Es muy importante poder trabajar con ellos. Por eso es allí donde comenzamos con el proyecto principios y valores. Hay un equipo de maestros calificados que trabajan con los niños. Se reúnen semana a semana. Quiero invitar a los padres a se animen a permitir que sus hijos se acerquen a algunas de las iglesias evangélicas que están trabajando con el programa. De esta manera tratamos de complementar la educación, el trabajo que se realiza en los hogares.

El año pasado estuvimos preparando 426 maestros y docentes. Que se estuvieron preparando y capacitando en trabajo con la niñez y adolescencia.
Uno de los programas que tenemos le llamamos La Gran Aventura. Y consiste en que cada niño recibe 3 libros con 4 lecciones cada uno. En total son 12 lecciones. Y los niños comienzan a transitar en esa gran aventura, de conocer más a Dios. De poder desarrollar una amistad real y personal con Dios. También de poder conocerse a si mismo y verse como Dios los ve. Así también poder describir sus talentos, dones que Dios le dio. Luego al cabo de las 12 lecciones damos una gran celebración de graduación. Donde se invita a los padres y los niños reciben su diploma. Además se les entrega un Nuevo Testamento ilustrado para que ellos puedan seguir aprendiendo más de Dios. Aprender de la Biblia y de su amigo Jesús con el que van a caminar toda la vida.

Rocío: Si alguien quiere colaborar no solo de manera material, sino en recursos humanos, ¿Lo puede hacer?

Andrés: Si, por supuesto. Estamos abiertos a recibir el apoyo de quien quiera sumarse al equipo. Ya sea con recursos humanos o con recursos económicos.
Tanto desde Uruguay como desde el exterior. Nuestra oficina esta ubicada en 18 de Julio 1825 oficina 101. Estamos frente a la Universidad de la República. Y pueden comunicarse con nosotros a través del teléfono 24016840. O internacionalmente pueden ir a la página web www.samaritanspurse.ca.
Nosotros tratamos de seguir el ejemplo de Jesús y atendemos la necesidad del ser humano de una manera integral. Entendiendo que tenemos necesidades físicas, materiales, pero sobre todo espirituales. Algo que es importante entender es que los niños desde el momento de la concepción, desde el nacimiento están separados de Dios. Al igual que toda la humanidad. Necesitamos entender que los niños también son pecadores. A veces pensamos que por que los niños son inocentes no son pecadores, pero una cosa es la inocencia y otra el pecado.
Los pecados los podemos enumerar y nombras, son robar, matar, mentir, hacer distintas cosas. Pero el pecado es una enfermedad. Todos los seres humanos estamos afectados de esta enfermedad, que se llama pecado. Lo cual deriva con el transcurso del tiempo, en provocar estas cosas como la violencia, o el robo. Por eso es que buscamos que cada niño puede escuchar el mensaje de salvación, que pueda ser libre de ese pecado. Que pueda ser libre a temprana edad. Podemos decir que el pecado es como un cáncer, que si no lo tratamos a tiempo puede a llegar a tomar todo. Por ejemplo el niño que hoy roba una merienda o el niño que hoy golpea a otro en la escuela. Mañana roba un banco o le pega a una anciana.
Por eso es importante trabajar con la espiritualidad de los niños. Tenemos que tratar esa enfermedad que se llama Pecado y solo Jesús puede traer salvación a los niños y a sus familias. Una cosa que ocurre en la etapa de la niñez y la adolescencia, es a lo que yo llamo las definiciones sub 17. Hay muchas cosas que pasan en esta etapa, muchas decisiones que toman antes de llegar a los 17 años.
Y hay muchas cosas que se definen como su identidad sexual, el estilo de vida, las amistades. O que carrera seguir, el trabajo, la pareja, los hijos y la fe. Todas esas decisiones los niños y los adolescentes las tomas antes de los 17 años. Por eso es muy importante el trabajo que se puede hacer con ellos, tanto desde la familia, el gobierno y la iglesia.

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