1ª Juan – Dios es Luz
10 octubre, 2009Como tratar a personas diferentes (2/2)
13 octubre, 2009Título: Como tratar a personas diferentes
Autor: Sandra Costabel
Nº TA76
Muchos de nosotros en uno u otro momento hemos tenido una actitud discriminatoria hacia alguien o por lo menos, debemos admitir que no a todos tratamos de la misma forma. ¿cómo puedo mejorar ese aspecto en mi al relacionarme con otras personas?¿muestro realmente el amor de Cristo hacia los demás?. La Lic. Sandra Costabel, Trabajadora Social, nos ayuda a reflexionar sobre éste tema a la luz de la Biblia
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¿Alguna vez te has puesto a pensar por qué nos incomoda el diferente? Escucha la lista:
*discapacidad
*pobreza
*homosexualidad
*viejos
*niños
y muchos más que podríamos incluir en la lista, como prostitutas, enfermos de VIH, drogadictos, etc.
Creo que nos incomodan porque no se parecen a nosotros.
Si alguno de nosotros estuviera en la condición de: viejo, niño, enfermo, o cualquiera de las otras categorías, nos sentiríamos identificados con nuestro igual.
¿qué hace que nos sintamos diferente si nos nace un hijo discapacitado o uno normal? Sufrimos por su capacidad diferente a los demás, por supuesto, pero también sufrimos por el estigma que llevará sobre si. La sociedad rechaza al que es diferente, es una realidad.
¿Por qué admiramos y veneramos lo bello, lo lindo, lo perfecto? Si en realidad ninguno de nosotros somos perfectos.
Admiro los ejemplos que han integrado chicos diferentes en sus iglesias. O los ministerios con adictos o delincuentes. Son gente que ama al diferente y eso me parece sumamente valioso porque nosotros fuimos diferentes a Dios y El nos amó a nosotros primero (1ª Juan 4:19)
Gracias a Dios que se ha empezado a recapacitar sobre algunos de éstos temas. Pero lamentablemente queda mucho por hacer todavía para dejar de ser injustos con aquellos semejantes que no tienen todos sus sentidos, o que han equivocado el camino.
En algunas oportunidades he «jugado», de alguna manera con el hecho de ser diferente. Me he presentado ante mis amigos y hermanos en la fé, caracterizada como alguien diferente (una mujer indigente, una limpia vidrios), y les aseguro que me he sentido muy mal de no ser reconocida por mis amados, los míos. Pienso que algo así sintió Jesús cuando vino al mundo creado por El y a darse a sí mismo por aquellos a quienes El había creado y ninguno le reconocimos (hablo en plural, como raza humana). ¿se dan cuenta? Era nuestro creador, y no le reconocimos. Es triste ¿verdad?
¿Sabes lo que sentí en aquella oportunidad caracterizando una indigente? Estaba allí, en mi propia iglesia, en los mismos bancos, con la misma gente, pero me sentí sola. ¿qué me pasaría si mañana quedo inválida, o si me enterara que tengo algo contagioso. Puede ser, no sería raro, que me sienta más sola, no tan atendida por todos, ni tan valorada.
Pero es muy diferente para Dios. El se fijó en cada uno de nosotros, sin importar nuestra condición y murió en la cruz para salvarnos. Realmente me amó a mi y también a ti, que estás allí sintiéndote diferente.
Aquí en la Misión, hemos preparado una serie de programas infantiles que atienden determinados problemas que enfrentan los niños. Entre ellos, la discapacidad, o capacidades diferentes, el abuso sexual, el maltrato y las drogas.
¿sabes qué? Lo hemos hecho porque esos niños están SOLOS. Pero muchas veces nos preguntamos cuántas personas tendrán la valentía de escuchar con atención y hacer algo por ellos. Es más fácil decir que es duro, que qué terrible, acusar al malo en la cinta, pero muy pocas veces vemos nuestro rol en el asunto. Podemos hacer grandes cosas para ayudar al que nos rodea. Así me pasó anoche cuando me crucé una anciana muy pobre en una escalinata. Yo iba con mis amigos, hablando asuntos de negocios, y ella allí. No supe qué hacer en el momento, pensé que un folleto no lo sabría leer, tampoco podía dejar a mis amigos hablando solos y comenzar mi diálogo con la viejita, así que mientras yo no hice nada, ella comentó : «linda noche ¿no?, hasta luego, que pasen bien» mientras se levantaba y se iba.
Me sentí muy mal y esa noche oré por ella.
Claro que yo también podía haberla saludado!! Como ella lo hizo!! Ella me dio la lección a mi. Bien hecho!! Me lo merecía.
Aunque no nos guste, estamos muy acostumbrados a ignorar lo que no nos gusta, lo diferente, lo que nos muestra nuestras carencias y pasamos frente a vidas humanas cada día sin siquiera mirar.
Por eso valoro la gente del campo. Con ellos no está permitido pasar frente a alguien y no saludar, es mala educación….o sino está claro…..eres perteneciente al salvaje mundo de la ciudad, ese lugar donde todos conviven sin mirarse, donde están los miles más solos que jamás hayas visto y sin embargo a pocos centímetros de distancia unos de otros.
¿qué vamos a hacer nosotros con el semajante que nos rodea?
Siéntate ahí, escribe en un papel quiénes son tus semejantes diferentes, los solos que te rodean. Luego pídele a Dios perdón por haberlos dejado solos tanto tiempo habiendo estado tan cerca de ti. Ahora, piensa una estrategia para alegrarles el día. Y Adelante!! Seguro que tienes mucho trabajo para hacer.