El llamado de Eliseo (59ª parte)
4 junio, 2023El llamado de Eliseo (61ª parte)
4 junio, 2023Autor: Esteban Beitze
¡Cuánta necesidad tenemos nosotros, nuestras iglesias y el mundo que nos rodea, de que se abran los ojos para lo espiritual! ¡Seamos canales de trasmisión de luz divina, tanto a creyentes como inconversos! Que Dios nos utilice para abrirle los ojos a los que están cegados por el pecado.
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PE2963 – Estudio Bíblico
El llamado de Eliseo (60ª parte)
Dadores de luz
Estamos estudiando la historia de cómo el rey de Siria quería atrapar al profeta Eliseo rodeando completamente la ciudad. Luego que el criado del profeta tuviera la impresionante revelación de la presencia de los ángeles de Dios a favor de él y su amo, fue testigo de una obra extraordinaria de Dios cuando leemos en 2ª Reyes 6: “Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo. Después les dijo Eliseo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria. Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria. Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío? El le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores. Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel”.
Eliseo fue utilizado por Dios para dar la visión espiritual adecuada a su criado, y devolverles la visión a los perdidos soldados. Fue un instrumento divino utilizado por Dios para traer luz a vidas en tinieblas.
En la Biblia encontramos otra historia muy similar. A un Saulo, cegado por su celo religioso, se le hizo la luz por medio del encuentro con el Señor Jesús. Por medio de una ceguera real, fue llevado a meditar en profundidad lo erróneas que eran sus convicciones. Después de haber perseguido a Jesús, le pregunta humillado: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hch.9:6). En su ceguera empezaba a ser tomado de la mano y luego vio la luz en todo sentido. En Hechos 9:18 leemos esto: “Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado”. Primero vio la luz del evangelio, de la salvación en Jesús, y luego incluso, fue utilizado para llevar esta luz a los que todavía estaban en la oscuridad de su desconocimiento e incredulidad. El proyecto de Dios para con su vida era que fuera un: “instrumento escogido…, para llevar su (mi) nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hch.9:15).
También nosotros, los que hemos sido rescatados de las tinieblas, tenemos la tarea de guiar a otros a la luz de Cristo como dice Pedro: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1P.2:9).
Dios transforma corazones
¿Cuál hubiera sido nuestra actitud si alguien nos hubiera querido hacer daño, o incluso hubiera atentado contra nuestra vida? Si tuviéramos el poder para cegar a personas malas, ¿no nos aprovecharíamos de ello? Y frente a la propuesta del rey de asesinar a estos soldados indefensos, ¿hubiéramos actuado con clemencia?
Eliseo sí lo hace. En contraposición a esta actitud, encontramos al rey de Israel que le pregunta si le puede dar muerte a estos soldados. Eliseo le contesta que no lo haría con prisioneros que hubiera tomado él, mucho menos, donde no hizo nada para apresarlos. El rey de Israel, aunque veía físicamente, estaba cegado por el odio, que más tarde incluso se descargaría sobre el propio Eliseo.
En algún lugar leí que Jorge Washington dijo: “Si quieres vencer a un enemigo, conviértelo en tu amigo”. Este hombre estaba aplicando un principio bíblico dicho por Salomón y luego repetido por el apóstol Pablo: “Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua; Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, Y Jehová te lo pagará” (Pr.25:21,22). La forma cristiana de vencer un enemigo es perdonarle, amarle y hacerle bien. Jesús mismo enseñó que la actitud del creyente debe ser perdonadora en lugar de revanchista (Mt.5:38-42). Cuando los discípulos conocidos como “hijos del trueno” quisieron mandar fuego sobre los que los habían despreciado, Jesús dijo: “el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas” (Lc.9:56). Esta es la actitud correcta del que quiere agradar a Dios y alcanzar a los perdidos.
Ahora bien, ¿cuál fue el resultado de esta actitud misericordiosa?
Dice al final: “Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel” (6:23). Las brasas de fuego sobre la cabeza hicieron su efecto. Ya no volvieron entrar bandas guerrilleras sirias a Israel. El amor vence al enemigo. Imitemos esta enseñanza.
Concluyendo, toda esta historia se encuentra marcada por la ceguera o la visión de los diferentes integrantes.
El siervo estaba cegado por el miedo. Eliseo, en cambio, veía y confiaba en la presencia de las huestes celestiales que lo acompañaban de parte de Dios.
Los soldados siguieron una orden de un rey cegado por el odio. Llegaron viendo, pero fueron cegados por la fe del profeta.
El rey de Israel, aunque veía, no tuvo misericordia de los enemigos cegados y a los que no había conquistado. Y aun si los hubiera vencido, sería una actitud de extrema cobardía, dar muerte a sus prisioneros. Eliseo le tiene que indicar la actitud adecuada a un miembro del pueblo de Dios – amor a los enemigos. Pero a pesar de presenciar tremenda intervención divina, aun así, ninguno de los dos reyes se dejó corregir de su ceguera espiritual. Si uno sigue estudiando 2ª Reyes va a descubrir que tanto el rey de Israel como el de Siria siguieron cegados en sus pecados y tuvieron que sufrir terribles consecuencias. Tuvieron que vivir el juicio divino sobre sus vidas-
Quedémonos con el ejemplo de este siervo, que de repente tuvo presente la maravillosa realidad de la actividad celestial a favor de los escogidos. ¡Cuánta necesidad tenemos nosotros, nuestras iglesias y el mundo que nos rodea, de que se abran los ojos para lo espiritual! Servimos al mismo Dios, por lo tanto, ¡seamos canales de trasmisión de luz divina, tanto a creyentes como inconversos! Que Dios nos utilice para abrirle los ojos a los que están cegados por el pecado, por el enemigo. Abrir los ojos a las verdades espirituales, sobre todo a la salvación en Jesucristo. Debemos orar por ello, orar por aquellos que todavía no conocen al Señor, para que Dios les pueda quitar esa venda y que vean al salvador, que vean la gloria eterna que espera a los creyentes. Qué precioso es tener esto en mente, tener este enfoque a lo celestial, a lo espiritual, a lo eterno. Que Dios nos pueda abrir mucho más la visión para las verdades espirituales. Dios te bendiga.