El Señor es mi Pastor (2 de 3)
20 agosto, 2009De la mano del Eterno (1 de 3)
21 agosto, 2009Título: El Señor es mi pastor
Autor: Marcel Malgo
Nº PE1400
Muchos cristianos y no cristianos conocen el Salmo 23. Algunos lo saben de memoria. Pero ¿realmente descubrieron las numerosas preciosidades espirituales que contiene? Durante algunos programas, Marcel Malgo nos ayudará a descubrir los tesoros escondidos en este Salmo
DESCARGARLO PARA TENER O COMPARTIR CON OTROS:pe1400.mp3
Amigos, en el programa pasado analizamos la afirmación de los vers. 2 y 3 del Salmo 23:«En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma.»Dijimos que todo esto es expresión de equilibrio interno, calma del alma y de un corazón que se ha aquietado delante del Señor. Que por todas partes en la actualidad aumenta el estrés, la debilidad y la inquietud, y que esto también invade el campo cristiano. Pero, que sin embargo, nuestra gran ventaja como hijos de Dios, es que podemos pedir a Jesucristo en oración que nos dé Su calma y Su paz. Pues hoy, más que nunca, necesitamos lo que nos describen los versículos 2 y 3: los pastos delicados, las aguas de reposo y la confortación de nuestras almas.
Mencionamos también que ¡Debemos tener el deseo y la disposición de decir sí, cuando el buen Pastor nos quiere llevar al reposo! Y vimos el ejemplo de cuando el Señor Jesús estaba con las hermanas Marta y María en Betania. Marta trabajaba mucho para atender dignamente al Señor. María, sin embargo, se sentó a los pies del huésped y Lo escuchó. Viendo esto, Marta se enojó y pidió al Señor que le dijera a María que le ayudara (Lucas 10:40). Pero el Señor Jesús le respondió en los vers. 41 y 42:«Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada».
Continuamos hoy con este tema, entonces, y vemos aquí, pues, una mujer creyente bastante estresada. Y estoy convencido de que una de las razones de la visita del Señor Jesús, era guiar al descanso a Marta, que estaba«afanada y turbada con muchas cosas».Pero no pudo hacerlo. ¿Por qué no? Simplemente porque ella noqueríaser guiada al descanso. Marta no estaba dispuesta a romper con su habitual ritmo de trabajo, aunque hubiera sido una gran liberación para ella.
Muchos hijos de Dios hoy en día son dominados por esta misma actitud: Agotan sus fuerzas en el trabajo, en la familia, en el ministerio para el Señor, sin escuchar Su voz y sin disposición de hacer Su voluntad – y están al borde de un colapso nervioso. Sin embargo, ya hace mucho que el Señor quiere guiar a estas personas a delicados pastos y aguas refrescantes, para confortar sus almas.
María aprovechó la ocasión cuando Jesús estuvo de huésped en su casa, y a todo costo quiso escuchar lo que Jesús tenía para decirle. Leemos en el vers. 39, de Lucas 10:«Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra». En María, vemos al hijo de Dios que ha entrado en el reposo. Ella permitió que el Señor la guiara hacia los delicados pastos y las aguas refrescantes, y fue confortada por Él. Y es justamente lo que el buen Pastor con tanto gusto nos quiere dar. Sin embargo, no es fácil encontrar la quietud en medio de la agitación de la vida diaria. Hay que tener una firme disposición para esto. Tiene que ser el deseo del corazón el volver a encontrar la quietud.
La profunda quietud solamente la encontramos en la comunión con Jesús.
No nos sirve saber teóricamente muchas cosas de la Biblia si no las practicamos. Dice Santiago:«Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.»¿Cuál fue la experiencia de María cuando se sentó a los pies de Jesús y escuchó Sus palabras? Ella encontró una renovada y profunda comunión con el Señor. Esto mismo quiere lograr el Señor contigo, llevándote hacia delicados pastos, guiándote al agua refrescante y confortando allí tu alma.
Él mismo es el «pasto delicado», el «agua refrescante» y la confortación para nuestras almas. Cuando imaginamos pastos delicados, pensamos en una pradera con pasto verde lleno de savia, en el fondo de un valle que emana una profunda quietud. Se dice que el color verde tranquiliza. Y este tranquilizador color verde tiene mucho que ver con Jesús, que es la fuente de todo descanso. En Mateo 11:29, Lo escuchamos decir: «Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas«. Jesucristo mismo te invita a venir a Él y a encontrar en Él el verdadero descanso. Él quiere llevarte a aguas de reposo. Y esto nos hace pensar en Juan 7:37 y 38:«En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.»O también podemos pensar en Apocalipsis 22:17:«Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente»(y podríamos leer también el Sal. 36, vers. 8 y 9).
Además, el buen Pastor también quiere confortar nuestras almas. Esta confortación solamente la encontramos en Él mismo. Pero ¿cómo sucede esto en la práctica? El buen Pastor busca a la persona que ha comprado por Su sangre y se ofrece a sí mismo. En aquel entonces, en Betania, buscó personalmente a María y a Marta. Y también en este momento Él sabe cómo estás, y cómo es la situación en tu trabajo y en tu familia. Hoy Él se te ofrece a sí mismo por medio de la Palabra escrita. Él mismo dijo, lo que encontramos en Juan 5:39:«Las Escrituras… son las que dan testimonio de mí». Y en Lucas 24:27 leemos:«Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.»
Estoy convencido de que un hijo de Dios preocupado e inquieto por las circunstancias de su vida, es atraído fuertemente por el Espíritu Santo hacia el buen Pastor. Es como si el Espíritu Santo le dijera: «Lo que necesitas son los delicados pastos y las aguas de reposo del Pastor.» Y el mismo Espíritu impulsa al hijo de Dios a abrir las Escrituras, por medio de las cuales Jesucristo se quiere manifestar a él. Si te sientes impulsado a leer la Biblia, hazlo. Pues entonces el buen Pastor te guiará a delicados pastos y aguas de reposo, para confortarte allí.
También David estuvo exhausto, sin ánimo y sin fuerza, como leemos en 1 Samuel 30:6:«Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo… mas David se fortaleció en Jehová su Dios.»Yo también puedo testificar que muchas veces el Señor, cuando me sentía vacío y exhausto, me fortaleció y me animó nuevamente por Su maravillosa Palabra. ¡El buen Pastor me guió de nuevo a Su reposo por medio de Su Palabra!Queridos amigos, es nuestro sincero deseo que el Buen Pastor pueda guiarnos, a ustedes y a nosotros, de nuevo a Su reposo por medio de Su Palabra. Quiera Dios que nuestro corazón esté dispuesto a fortalecerse en Dios, porque solamente así encontraremos descanso para nuestras almas. ¡Deseo de todo corazón que así sea!