El significado del tribunal de Cristo (1ª parte)
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El nuevo testamento habla en varios pasajes del tribunal de Cristo. ¿Qué es? ¿Quiénes comparecerán?
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PE2812- Estudio Bíblico
El significado del tribunal de Cristo (2ª parte)
Estimados amigos, una vez más estoy aquí junto a ustedes, continuamos con el tema que hemos titulado “El significado del tribunal de Cristo”. En el programa pasado hemos definido “qué es un tribunal” y “quienes comparecerán ante este tribunal”. Si se lo han perdido o quieren escucharlo nuevamente están publicados en nuestra página web junto con el texto.
En el programa pasado citamos Romanos 14: 10 y 12 que dicen “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo […]. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”.
La pregunta que nos haremos hoy es:
¿Cuándo será la fecha del tribunal de Cristo?
Esta pregunta me la han hecha infinidades de veces. Y en muchas de esas ocasiones las personas quieren saber una fecha exacta o aproximada, pero vamos a ver qué dicen las Escrituras al respecto. La Palabra de Dios permite ver que el tribunal tendrá lugar después del arrebatamiento de los creyentes al cielo, antes de la segunda venida de Jesús a la tierra para establecer su reino. 1ª Corintios 4:5 dice: “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”.
Los creyentes serán juzgados una vez que el Señor regrese.
En Apocalipsis 19:7 al 10 es presentada en el cielo la “novia galardonada de Cristo”, enfatizando que el tribunal de Cristo sucederá entre el arrebatamiento de los creyentes al cielo y el retorno terrenal de Jesús. El teólogo Paul Benware lo resume muy bien, dice así:
«Este evento está conectado aparentemente con el arrebatamiento, aunque es anterior a la segunda venida de Cristo, ya que los cristianos que regresarán con él, ya habrán recibido su galardón. La Iglesia fue recompensada según Apocalipsis 19:8, cuando Juan dice “a ella [la Iglesia] se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, porque el lino fino es las acciones justas de los santos”. La propia vestimenta representa el galardón. El hecho de que la novia lleve vestidos hermosos, señala que ya recibió el premio por sus justas acciones. Este suceso se ubica justo antes del retorno del Señor Jesús del cielo, para gobernar el mundo como Rey de reyes y Señor de señores. El tribunal de Cristo, por lo tanto, tendrá lugar justo antes de la segunda venida, pero después de que el Señor Jesús haya llevado a la Iglesia al cielo. El galardón de los creyentes presupone un período prolongado de tiempo, y un arrebatamiento que ocurre antes de los últimos siete años nos daría el tiempo suficiente.»
Como la novia galardonada acompaña a Jesús en su regreso a la tierra – según vemos en Apocalipsis 19:14 – necesariamente tuvo que haber sido recibida antes en el cielo. Esto se corresponde con la idea pretribulacionista, la cual enseña que la novia de Cristo será arrebatada por lo menos siete años antes de la segunda venida. El período de siete años que transcurre entre el arrebatamiento y el retorno de Jesús es denominado a menudo como “tribulación o gran tribulación”. Según esta postura, mientras ruge la tribulación en la tierra, los creyentes estarán en el cielo, presentándose ante el tribunal de Cristo.
Otra pregunta relacionada a la duración del tribunal es:
¿Cuánto tiempo necesita el Señor para examinar la vida de cada uno de los creyentes?
Si este tribunal celestial tiene lugar después del arrebatamiento, ¿tendrá el Señor el tiempo suficiente como para evaluar a cada creyente antes de su regreso a la tierra, al final de la tribulación de siete años? El profesor George Eldon Ladd dijo en 1956: “Hay aproximadamente 200 millones de cristianos viviendo en la tierra. Siete años corresponde a más de 200 millones de segundos. ¿Cuánto de una fracción de segundo es necesaria para evaluar a cada creyente? Si es necesario un período de tiempo, este deberá abarcar mucho más de siete años”.
Por supuesto que no podemos saber cómo el Señor pretende evaluar a cada creyente en solo siete años, pero podemos estar seguros que esto no constituye un problema real para un Dios todopoderoso y omnisciente. Como comentó Dr. en teología John Walvoord: “De juicios como el de las ovejas y los cabritos (Mt. 25:31-46) podemos deducir que Dios sin esfuerzo puede evaluar o juzgar a millones de personas de una vez. Sin lugar a dudas, será necesario para los juicios tan solo una fracción de los siete años que hay entre el arrebatamiento y el retorno del Señor a la tierra”. Si bien no podemos imaginarnos cómo Dios realizará los juicios, sabemos con toda seguridad que el juicio a los creyentes tendrá lugar en este período.
Otra pregunta que podemos hacernos es
¿Dónde se dará a cabo el juicio?
El tribunal tendrá lugar luego de que el Señor nos haya llevado al cielo según vemos en 1 Corintios 4:5. Entonces él nos guiará a la casa del Padre (Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:17). Como este tribunal se llevará a cabo antes de nuestro regreso con Jesús en su segunda venida, sucederá necesariamente en el cielo. Un día –quizás hoy– Jesús vendrá para llevar a su novia al paraíso celestial. Cuando lleguemos allí, será primeramente evaluada y juzgada nuestra vida. Tenemos certeza, según Apocalipsis 19:7 al 10, de que esto ocurrirá en el cielo, pues la novia galardonada es mostrada allí antes de su regreso con Jesús a la tierra.
Lo siguiente que nos preguntaremos es:
Los principios del tribunal. ¿Cómo se evaluará?
Otro tema importante es cómo serán evaluados los cristianos cuando estén delante del Señor. La Biblia describe tres hechos de cómo Cristo juzgará nuestra vida.
Podemos decir con certeza que será de manera individual.
Cada creyente estará solo delante del Señor, Romanos 14:10 y 12 dicen “Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo […]. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”. En 2 Corintios 5:10 leemos: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”.
Prestemos atención a cómo Pablo cambia, en este versículo, del plural “nosotros” al singular “cada uno”. Cada uno de nosotros deberá comparecer de manera individual ante del Señor. El pastor Erwin Lutzer dramatiza esta escena, diciendo: Imagínese que mira a Cristo a la cara. ¡Solo están ustedes dos, frente a frente! Toda su vida está delante de usted. En un instante ve lo mismo que él ve. No hay secretos. Ninguna posibilidad de presentar algo mejor de lo que ya hizo. Ningún abogado que lo represente. La mirada de sus ojos lo dice todo. Le guste o no, eso es justamente lo que usted y yo experimentaremos un día.
Podemos decir también que el juicio ser Imparcial
El Señor no mira la persona, colosenses 3:25 dice “[…] porque no hay acepción de personas para con Dios” (Ro. 2:11), “Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas”. Dios es un juez justo. Delante del tribunal de Cristo, los ricos y los famosos no estarán en condición de renegociar o pagar su fianza. Dios es imparcial. Cada persona será tratada de manera justa. Todos serán evaluados con la misma medida. No obstante, hay un grupo que recibirá una medida más estricta y son aquellos que enseñan la Palabra de Dios y que guían a su pueblo.
Santiago 3:1 dice: “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación”. En algún momento escuché a alguien decir: “Cuando usted haga fila delante del tribunal, mire bien, porque si en ella son todos predicadores, es mejor que se busque una fila diferente: será más rápido”.
Aquellos que enseñan la Palabra de Dios son medidos según un estándar más alto, basado sobre todo en dos preguntas:
1) ¿Han enseñado lo correcto?
2) ¿Lo han practicado en su vida?
En Mateo 5:19 Jesús enseñó : “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos”.
Note que Jesús dijo, quien “haga y enseñe” la Palabra de Dios será llamado grande en su reino. Ese es un gran desafío para todos aquellos que enseñan – o enseñamos – la Palabra de Dios a otros. Todo maestro de Biblia y todo pastor debería tomar en serio estas palabras aleccionadoras. Según Mateo 20:1 al -16, la imparcialidad del Señor tomará en cuenta también cuánto tiempo hacía que éramos salvos y cuáles eran las posibilidades, medios y capacidades que teníamos a disposición.
Estimados amigos y hermanos, que no te quepa ninguna duda que un día estarás delante del Señor rindiendo cuentas. Estamos viviendo en tiempos que pareciera que la venida de nuestro Salvador es inminente.
- ¿Qué estás haciendo con el tiempo que te toca vivir?
- ¿Cómo están tus cuentas delante del Señor?
- ¿Estás aprovechado el tiempo que él te está dando?
- ¿Estás utilizado bien los dones que él te dio?
Son muchas preguntas las cuales tenemos que hacernos, te animo a que reflexiones y si hay algo que corregir y arrepentirte, todavía estás a tiempo.