La Resurrección de Lázaro – un Paralelismo con Israel (2de2)
12 junio, 2009El último capítulo de la historia de la humanidad antes del arrebatamiento. (1/5)
18 junio, 2009Título: El último capítulo de la historia de la humanidad antes del arrebatamiento (3/5)
Autor: Norbert Lieth
NºPE1383
Encontramos en la carta de Judas, bien identificados, seis ejemplos de la apostasía: el pueblo de Israel, los ángeles, Sodoma y Gomorra, Caín, Balaam y Coré. El único ejemplo positivo en esta epístola es el de Enoc, quien fue arrebatado por Dios. Con tales ejemplos, Dios nos da una pauta para para discernir dónde nos encontramos.
DESCARGARLO PARA TENER O COMPARTIR CON OTROS:pe1383.mp3
Hola queridos amigos, ¿cómo están? Como ya se dijo en la introducción, dentro de los seis ejemplos de apostasía que venimos estudiando, nos toca hablar hoy de: Sodoma y Gomorra.
Dice la epístola de Judas, en el verso 7:«Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno». La expresión«de la misma manera que aquéllos»se refiere al versículo 6. Allí se describen los ángeles que pervirtieron sexualmente a la humanidad. Quiere decir que la homosexualidad y la sodomía, como se practicaban en la época de Sodoma (lo cual encontramos en Génesis 19), son de origen demoníaco. Dios las juzga como iguales a los delitos de los ángeles en la época de Noé, descritos en Génesis 6. La homosexualidad es «abandonar su propia morada». Es contra la naturaleza y contradice el orden de la creación de Dios. Por eso se lucha con tanta vehemencia a favor de la homosexualidad. Si fuera natural – como la heterosexualidad en el matrimonio – no existiría esta lucha. Pablo dice al respecto, en Ro. 1:26 y 27:«Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío».
Ahora bien, no se trata de condenar a la persona homosexual, sino al pecado en sí. Y ¡qué triste cuando el Estado ofrece la base legal para el pecado!
«Se entregaron a gran inmoralidad», así traduce la Biblia de las Américas ese versículo 7 de Judas. En aquel entonces, la «gran inmoralidad» era la homosexualidad practicada y aceptada por la sociedad, era el pecado del tiempo postrero de los sodomitas de aquella época. Eso llevaría al inmediato juicio de Dios (como se puede leer en Génesis 15:16 y 18:20-21 y en Jonás 1:2).
Entonces, si estos mismos vicios morales caracterizan nuestra sociedad actual, ¡el juicio de Dios debe estar, otra vez, a la puerta! La Biblia dice en Is. 3:9:«La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! Porque amontonaron mal para sí». Estas palabras describen de una manera especialmente acertada nuestro tiempo. Hoy en día se vuelven a practicar estas cosas en público y sin vergüenza – igual que en el tiempo de Lot. Esto tendría que hacernos pensar.
A continuación, tres ejemplos que nos muestran que hoy en día se trata de presentar la homosexualidad como algo normal:
«Desde hace algunos meses (publica una revista) el mundo occidental vive, con respecto a la homosexualidad, una ofensiva nunca vista de parte de los medios de comunicación… Parece que el movimiento de los homosexuales se hubiera hecho dueño de las pantallas» .
Y en un periódico comenta que: «El nuevo representante de James Bond, Daniel Craig, exige de los productores cinematográficos que revolucionen la serie, e incluyan en la próxima parte una escena homosexual con el agente secreto». Y que en octubre de 2004 se inauguró en Francia el primer canal de televisión del movimiento homosexual: «Pink-TV».
Y finalmente en un artículo de otro periódico dice así: Si un político se muestra a favor de la homosexualidad, o incluso admite ser homosexual, esto le garantiza la simpatía y la voz de los electores. Pero si manifiesta públicamente su disconformidad con la homosexualidad, es descalificado, como le ocurrió al filósofo y demócrata cristiano italiano, Rocco Buttiglione. Él declaró en una entrevista, entre otras cosas que: «Las fuerzas anticlericales y anticristianas son hoy en día más fuertes que nunca. En Europa y en el resto del mundo, tenemos hoy solamente una salida: redescubrir y defender nuestros valores cristianos. De otra manera, no veo nada bueno para el futuro».
En aquel entonces, los pervertidos de Sodoma quisieron invadir la casa de Lot, y él apenas pudo defenderse contra ellos. El movimiento homosexual se había convertido en un verdadero «lobby», un grupo de presión. En Génesis 19, versos 4 al 7, y 9, dice así:«Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad… Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta».
Tres cosas pasaron aquí:
Primero, que la objeción de Lot fue rechazada brutalmente.
Segundo, Lot mismo fue convertido en acusado que no se adaptaba a su
sociedad.
Y tercero, que con cada vez más violencia trataron de invadir su casa. Pero, luego fueron heridos con ceguera.
¿Y cómo es la citación en el día de hoy? El «lobby» de los homosexuales trata de invadir la sociedad a la fuerza, rompiendo las puertas. El que manifiesta su disconformidad, se convierte en el acusado (en el raro o «extraño»). ¿A quién le asombra entonces que nuestra sociedad esté siendo herida con una creciente ceguera espiritual? En las escuelas, los planes de enseñanza no solamente prevén la educación sexual, sino cada vez más, también, la «educación homosexual» – y esto ya en los primeros grados.
En la época de Lot, a consecuencia de la homosexualidad cada vez más agresiva, las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas (esto lo podemos constatar leyendo Gn. 19:24 y siguientes). Y también el Señor Jesús mencionó este acontecimiento en Lucas 17:29:«Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades…». Pero, antes, Lot fue sacado de Sodoma. Y esto es una imagen del pronto arrebatamiento de la Iglesia de Jesús, que será sacada de este mundo.
Después de los tres ejemplos que mencionamos anteriormente, veamos lo que Judas resume y escribe en los versos 8 al 10 de su epístola:«No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales». Creo que estas palabras nos advierten contra un misticismo no bíblico, y nos exhortan a tener mucho cuidado con sueños y visiones y a guardar una actitud sobria frente al mundo invisible.
Moisés murió en el monte Nebo, en la región de Moab, así lo dice Dt. 34:5 y 6:«Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy». El mismo Señor enterró a Su siervo Moisés. Pues posiblemente Satanás quería usar el cuerpo de Moisés para sus propios fines. Quizás quería levantarlo como objeto de veneración. Pensemos, por ejemplo, en los «santos» y en las reliquias que son adoradas por los fieles hasta en nuestros días. También muchos israelíes viajan a las tumbas de los famosos rabinos, para obtener bendiciones allí. Sin embargo, el Señor mandó al arcángel Miguel, que es el guardián especial de Israel y lucha a favor de este pueblo, para que impidiera que el enemigo se llevara lo que no le pertenecía. Miguel luchó por orden de Dios con el diablo por el cuerpo de Moisés. En ese duelo, Miguel no menospreció la autoridad de Satanás, la cual le ha sido dada por Dios hasta el día en que sea juzgado definitivamente (lo que leemos en Apocalipsis 20:10). Incluso todavía tiene acceso al cielo, pues recién en Apocalipsis 12:10 leemos que es lanzado fuera el acusador de los hermanos, que los acusaba delante de Dios día y noche. Por eso el arcángel Miguel reconoció la posición del diablo y no lo insultó. Este ejemplo nos muestra las inquebrantables leyes de la creación y el orden moral impuesto por Dios.
El tiempo final se caracteriza por el hecho de que se menosprecia y se rechaza todo el orden divino. La expresión «no obstante» que leemos en el v. 8 es estremecedora: A pesar de todas las advertencias, se arroja por la borda la Palabra de Dios. Ya no importan las normas divinas, sino tan sólo las humanistas. Los hombres sueñan con un mundo ideal que les pertenezca a ellos, y rechazan a Dios. Menosprecian toda autoridad impuesta por Dios y se burlan de las realidades espirituales. De esta manera, reciben el dictamen de no entender nada y de vivir sin razonamiento como las bestias. En el año 1968, se hizo popular el así llamado nihilismo. Se trata de una filosofía que niega toda norma y todo valor. En sus novelas, Dostoievski considera la relación entre el nihilismo, el ateísmo, el crimen y la auto-destrucción.
Como cristianos, en Col. 2:8 se nos advierte:«Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo». Lo que parece inteligente o razonable, no siempre lo es. Los rudimentos del mundo están influenciados por el pecado, y muchas veces son inspirados por el «dios de este mundo». Solamente una vida «según Cristo» es
vida verdadera, y solamente Sus enseñanzas son verdad.
El Ultimo capítulo de la Historia de la Humanidad antes del Arrebatamiento