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Autor: Esteban Beitze

Sea la decisión que sea, si queremos seguir la guía de Dios tenemos que hacernos estas 7 preguntas. En cada una de las decisiones trascendentes de nuestra vida, sea el servicio a tiempo completo, el noviazgo, un liderazgo en la iglesia, tenemos el derecho, y más que eso, la obligación de asegurarnos que realmente está de acuerdo con la guía del Señor.


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PE2789- Estudio Bíblico
Elías: 7 consejos para tomar buenas decisiones (10ª parte)



7 consejos para tomar buenas decisiones

Vamos a seguir con nuestro estudio acerca de cómo reconocer la guía del Señor frente a diferentes situaciones, preguntas, dudas que necesitamos saber en la vida. Esto lo vamos a hacer a través de la vida de Elías. Estuvimos viendo en 1ª Reyes 17 y también algún pasaje del 18, cómo Elías sabía cuál era la voluntad de Dios para las diferentes situaciones que estaba viviendo. Y para eso nos hacemos una serie de preguntas, de hecho, son 7 en total. Frente a cada decisión nos deberíamos preguntar: ¿Cómo está nuestra relación con Dios? Para Elías era “Vive Jehová…, en cuya presencia estoy…” (1R.17:1).

En segundo lugar, la pregunta que tenemos que hacernos es ¿Concuerda con la Palabra de Dios? Una y otra vez vemos en la vida de Elías que “vino a él palabra de Jehová…”. ¿Cuál es la motivación para tomar la decisión? Esta la vemos en 1ª Reyes 18:36 y 37, donde leemos que Elías buscó la gloria de Dios, buscó la edificación del pueblo de Dios, el arrepentimiento para que se volvieran de su pecado. Esa era su motivación en cuanto a lo que hacían.

La cuarta pregunta que nos tenemos que hacer es ¿Cómo actúa la razón bajo el control de Dios? Una y otra vez vimos que, en cuanto al ministerio, muchas veces las cosas pueden sonar irracionales. Entonces también es importante que la razón esté controlada por Dios. En quinto lugar, nos preguntamos ¿Cómo actúa la providencia de Dios? Dios mandó cuervos, había un arroyo, después era una viuda, y era justo la mujer con la cual se tenía que encontrar (1ª Reyes 17:10). Entonces la guía del Señor es providencial.

Y para concluir este estudio nos vamos a hacer dos preguntas más. La sexta pregunta sería: ¿Comunica la paz de Dios? Cuando uno va reconociendo y luego acepta y hace la voluntad de Dios, tiene una profunda paz. Esta paz va más allá de lo que piensen o digan otros. No se va a pesar de que las circunstancias sean críticas. La decisión que tomar es complicada. Se puede llorar exteriormente, pero tener una profunda paz interior. Leemos en 1ª Reyes 17:13, la primera frase: “Elías le dijo (a la viuda): No tengas temor”. Claro, ella estaba frente a la decisión de si dar el último pedacito de pan que se iba a hacer y después morir ella y su hijo, a un hombre extranjero, desconocido. Elías le dijo “No tengas temor”. Y la razón la encontramos en el versículo 14, en la primera frase: “porque Jehová Dios de Israel ha dicho…”. La paz provenía de Dios, de la promesa de Dios, de la fe en ese Dios. Por eso hay paz.

Dios quiere lo mejor para nosotros, por lo tanto, Su guía también va a ser clara y no ambigua. Mientras no sea clara, no te muevas. Él te quitará toda duda y llenará tu corazón de paz. Mientras no tengas paz respecto a un tema, es preferible no seguir. Jesucristo mismo prometió que nos iba a dar Su paz y no como la paz ficticia que el mundo ofrece. De esta manera aun si te encuentras en medio de la tormenta puedes dormir, si te encuentras en los más oscuros calabozos puedes cantar y en medio del desierto serás reconfortado. Eso es lo que vivió Elías: en diferentes lugares, en diferentes situaciones, pero con paz. Y ahora podía transmitir esto también a esta mujer. Entonces la decisión que vamos a tomar, si no nos lleva a la paz, evidentemente algo está mal.

Y en séptimo lugar, la pregunta que nos tenemos que hacer es ¿Conlleva la bendición de Dios? Elías siguió la guía del Señor y fue alimentado por los cuervos. Dice en 1ª Reyes 17:6 “Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo”. Luego volvió a obedecer la guía del Señor y la provisión divina le vino por medio de la viuda. Dice en el versículo 16: “Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías”. Confió en la Palabra, confió en Dios y le dio un resultado positivo.

A su vez, esto Dios lo utilizó para perfeccionar a Su siervo y prepararlo para la tarea que tenía que enfrentar. Además, así también salvó la vida de la viuda en una, y la vida del chico en dos ocasiones. La viuda pudo disfrutar de una bendición diaria por haber escuchado la voz de Dios.

Entonces tenemos 7 preguntas que nos tenemos que hacer para reconocer la voluntad de Dios. Concluyendo, Después de lo visto es evidente que frente a cada decisión tenemos el derecho, y más que eso, la obligación de asegurarnos que realmente está de acuerdo con la guía del Señor.

Podemos y debemos pedir la confirmación del Señor acerca de Su guía, la tenemos que esperar y luego actuar en consonancia con ella. Por lo tanto, las decisiones atropelladas, que no nos dejan razonar, tomar un tiempo de oración antes de tomarlas probablemente, o con seguridad no son de Dios.

Moisés, cuando fue llamado por Dios para librar a Su pueblo expresó todas las dudas que tenía, y a todas le respondió Dios, le dio una solución. Esto lo podemos encontrar en Éxodo 3. Recién cuando dijo que no quería ir, ahí Dios se enojó con él.

Si pasamos al ejemplo de Gedeón, quien quiso tener la seguridad respecto a la orden de ataque a los madianitas y Dios le concedió la petición de la señal del vellón de lana en dos ocasiones (Jue.6:36-40). Y luego Dios mismo le envió al campamento enemigo para escuchar un sueño que le iba a dar la última seguridad para atacar un ejército innumerable como la arena en la playa, con sólo 300 hombres (Jue.7:15).

Ahora, volviendo a Elías, él quería tener seguridad acerca de la mujer, en cuya casa se iba a hospedar por mucho tiempo. Que era viuda lo habrá reconocido por la vestidura. Pero ¿era la que Dios tenía preparada para él? Para saberlo la puso a prueba.

Eso me hace recordar al siervo de Abraham, cuando sale a buscar esposa para Isaac. Oró al Señor pidiendo como señal que la primera joven que no sólo le diere agua para tomar cuando la pidiere, sino que también se ofreciera a abrevar sus camellos, fuera la mujer para Isaac. El Señor se lo concedió. Así como Eliezer consideró que sólo una mujer llena de bondad y trabajadora estaría capacitada para ser la compañera del hijo de su amo, así también Elías estaba convencido que sólo una persona liberal, en el sentido de estar dispuesta a hospedar y dar de lo último que tenía, sería la mujer que Dios tenía para él en este tiempo de hambre y sequía (1R.17:13).

Elías hizo de forma similar. Le pidió agua e incluso algo para comer. De esta manera pudo comprobar la forma de ser de la mujer en cuya casa estaría los próximos 3 años. Elías pudo observar (1R.17:14,15): amor al extranjero, sencillez, honestidad. Era una mujer caritativa, generosa y una trabajadora. Ella estaba haciendo su tarea hasta la última oportunidad. Cuidando de su hijo hasta el último momento. No se dejó estar, deprimida por su nefasta situación.

Lo más maravilloso fue la fe de esta viuda. Bien tendría razón en dudar de este extranjero, que venía en el nombre del Dios de Israel. Algunos piensan que la viuda creía en Dios. Pero, de todas formas, la fe de esta viuda era tan grande, de negarse a sí misma y lo que es más, a su hijo, el último pedazo de pan, y depender únicamente de la promesa de Dios. Esto no encuentra muchos paralelos en las Escrituras. El vaso de agua y el pan entregados a Elías no quedaron sin recompensa. Le salvaron la vida.

Elías ahora estaba convencido que era la mujer a la cual Dios le había enviado. De esto podemos aprender que debemos estar seguros acerca de la voluntad de Dios antes de actuar. Y si se refiere a un noviazgo o a un matrimonio, con más razón debemos observar bien a la persona con la cual pasaremos el resto de nuestra vida.

Pero sea la decisión que sea, tenemos que hacernos estas 7 preguntas, y en cada una de las decisiones trascendentes de mi vida, empezando por servicio a tiempo completo, noviazgo, liderazgo en la iglesia y diferentes áreas a las cuales Dios me llamaba, una y otra vez me llegó de algún lado el pasaje de Proverbios 3:1-8. Allí encontramos un precioso resumen de estos 7 puntos:

1  “Hijo mío, no te olvides de mi ley,” (buena relación con Dios)

Y tu corazón guarde mis mandamientos;” (tiene que ser escritural)

2  “Porque largura de días y años de vida” (hablamos de bendición)

Y paz te aumentarán”. (ahí encontramos la paz)

3  “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón;” (vemos la motivación correcta)

4  “Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres” (otra vez la bendición)

5  “Fíate de Jehová de todo tu corazón,” (ahí vemos una buena relación con Dios)

Y no te apoyes en tu propia prudencia” (o sea, una razón controlada por Dios)

6  “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (otra vez la buena relación con Dios)

7  “No seas sabio en tu propia opinión;” (la razón controlada por Dios)

Teme a Jehová, y apártate del mal;” (otra vez la buena relación con Dios)

8  “Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos” (terminamos con la bendición)

Que esto sea la realidad de todas nuestras decisiones. Dios te bendiga.

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