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Continuamos la entrevista a Cinthia Hieber, fundadora y presidente de la Asociación Paraguaya de Tartamudez, en la que conocemos el propósito que Dios le dio a su vida y cómo logró enfrentar las pruebas que se le presentaron al entregar todo en las manos de Dios.


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EA1089 – Entre Amigas –
Entendiendo la tartamudez (2ª parte)



Entrevista a Cinthia Hieber

Victoria: Amigas, es un gusto estar con ustedes, las recibimos con mucha alegría y recibimos también con mucha alegría a Cinthia Hieber. ¿Cómo estás, Cinthia?

Cinthia: Muy bien, gracias, Victoria. Bueno, seguimos con lo que habíamos empezado el programa anterior, ¿verdad?

Victoria: Sí, estábamos hablando acerca de cómo fue que llegaste a la fe, y cómo esto se ve reflejado en el tema de la tartamudez, que le recordamos a nuestras amigas que sos fundadora y presidente de la asociación paraguaya de tartamudez, tenés el grupo de apoyo.

Cinthia: Si, el grupo de apoyo para personas con tartamudez que se llama grupo Moisés. Ya se imaginarán las oyentes por qué Moisés, ¿verdad?

Victoria: Claro, totalmente, igual lo vamos a decir en esta entrevista. Pero es un gusto recibirte nuevamente y quisiera preguntarte acerca de la tartamudez en sí. ¿Es un tipo de discapacidad la tartamudez?

Cinthia: Bueno, hay personas para las que es una discapacidad. Para mí, si a mi me limitase en lo que yo hago o en lo que yo quiero hacer, entonces lo consideraría una discapacidad. Hay personas con tartamudez severa, yo tengo leve. Pero para las personas con tartamudez severa que no pueden hacer una llamada telefónica al 911 por esa tartamudez severa que tienen, para ellos sí es una discapacidad. A mí, por ejemplo, no me impidió hacer todo lo que me propuse en la vida. Pero fue así a partir de ese período entre los 18 y 20 años, en el que yo entregué mi vida a Jesús. Eso marcó mi vida. En ese momento yo empecé a congregarme en una iglesia, a leer la Biblia, a hablar con Dios, pero te cuento que todos esos años, desde mis 20 hasta mis 40 más o menos, tuve una crisis con Dios. Por un lado, no entendía cómo puede ser que siendo que desde el Génesis hasta el Apocalipsis habla sobre un Dios omnipotente, para el que nada es imposible, el que todo lo puede, ¿por qué no me sanó del todo? Porque se acuerdan de que conté que yo tenía una tartamudez severa, quizás un 5% de fluidez tenía. Cuando yo entregué mi vida a Jesús, yo tuve un nuevo nacimiento, mi fluidez mejora en un 80%, pero aún tenía cierta tartamudez, yo seguía tratando de ocultar eso que tenía de tartamudez, y no entendía por qué no me sanó del todo. ¿Qué le costaba a Él, que es el Dios Todopoderoso, sanarme del todo? Si ya hizo algo tan grande, de pasar de un 5% a un 80%, ¿qué diferencia hacía para Él llegar hasta un 100%?

Yo tuve eso dentro mío, el Señor fue cambiándome, transformándome, pero nunca me respondió esa parte. Y después tuve otro conflicto más. En el libro de Éxodo 4:10-11 hay un pasaje en el que Moisés discute con Dios y Dios le dice para ir al faraón y exigirle que deje ir a su pueblo. Y Moisés le dice al Señor: “¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”. En otras traducciones dice “y soy tartamudo”. Entonces el Señor ahí le responde: “¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?” Y ahí yo tuve otra crisis terrible con Dios. Yo decía ¡es un Dios sádico! Porque ¿cómo va a hacer, apropósito, que alguien sea ciego, sordo? Así pensé por mucho tiempo.

En el 2003 nos fuimos a vivir a Alemania como misioneras junto con mi esposo. Mi esposo es del que había contado que me enamoré y que me invitó a la iglesia y todo. Con él me casé a los 21 años, después de 6 años de noviazgo. Así que me casé con mi primer y único amor, y estamos cumpliendo 27 años de matrimonio en julio. Pero bueno, allí, en Alemania, conocí por primera vez a otras personas que tartamudeaban. Antes de eso yo no había conocido más que a una persona, pero era un estudiante en la misma facultad en la que yo estaba, y nunca hablé del tema con él. O sea, yo sabía que él tenía tartamudez, pero nunca hablé con él. Sin embargo, en Alemania hice un entrenamiento para aprender estrategias, formas de poder salir de un bloqueo, cosas así, era un entrenamiento de una semana. Allí yo conocí a otras personas con tartamudez, y me pareció tan genial, me sentí tan bien, y ellos me comentaron de los grupos de apoyo que existen en Alemania, en cada ciudad medianamente grande.

Entonces cuando regresé a mi ciudad allí en Alemania, busqué un grupo y me uní al grupo local. Me encantaba estar ahí, esperaba cada reunión con ansias, salíamos, hacíamos una cena en la casa de uno, y así. Y yo dije: cuando regrese al Paraguay, voy a unirme a un grupo de apoyo, ¡es sensacional esto! Entonces, a los 3 años y medio regresamos a Paraguay, y busqué en Google grupos de apoyo, ¡y no me aparecía nada! Me aparecía de otros países, Argentina, Brasil, Perú, pero Paraguay no tenía. Y dije bueno, voy a esperar. Esperé un año y volví a buscar. No había nada de nada. ¿Podés creer, Victoria, que pasaron nueve años en los que yo todos los años buscaba? Todos los años buscaba y decía, pero ¡qué barbaridad! ¿Cuándo alguien va a abrir un grupo de apoyo en el país, con la falta que hace? Hasta ese momento yo seguía sin conocer a otras personas con tartamudez en Paraguay, pero las estadísticas a nivel mundial dicen que hay entre un 2% y un 4% de personas con tartamudez a nivel mundial.

Y bueno, no había, no surgía, entonces en ese tiempo, ya habiendo pasado 9 años de mi regreso de Alemania, yo estaba trabajando en diferentes organizaciones no gubernamentales, estoy en la asociación de iglesias evangélicas del Paraguay como tesorera, y estando ahí me entero, por un pastor amigo que también era psicólogo, que estaba acompañando a una familia que acababa de perder a un hijo de 12 años, y me entero por él que este niño de 12 años se había quitado la vida. Él le había dejado una carta a sus padres explicando que él ya no soportaba vivir, por el bullying que sufría a causa de la tartamudez. Eso fue algo que me tocó tan profundamente, con eso reviví toda mi infancia, también recordando lo que yo pasé, sintiéndome sola, totalmente incomprendida, porque nadie que no tenga esta condición, como con cualquier condición, te va a entender. En este caso es así, por esa falta de información que hay, la gente no sabe y te quiere ayudar de una forma errónea, entonces te dicen “hablá más despacio”, “pensá antes de hablar”, “tranquilízate”, o te quieren completar la frase, esas cosas no ayudan, y uno se siente muy solo, incomprendido.

Mi mamá, por ejemplo, en su afán de ayudarme, me llegó a decir que yo me hacía la tartamuda para llamar la atención. Imagínate. Eso duele en el corazón de una niña. Pero cuando escuché esto estaba con un sentimiento de tanto dolor por este niño, que yo pensé: si él hubiese tenido un grupo de contención, un grupo de apoyo, algo que hiciera que no se sintiera solo e incomprendido en el mundo, si él hubiese tenido eso, qué diferente hubiese sido la historia de él. Entonces ahí fue cuando me cayó la ficha de por qué Dios me dejó con una colita de tartamudez, un 20% de tartamudez. Porque evidentemente, tras 9 años de buscar y esperar que alguien abra un grupo de apoyo, ya no necesitaba más señales por parte de Dios. Ahí fue que yo entendí el propósito de Dios en mi tartamudez, el por qué me dejó con eso. Imaginate que recién a mis 40 y pico de años entendí eso, después de tantos años luchando contra Dios, pero Él tiene sus tiempos.

Ahí fue que yo tímidamente inicié el grupo de apoyo. Primeramente, fue solo por escrito, en los grupos de WhatsApp, mandando mensajes diciendo que si conocían a alguien que tenía tartamudez nos íbamos a reunir en tal lugar, a tal fecha, pero era yo nada más, no conocía a nadie más. Y bueno, así fueron llegando las personas. Al principio llegaban solo personas adultas, ya con una vida hecha, sin temor a que se supiera que eran tartamudos, todos con ánimo de ayudar. Así nos reunimos un año, pero no llegamos al objetivo principal que eran los chicos, los jóvenes. Y estaba dando vueltas en mi mente el pensamiento de que era necesario ir a la radio, ir a la televisión, darse a conocer, y para eso había que hablar, había que exponerse.

Yo, hasta ese momento, no había hablado abiertamente de la tartamudez, a no ser por dentro de ese grupo de apoyo, pero era un grupo seguro, en el que uno sabe que está contenido y que nadie te va a juzgar, que nadie te va a mirar con cara rara. Pero no fui yo la que di el primer paso, sino que una cosa llevó a la otra. Alguien se enteró, por los grupos en los que se compartió, y un día nos contactó un periodista de un medio escrito que se había enterado del grupo, entonces nos hizo una entrevista a una mujer del grupo y a mí, que ya eran muchos nervios para nosotros, que nos entrevisten y hablar del tema. Pero eso después dio lugar a otras invitaciones de radio, televisión, y desde ese momento, desde el 2017 que no paramos. Ya llevo incontables entrevistas, conferencias, he sido invitada a disertar en encuentros hispanoamericanos de tartamudez, en congresos, imagínate que hasta estuve en Miami, en la fundación que tenía Ricardo Montaner para personas con condiciones mentales y síndromes. Hasta ahí, cosas impresionantes que jamás en mi vida pensé que podría estar ahí pero el Señor hace posible cosas increíbles.

Después llegué a entender todo ese propósitos, que hoy en día le doy gracias al Señor por la tartamudez, porque me da esa posibilidad de ayudar a tanta gente que, si el Señor me hubiese sanado del todo, yo iba a seguir mi vida, pero jamás me hubiese ocupado de ayudar a personas con tartamudez que muchas veces están ahí, escondidas, no hablan, no salen. Recuerdo una vez, en una entrevista radial, una persona envió un mensaje por WhatsApp a la radio y dijo “por fin alguien que levanta la voz por nosotros en Paraguay”. Y la conclusión es esta, que había leído muchas veces, pero llega un momento en el que a uno le hace el clic y lee con otros ojos. Yo leí Juan 9:1-3, donde Jesús, está andando con dos de sus discípulos y viene en el camino un hombre que era ciego de nacimiento. “Y sus discípulos le preguntaron: -Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? – -Ni él pecó, ni sus padres -respondió Jesús-, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida”. Entonces esta es la razón, esta es una herramienta de evangelismo para mí.

Los grupos de apoyo para cualquier condición, para esa cosa que vos pensaste que el enemigo te envió para destruirte, para arruinarte la vida, eso puede ser de tanta bendición para vos, persona que conoce al Señor Jesús como su salvador, que conoce la Palabra, para darle esperanza a esas personas que están sin esperanza por esa condición. Imaginate las personas que están en silla de ruedas, que no pueden caminar, pero vos, que tenés la salvación eterna, que sabés que el Señor tiene planes de bien para vos y no de mal, que sabés que sos amado, podés llevarle esperanza a aquellas personas que aún no conocen al Señor pero que se van a sentir identificadas contigo porque tienen esa misma condición. Y así puede ser con muchas cosas, personas con cáncer de mama, pasando por quimio, es algo muy duro. O personas que tienen una hija o un hijo con Síndorme de Down, padres con hijos con Síndrome de Tourette, son cosas que pueden unir a las personas, y ¿qué mejor que una persona que tiene esa esperanza de gloria, esa verdad eterna, que tiene al Señor Jesús en su corazón, para liderar esos grupos y poder guiar a esas personas a Jesús? No hace falta decir demasiado, es un servicio de amor, desinteresado, y de repente, contando tu testimonio eso puede hacer que esa persona quiera lo mismo que vos, que quiera tener eso y que te busque a vos para conocer esa misma persona que vos tenés en tu corazón.

Ese es mi mensaje. No sé si conocen la revista La Fuente. Es una revista que es para equipar a obreros en lo que es la obra del Señor. Existe como una revista digital, y una vez escribí una serie de cuatro artículos sobre cómo crear un grupo de apoyo en la iglesia, sea del tema que sea. Entonces es para mí una bendición. Yo hoy en día ya no trato de ocultar mi tartamudez, al contrario. Al inicio de las primera entrevista estaba super nerviosa, peo después me di cuenta de que no tenía que estar nerviosa de salir en la tele, o donde sea, y que me trabe, si lo que esperan es justamente escuchar a una persona con tartamudez, entonces ¿cuál es el drama? Así que tranquila yo, me adentré en esto y ya tenemos equipo en la asociación Paraguaya de Tartamudez, en el grupo de apoyo, tenemos gente que también, ya va a las entrevistas. Ellos dieron muchos pasos para llegar a esto, pero el primero fue aceptar la tartamudez, que no significaba conformarse a ello. O sea, aceptar que tenés esta condición, existen técnicas, existen métodos como para salir de un bloqueo, pero no tener que ocultarlo más y hablar abiertamente de eso te saca un peso muy grande, te saca esa presión. Yo, igual, sigo tartamudeando a pesar de que hablo de ello abiertamente, pero ya estoy más tranquila, porque esa gente que trata de ocultarla, de igual forma las personas se dan cuenta. Pero es un proceso para cada persona, y cada uno tiene que pasar por los diferentes estadios.

Ese es mi mensaje, victoria. Todas las adversidades, todo lo que te pasa, para los que aman al Señor, hay un propósito detrás de eso, los que aman al Señor todas las cosas les vienen a bien, inclusive tener tartamudez. Yo encontré mi propósito de vida gracias a la tartamudez.

Victoria: Bueno, ha sido un gusto tenerte con nosotras, esperamos también contactarte en otro momento para saber más de ti, de cuáles son las principales cosas que las personas deberían saber sobre la tartamudez, y bueno, tal vez contarnos alguna historia de alguno de los integrantes de la asociación, pero ya no nos queda tiempo en el programa de hoy así que lo dejaremos para otro momento. Que el Señor te bendiga, muchísimas gracias por acompañarnos, ha sido un gusto conversar contigo e invitamos a nuestras amigas a que nos vuelvan a acompañar en el próximo programa, que hay mucho más de Entre Amigas.

Cinthia: Igualmente, muchísimas gracias. Si alguien quiere buscarme en Facebook o en Instagram estoy allí como Cinthia Hieber de Sarubbi y pueden encontrar también en Tartamudez Paraguay mi número de teléfono. Muchísimas gracias, Dios las bendiga ricamente.  

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