Hablemos de ataques de pánico (2ª parte)

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Continuamos ahondando acerca de los ataques de pánico con la psicóloga Yeni Kerikian, quien en esta ocasión nos cuenta acerca de los síntomas, factores de riesgo, prevención y tratamiento para aquellas personas que han experimentado ataques de pánico.


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EA1060 – Entre Amigas –
Hablemos de ataques de pánico (2ª parte)



Entrevista a Yeni Kerikian

Victoria: Nos encontramos nuevamente con la psicóloga Yeni Kerikian y esta es la segunda parte de esta entrevista sobre ataques de pánico. Gracias, Yeni, por acompañarnos nuevamente, y me gustaría comenzar con lo que son las alertas o los síntomas de los ataques de pánico.

Yeni: Al hablar de los síntomas de los trastornos de pánico está bueno colocarnos en una franja etaria para que los podamos entender. Hablando de los factores de riesgo, comienzan al final de la adolescencia o al principio de la adultez. Entonces, cuando la adolescencia se va yendo. Cuando hablamos de adolescencia tenemos varios puntos de partida, algunos dicen que es hasta los 20 años, otros hasta los 25, o sea que podemos hablar de un espectro grande cuando hablamos de pubertad y cuando hablamos de adolescencia. Que, si bien muchas veces esto va de la mano, la pubertad y la adolescencia, no es lo mismo. La pubertad la hablamos en todo lo que tiene que ver con los cambios biológicos que se dan en la persona, y la adolescencia es todo lo que tiene que ver con la maduración y la independización. Esto de identificarme yo como persona adulta. Entonces para hablar de factores de riesgo, primero lo vamos a situar a finales de la adolescencia, y principios de la adultez. Se da más en mujeres que en hombres, y los factores que aumentan el riesgo de padecer estos ataques de pánico son los siguientes:

En primer lugar, antecedentes familiares de ataques de pánico o de trastornos de pánico. No nos podemos visualizar como personas solitas en el mundo. Sin duda que tenemos una raíz, una raíz que nos da identidad. Esto de la raíz no lo tenemos que ver como algo negativo. Antecedentes familiares que hayan sufrido ataques de pánico o trastorno de pánico es un factor de riesgo.

Otro factor de riesgo es el estrés importante en la vida, como por ejemplo la pérdida de un ser querido, un episodio traumático. Cuando hablamos de episodios traumáticos incluimos a todos los episodios que para cada uno puedan ser traumáticos, pero especialmente lo que tiene que ver con estos duelos importantes, lo que tiene que ver con el abuso sexual en la niñez, lo que tiene que ver con la violencia en lo familiar o con lo ambiental, y cuando hablamos de violencia familiar hablamos de todo lo que se pueda entender como núcleo de familia. Cuando hablo de núcleo de familia no hablo solamente del núcleo de la familia constituida como la entendíamos en un principio, que también la entendemos ahora pero que se fue modificando, no es solo papá, mamá y hermanos, puede ser una familia reconstituida, puede ser una comunidad que sea mi familia, todo lo que entendamos como familia, eso puede ser factor de riesgo. Dijimos entonces: un duelo importante, una pérdida, un suceso traumático como por ejemplo esto que hablábamos del abuso sexual, puede ser un accidente grave también, algo que haya dejado secuelas y que se haya vivido como algo traumático, y cambios importantes en la vida.

Esto último va de muy de la mano con lo que decíamos que le pasa a las personas comunes y corrientes. Esto no es una franja etaria o una franja socioeconómica. Cuando hablamos de cambios estresantes en la vida podemos estar hablando de un divorcio o podemos estar hablando de la llegada de un bebé al hogar. Entonces estas situaciones también son factores de riesgo, pero que no se malinterprete esto. ¿Es un factor de riesgo que yo me divorcie o que tenga un hijo? No, no es un factor de riesgo, es uno de los factores de riesgo que puede tener este episodio de ataque de pánico. ¿Qué es lo que hizo que esto tuviese un desenlace? Si estamos hablando de un divorcio, si estamos hablando de que la llegada de un bebé o de un nuevo integrante puede producir esto, eso no significa que sea malo por sí mismo eso, sino que el tránsito para llegar a eso no fue del todo saludable o no fue un proceso que fue hecho en forma integral en la que se conversaron las cosas, se llegaron a acuerdos, por eso es por lo que produce esto. Justamente, si este médico psiquiatra decía que eran cosas sin resolver, muchas veces esto del inconcluso hace que a mí me genere miedo, preocupación o vergüenza. Estas tres cosas quedan en este no resuelto que me provocan esto de lo que hablábamos.

Otro de los factores de riesgo puede ser el consumo de sustancias. Es claramente un factor de riesgo, no por el consumo en sí, sino que es porque altera el sistema nervioso, el sistema endócrino, y somos seres integrales, entonces afecta en todo lo que tiene que ver con lo biológico y si afecta en lo biológico puede ser un factor, entonces, de riesgo. Así también vamos a incluir lo que tiene que ver con el maltrato, no solo lo que tiene que ver con el maltrato físico sino, tristemente hoy tenemos que hablar de un porcentaje muy alto en lo que tiene que ver con el maltrato psicológico. Esto se ve en todas las esferas sociales, económicas y de franjas etarias. ¿Qué trae el maltrato psicológico? Una persona está expuesta a estrés y por lo tanto también puede ser un factor de riesgo.

Hablando de prevención, vamos a hablar un poquito de qué estrategias tenemos para la prevención. No sé si se acuerdan, pero estábamos hablando de cuando las personas veían todo como oscuro, se sentían incapaces, incompetentes, evitaban las situaciones y esto era el mantenedor, dijimos entonces también el qué hacer. Y esto va un poquito de la mano con las estrategias. Cuando hablamos de qué hacer dijimos que el miedo no negocia. O ganamos nosotros, o gana él. Por otro lado, también sería bueno que nosotros pudiéramos entender que el miedo es cobarde. Cuando nosotros lo enfrentamos, el miedo se retira. Entonces como estrategia, debemos enfrentarlo. Pero la gran pregunta es ¿cómo lo enfrento? ¿Cómo hago detener el miedo? Lo primero que se nos puede venir a la mente es “Cuando deje de tener miedo, entonces voy a subir a la autopista”. Pero el mecanismo funciona a la inversa. Yo tengo que poder enfrentar eso para que el miedo se vaya. De lo contrario, lo sigo evitando, y recuerden que decíamos que, si yo lo evito, lo que hago es seguir manteniendo esa situación.

Entonces ¿Qué hacer? Empezar a enfrentar la situación hasta que el miedo me tenga miedo. ¿De qué manera? De manera paulatina. Nosotros no podemos hacer un shock de enfrentamiento y entonces ahí se me va a ir todo. No, porque ahí lo más probable es que la situación pase a ser más traumática de lo que ya era. Entonces esta oposición tiene que ser gradual. Tengo que tener momentos en los que pueda respirar antes de enfrentarme a esa situación, por ejemplo, respirar antes de subirme a la autopista, decirme pensamientos positivos, darme mensajes positivos, “yo voy a poder”, “cuando esté subiendo voy a estar tranquilo”, “voy a esperar que no haya una coladera de autos, sino que voy a esperar a que esté un poco más tranquilo y ahí me voy a mechar”, “cuando vaya por la autopista lo que voy a poder decir que pude, que lo hice bien, que me concentro en otras cosas que no son el malestar y el miedo sino que, por ejemplo, en un buen paisaje”. De esa manera yo voy teniendo contacto con esa situación de miedo hasta que el miedo me tenga miedo, hasta que yo lo pueda enfrentar realmente.

Tal vez hacerlo un ejercicio, porque nosotros cuando hablamos de estos ataques de pánico o del trastorno de pánico también podemos decir “yo le tengo miedo a todo”. Pero ¿realmente le tenés miedo a todo? ¿O entre esto que le tengo miedo a las cosas puedo hacer un orden de jerarquía? Entonces una de las estrategias puede ser hacer una lista de las 10 ,5, 15 cosas a las que le tenés miedo, de mayor a menor. Y empezá por los menores, por esos miedos que son más chiquitos, para que vayas adquiriendo confianza. Entonces vos ves que pudiste con uno, y ahí podés pasar al siguiente. Eso significa exponerse gradualmente al miedo. No esto de que empiezo por lo peor, sino que empiezo por lo más chiquito y voy adquiriendo confianza hasta que llego a ese miedo mayor. Si vos lo plasmás en un papel puede que te quede más claro, que lo puedas exteriorizar, lo puedas escribir, lo puedas expresar. Vamos a asociar esto a algo en la infancia: Nosotros no le pedimos a un bebé que recién tiene la posibilidad de gatear, que empiece a correr. De gateo pasa a pararse apoyado en la pared, a dar unos pasitos hacia adelante, después algunos pasitos más, primero con la mano, después sin la mano del adulto, y después, cuando empieza a tener confianza, empieza a correr. Con el miedo funciona exactamente igual. Empezamos desde lo más chiquito, desde eso que es con ayuda, hasta que lo podemos hacer solos. Y ahí le ganaste al miedo, y ganaste vos, porque acordate de que el miedo no negocia.

Ahora, ¿qué podemos hacer para prevenir? En este sentido no existe una manera segura de evitar estos ataques de pánico o estos trastornos de pánico. Si bien podemos hablar de determinadas prevenciones no es que, si vos haces esto, entonces prevenís el ataque de pánico. ¿Cuáles son las recomendaciones? Buscar un tratamiento que te pueda ayudar. Cuanto antes vos lo puedas detectar y tengas conciencia de que esto te está pasando, antes vas a poder buscar ayuda. Tal vez vos no tengas una conciencia propia y esto te lo tiene que decir otro. Si otra persona te dice “mirá, me parece que tal cosa”, escuchalo, porque tal vez ahí tengas una puerta de salida. Por otro lado, es importante cumplir con el plan de tratamiento, porque esto también se ve, y se ve mucho en la clínica incluso, que comenzamos a trabajar sobre determinado plan y no se ejecuta. Entonces no es solamente acudir a un médico o acudir a un profesional para que me pueda ayudar en esto, sino que yo pueda cumplir entonces este plan que me propusieron para salir de eso. Recalco esto porque en la base está la evitación. Si yo sigo sosteniendo eso, entonces no está la prevención. Y, por último, hacer ejercicio. El ejercicio físico ayuda muchísimo porque me oxigena, me hace estar en actividad, mi cuerpo genera las endorfinas, genera hormonas buenas, y eso aporta de manera significativa en lo que tiene que ver con los ataques de pánico. podríamos hablar de estas tres formas de prevención porque no tenemos ninguna segura. Entonces lo que hacemos es dar maneras que nos puedan ayudar.

Victoria: ¿Cuáles son los tratamientos para los ataques de pánico?

Yeni: Bueno, si hablamos de los tratamientos, hablamos de abordar todas las áreas. Si el terapeuta o si el médico psiquiatra entiende que sería bueno el acompañamiento mixto, entonces sí. ¿Quién determina el tema de lo medicamentoso? Lo determina el médico psiquiatra. Lo que puede hacer, si es que llega a un espacio terapéutico, es sugerir la consulta psiquiátrica. En esto también pesa mucho lo cultural, esto de que el psiquiatra es solo para las personas que están locas, pero no se trata de eso. En realidad, tenemos que tratar de generar esta cultura de que realmente somos seres integrales y que desde la dimensión espiritual lo podemos ver claramente. Dios no nos creó por un lado el cuerpo y por otro lado la mente. Nos creó de forma uniforme. Entonces pensar que mentalmente no nos puede pasar nada es totalmente absurdo. Es como que me digas que en tu vida nunca tuviste un resfrío. O sea, es como que disociamos, nos podemos enfermar físicamente pero no nos podemos enfermar mentalmente, pero ¿por qué? En realidad, puedo prevenirme en todos los sentidos, pero sí me puedo agarrar algo en cualquiera de los aspectos. No tengan miedo de consultar, porque es la manera más segura en la que nosotros podemos tener un tratamiento, una ayuda. Por eso cuando hablamos del médico psiquiatra, no nos olvidemos de que es médico. Entonces si hay algo que nos tiene que sugerir a nivel medicina pura y no medicina mental, va a tener la capacidad de hacerlo también.

Victoria: Muchas gracias, Yeni, por compartir estos conceptos con nosotros, ha quedado muy claro. Gracias a ustedes, queridas amigas, por acompañarnos en el programa de hoy y las invitamos a que lo hagan nuevamente en el programa de la semana que viene. ¡Las esperamos!

2 Comments

  1. María dice:

    Interesantísimo tema

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