Héroes de la fe (12ª parte)
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Estudiamos la fe de Gedeón, un hombre llamado a realizar una difícil misión, pero con la directa y clara dirección de Dios. ¿Cuál fue su respuesta?
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PE2768- Estudio Bíblico
Héroes de la fe (13ª parte)
Gedeón
Amigos, estamos en un estudio en profundidad de cada una de las personas que integran la lista conocida como “Héroes de la fe” que se encuentra en Hebreos capítulo 11. Llegando al versículo 32 leemos: “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas”. En el versículo anterior, el autor de Hebreos se expresa de manera muy similar a la del evangelista en Juan 20:30-31 que dice: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”
Con “¿Y qué más digo?” está diciendo que, todo lo que era necesario para reconocer y entender la fe verdadera, había sido dicho. Dios nos dio todo lo que necesitamos para creer. Leemos en 2 Timoteo 3:16-17: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. No hay necesidad de experiencias y revelaciones especiales para creer, sino solamente la Palabra de Dios, de donde viene toda la fe.
Romanos 10:17 lo aclara: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. ¿Qué significa la Palabra de Dios para usted? ¿Es ella suficiente para que usted crea? David escribe en el Salmo 119:162: “Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos”. ¿Logra usted alegrarse como David con esta bendición que es la Palabra de Dios? Solamente aquello que usamos trae significado a nuestra vida. La Biblia no tiene culpa de no significar nada para usted si usted no la lee con frecuencia y no la aplica en su diario vivir.
A pesar de no entender bien algunas cosas, ¡la Biblia es completa! Siga leyendo y estudiando la Palabra de Dios, y ella fortalecerá su fe, protegerá su vida y le enseñará el camino correcto. Es de esa Palabra que necesitamos, pues nos enseña cómo vivir en forma bendecida. La Palabra de Dios es eterna, mientras todas las demás cosas son pasajeras. Proverbios 30:5-6 dice: “Toda palabra de Dios es limpia; el es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso”.
Nunca deje de actuar de acuerdo con la palabra de Josué 1:8 a fin de experimentar las promesas de Dios en su vida, dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
Volviendo a la lista de Héroes de la fé, el pasaje que leímos, el 32, comienza hablando de Gedeón. El nombre de Gedeón significa “cortador,” “guerrero.” La primera cosa que llama nuestra atención en la historia de ese hombre es su indignación con la miseria y situación que reinaba en su época y su reacción contra sus enemigos. En Jueces 6:13 dice: “Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas”.
Gedeón reconoció las necesidades de su época. No alegó que “hoy día todos lo hacen, los tiempos son otros.” Basado en la Palabra de Dios, reconoció que el pueblo no vivía de la manera correcta. Nosotros también vivimos una época marcada por el reinado del enemigo, así como los madianitas dominaban en la historia de Gedeón. Encontramos pocos hijos de Dios que luchan contra la situación decadente en el mundo y que interpretan los hechos a la luz de la Biblia. ¿Será que todavía nos molestamos cuando hay cristianos que viven de forma tibia, satisfechos consigo mismos, o ya nos acostumbramos con la situación? ¿Será que todavía lloramos por causa del estado de la Iglesia cuando vemos cuántas celebraciones son realizadas dejando a Jesús del lado de afuera?
¿Cuántos Gedeones hay todavía, y personas que analizan las iglesias y las familias de acuerdo con la Palabra de Dios? Es necesario volver a los principios de la Palabra de Dios. La falsa creencia de que hoy todo es diferente y que las cosas son hechas de manera diferente, nos mantiene en un estado espiritual adormecido. En Apocalipsis 3:17 Jesús se queja de la iglesia de Laodicea diciendo: “Porque tú dices: yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”.
Cuando reflexionamos respecto de la persona de Jesús, reconocemos que todavía son necesarios muchos cambios en nuestro carácter y no nos sentiremos satisfechos con nosotros mismos. Reconocer con humildad nuestro estado, muchas veces “tibio” e indiferente hacia Dios, nos llevará a tener nuevas experiencias con Él. ¡Es cuando reconocemos nuestras debilidades que nos volvemos fuertes! Y cuando levantamos nuevamente los patrones espirituales de Dios, el Señor ciertamente estará con nosotros.
Sea un Gedeón, alguien que permanece en la voluntad de Dios y defiende los patrones y principios de la Palabra del Señor en el mundo, cooperando de esa forma para que muchos sean arrancados de las manos del enemigo. ¡Con Jesús venceremos! Gedeón recibió una misión. También tenía muchas debilidades y sintió mucho miedo, por eso pidió señales a Dios. Tal vez usted diga: “Si Dios me hubiera dado esa misión, la habría realizado inmediatamente y lucharía contra los madianitas”. Pero piense en las dificultades de la misión que Gedeón recibió: ¡no era muy fácil cumplirla! ¡Lo importante es que Gedeón alcanzó la victoria con Dios! Caminó con el Señor hasta donde, para la lógica humana, ya no había más entendimiento y los cálculos humanos parecían ya no tener más sentido. Paso a paso, se mantuvo firme en Dios.
Gedeón destruyó al altar de Baal y construyó otro para Dios. Sin embargo, lo hizo en la noche, y no en el día, pues sintió temor. En Jueces 6:27 leemos: “Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche”. A pesar de sentir miedo, Gedeón realizó la tarea que Dios le había encomendado. Pasó por todas las pruebas, se dispuso a ir a la lucha a pesar de que su equipo era una minoría. ¡Y venció con Dios! Nadie se vuelve héroe de la noche a la mañana, es necesario pasar por la escuela de la fe.
El día de hoy puede ser para nosotros un día de aprendizaje en la escuela de Dios. ¿Seguiremos y pasaremos a la próxima etapa? En ese aprendizaje, Gedeón se volvió más cercano a Dios y un instrumento usado por el Señor que hoy es presentado como un ejemplo a ser seguido. Cuando Dios nos confía ciertas misiones, debemos realizarlas a pesar de sentir miedo. Pablo también sintió miedo veamos lo que dice a los 1 Corintios 2:3: “Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor” y en 2 Corintios 7:5: “Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores”.
A pesar de sus debilidades y temores, los héroes de la fe no desistieron de cumplir lo que Dios les había pedido. ¿Siente usted miedo al pensar en las tareas del día de hoy? ¡No se desanime, siga! Dios bendice a los perseverantes y promete renovar las fuerzas de aquellos que esperan en Él. Tal como leemos en Isaías 40:31: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.