De la mano del Eterno (3 de 3)
21 agosto, 2009Bienaventuranzas
21 agosto, 2009Título: Jesús tiene compasión de ti.
Autor: Herman Hartwich
Nº PE1404
Jesús tiene compasión de ti! Si! Es una gran realidad… Descubre junto a Herman Hartwich en tres ideas cómo es que Jesús se compadece de tu situación y no solo eso, cómo es que él se propone a ayudarte a salir de esa situación en la que te encuentras.
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Qué tal mis amigos en esta oportunidad siempre junto a ustedes a través de las ondas amigas de su emisora por la que está escuchando este programa quisiera invitarle a leer en el evangelio de Mateo capítulo 9 versos 37 y 38. Dice así la palabra de Dios. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: a la verdad la mies es mucha más los obreros pocos rogad pues al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. ¿Por qué dijo Jesús esto? Estaba mirando un campo de cebada de trigo o de avena o de cualquier otro cultivo? No! Estaba mirando Gente. Si mis amigos, estaba mirando gente sufriente víctima de sus propios errores víctimas de las malas enseñanzas que recibieron en la vida, productos del alejamiento de los valores y principios de Dios. Basta solo con algunos momentos el ponerme a reflexionar y son demasiadas historias que tengo en mi mente historias de vidas y vaya qué historias.
Historias de vidas desechas. Que no saben para dónde agarrar. Que piensan que la única solución es o entregarse a la corriente de este mundo de corrupción, a esta rosca y seguir girando hasta acabarse todo o quitarse la vida, o en último caso terminar en un loquero. Como lo decimos comúnmente. Y vaya si hay gente en esta condición! Vaya si hay gente y cada día más! Porque muy caro que se cobra el diario y todo por qué? Y todo por qué? Sencillamente porque esas personas están descarriadas están perdidas están enfermas, heridas, in capaces de salir adelante solas. Mi querido amigo, mi querida amiga que me estás escuchando en esta hora es posible que te encuentres en este estado descarriado pedido, enfermo, lastimado, incapaz de salir solo adelante. La ética popular tiene su cuna en los estoicos que pensaban que el hombre debía procurarse hacerse como Dios y no tener preocupación alguna ni cuidado. Si un hombre quiere vivir en paz debe abstenerse de todo sentimiento, de toda emoción de todo lo que altere la tranquilidad y el ánimo.
Epíteto escribe de cómo debemos enseñarnos y adiestrarnos en no preocuparnos cuando perdamos algo. Este debe ser nuestro estudio decía él. De la mañana a la noche. Comenzando por las cosas más insignificantes como un vaso de barro y prosiguiendo por los que van siendo así una vestidura, y perro un estado hasta llegar a ti mismo tu cuerpo, las partes de tu cuerpo. Tus hijos, tu esposa, y a tus hermanos, perder algo decía, ver morir a tus seres queridos y decir no importa, no me preocupa. El pensamiento religioso pagano creía en un Dios cuya esencia era ser incapaz de sentir piedad. La ética pagana enseñaba a aspirar a una clase de vida a la que al final toda piedad y compasión se hubieran desvanecido. La idea de un Dios compasivo y una vida cuya la fuerza motriz es el amor piadosa solamente pudo haber venido a semejante mundo por vía de una nueva revelación. Nosotros como cristianos creemos que Dios es amor y que la vida cristiana es amor y haremos bien en no olvidar. Que ni una cosa ni la otra hubiéramos conocido sin la revelación de Jesucristo. De quien tan maravillosamente se dice: que sentía compasión. Vamos a una espacio musical mientras que aquellos que tienen Biblia pueden buscar mateo capítulo 9 versículos 35 y 36.
Dice Así la palabra de Dios: Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Quiero llamar vuestra atención a este relato del evangelista Mateo. A la palabra compasión Jesús tuvo compasión. La compasión si buscamos en el diccionario es una emoción que conmueve lo más recóndito del hombre. Todas las entrañas se sacuden.
Sí mis queridos amigos, Jesús tenía y tiene compasión. Si vamos al evangelio vemos que Jesús tenía compasión de todas las situaciones y ninguna de ellas escapa al amor y a la compasión de Jesucristo. En primer lugar vamos a ver 3 áreas. Jesús se compadecía del abandono espiritual de la gente. Dice que estaban como ovejas sin pastor. Desorientadas, van a cualquier lado creen cualquier cosa. Cualquier superstición, cualquier cosa ilógica. Pero que en su ignorancia de los verdaderos valores, la gente los cree y los practica supersticiosamente con la esperanza de mejorar. Hace esto o aquello te dicen tus amigos, tu familia, te va a dar suerte, de va a mejorar, vas a salir adelante, mira pruébalo si bien no te hace mal no te va a hacer. Cuántas sugestiones de parte de este mundo de parte de aún del propio Satanás. Los religiosos ven a este tipo de gente como lo veían en aquella época los fariseos veían a esta gente a la cual Jesús veía con compasión ellos los veían como reos listos para eliminar.
Para sacarlos de la sociedad. Lo mandan al infierno. Días pasados leía unos artículos acerca de las limpiezas que se hacen en las grandes ciudades. En vez de tener compasión por los chicos de las calles, por los ancianos, por los desposeídos. No, hay que eliminarlos, los crímenes de los niños de la calle de gente mayor de la calle es algo impresionante. Así actuaban los religiosos del tiempo de Jesús. Veían a la gente pobre, a la gente descarriada y ocupada de su vida espiritual como gente pronta para poder eliminar. Pero Jesús los ve como gente pronta para salvar. En vez de perdidos para condenar, para enviar al infierno. Jesús mismo dijo: yo no he venido para perder las almas sino a ganarlas. En segundo lugar, Jesús se compadecía del hambre y del dolor de la gente. Cuántos en este momento en nuestra sociedad pueden realmente mirar a Jesús y sentir que Jesús se compadece de su estado. El triste espectáculo de gentes hambrientas gente cansada, enfermos clamando, marginados llamando su atención.
Triste panorama que se repite hoy. Tal cual. Jesús nunca se mostró indiferente ante la necesidad de la gente en su ministerio terrenal pero quiero decirte querido amigo mi querida amiga que tampoco hoy Jesús es indiferente. Por eso estamos aquí compartiéndote el mensaje del evangelio. La buena noticia. Para los enfermos, para los ciegos, para los que están esclavos sometidos al diablo y para los pobres les es anunciado el reino de Dios. Jesús se compadece de tu necesidad. En tercer lugar, Jesús se compadece de las aflicciones de la gente: pobreza dolor angustia, desempleo, vicios, drogas. Prostitución abortos, violaciones enfermedades peligrosas. Hogares destruidos. Sueños rotos, tráfico de niños. Trata de blancas y mucho más se resumen en la palabra angustia. Yo quiero remitirme al relato del evangelista Lucas. Cuando Jesús allí hablando en aquellos momentos antes de ofrecer su vida en rescate por la humanidad. Él dijo que en los tiempos finales las características de la gente serían de angustia y de confusión y vaya que se está cumpliendo esta palabra de Jesús. Él ya lo veía hace 2000 años, el estado de angustia y de confusión de la gente por el temor de las cosas que han de venir. Pero mi querido amigo en medio de la angustia y del temor que tu estás viviendo en este momento, aquí está él. Aquí está Jesucristo, delante de ti a tu lado está teniendo compasión de ti. Y cómo lo sabemos? El Dios su vida por ti en la cruz del calvario. Pagó el precio del rescate de tu vida, él quiere librarte de tu angustia y de tu temor.
La Biblia nos habla de que él vino a librarnos de la angustia y del temor de la muerte a todos aquellos que estábamos sujetos a la servidumbre por el temor de la muerte que es el postrer enemigo. Entrégale tu vida a Jesucristo y vas a ver cómo va a cambiar. ÉL tiene compasión de ti acepta su amor, acepta su perdón y su restauración.