Tomando medidas para dejar de prejuzgar
9 abril, 2018Las enfermedades respiratorios más prevalentes – Parte 2
9 abril, 2018Hoy entrevistamos al Dr. Mauricio Amaral, especialista en neumología. Aprendemos acerca de las enfermedades respiratorias más comunes, sus síntomas, tratamientos y prevención. Le invitamos a que conozca más sobre este tema tan práctico e interesante.
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EA712 – Entre Amigas –
Las enfermedades respiratorias más prevalentes – Parte 1
Entrevista a Dr. Mauricio Amaral
Elí: Bueno Mauricio, te damos la bienvenida. Mauricio es médico, ahora nos va a contar su especialidad y en qué lugares está trabajando.
Mauricio: Mi nombre es Mauricio Amaral, soy médico, soy especialista en medicina interna y docente de neumología. Trabajo en el hospital Maciel y en el Hospital Evangélico. En el hospital Maciel hago neumología y en el Evangélico hago más bien medicina interna.
Elí: Justamente, lo que queremos conversar hoy contigo es con respecto a las enfermedades respiratorias más prevalentes del aparato respiratorio.
Mauricio: Quizás estaría bueno, antes de comenzar, definir lo que es el aparato respiratorio y para qué sirve. Su principal función es oxigenar la sangre. Como saben, todas las células de nuestro organismo necesitan oxígeno para todo lo que son los procesos metabólicos. El oxígeno se extrae del aire a través de la acción de los pulmones. El aparato respiratorio está compuesto entonces por la nariz, sigue por la faringe, la laringe, en donde se encuentran las cuerdas vocales, los bronquios y los pulmones. Los bronquios son una especie de árbol que se va subdividiendo y cada vez que se subdivide disminuye el diámetro hasta llegar a niveles microscópicos, terminando en los alvéolos, que son como racimos huecos y es donde ocurre el intercambio gaseoso. Tenemos alrededor de 300 millones de alvéolos, para que se den cuenta de su importancia. Allí la sangre toma el oxígeno y deja el anhidrido carbónico, que es el producto de deshecho de la respiración celular. Es un aparato fundamental para la vida humana. Lo que nosotros hacemos es, a través de la inspiración y la espiración, movemos ese aire que se va intercambiando a nivel alveolar. Eso se hace a través de la acción de diferentes músculos: inspiratorios y espiratorios, de los cuales el principal es el diafragma, que queda por debajo de los pulmones. Cuando el diafragma se contrae, desciende y así aumenta el volumen de la caja toráxica permitiendo que el aire entre. De este modo se oxigena la sangre, y cuando el diafragma se relaja sale el aire con el anhidrido carbónico. El aparato circulatorio después se encarga de llevar ese oxígeno a todos los rincones del organismo. Así que, cualquier parte del aparato respiratorio que se altere nos va a llevar a tener una enfermedad respiratoria. Las enfermedades respiratorias más prevalentes son las infecciosas. Habitualmente las más comunes son las virales y las bacterianas. Las virales pueden ser, por ejemplo, la gripe, la rinitis la faringitis, o la laringitis, dependiendo del nivel del aparato respiratorio comprometido.
Elí: Sería bueno definir cuándo tenemos un resfriado, y cuándo tenemos gripe, para tener bien clara la diferencia.
Mauricio: El resfrío común afecta sobre todo la nariz, las fosas nasales. Vamos a tener estornudos, salida de líquido, más bien transparente, de las fosas nasales, y puede ser que haya algún grado de decaimiento, pero leve. Cuando tenemos una gripe, ya es una afectación más global. Estamos más decaídos, puede que tengamos dolores articulares, musculares, fiebre, y, dependiendo del huésped, puede traer también falta de aire y otras manifestaciones más graves. La gripe se resuelve en domicilio con antigripales, reposo y abundante líquido. Pero, por ejemplo, la población más añosa o quienes tienen enfermedades respiratorias crónicas, deberán tener más cuidado y necesitarán una consulta médica.
Elí: Nos gustaría tratar un poco lo que nosotros comúnmente llamamos congestión o neumonía.
Mauricio: Muy bien, dijimos que en las enfermedades uno de los agentes puede ser un virus, y otro puede ser una bacteria. Cuando es una bacteria, la manifestación será un poco diferente: con más fiebre, y mucosidad más amarillenta.
Lo llamamos neumonía cuando afecta el tejido del pulmón, cuando hay afectación a nivel alveolar. Los síntomas van a ser tos, expectoración purulenta, o sea, amarillenta, fiebre, puede haber un decaimiento general, falta de aire, lo cual ya nos hablaría de una neumonía un poquito más severa, y puede haber dolor al respirar hondo, que también nos puede hablar de una complicación. Todos esos síntomas nos indican una neumonía. En ese caso se debe consultar al médico, ya que se requiere tratamiento antibiótico.
Elí: ¿Pueden darse casos en los que se tenga una neumonía sin hacer fiebre?
Mauricio: Sí, es interesante esa pregunta. Hay pacientes que pueden tener enfermedades infecciosas en general, sin fiebre. Sobre todo, si están inmunocomprometidos o si tienen una edad mayor de 60 años. Mientras más viejita la persona, menos fiebre vamos a ver. Entonces el médico sospecha las infecciones, aunque no haya fiebre en esos pacientes.
Elí: También nos gustaría que nos hablaras un poquito sobre el asma.
Mauricio: Bueno, el asma es una enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea, que se manifiesta como broncoespasmo, que es cuando se contrae el músculo del bronquio, disminuyendo el diámetro y haciendo que el aire tenga menos espacio para pasar. Es una enfermedad obstructiva de la vía aérea, pero es reversible. El asma cursa de forma episódica. Es decir, que en un momento el paciente va a tener un broncoespasmo y va a tener mucha clínica, pero cuando el broncoespasmo cede, el paciente está como si no tuviera nada, como si estuviera sano.
Elí: ¿Cómo se da cuenta una madre que está frente a una situación de broncoespasmo? ¿Qué puede hacer para ayudarlo en esa situación?
Mauricio: El broncoespasmo se manifiesta con dificultades para respirar, con presión toráxica, y tiene chillidos. Cuando inspira y sobre todo cuando espira, produce un ruido respiratorio que es como un chillido. Algunas personas lo llaman “tener un gato en el pecho”. En los niños se puede manifestar como tos solamente, con lo que se llama polipnea, que es la respiración agitada, y también uno a veces puede escuchar, si presta atención, el ruidito respiratorio. Lo importante es definir al paciente como asmático. Hay veces que el asma se manifiesta en la infancia, pero al llegar a la pubertad, con los cambios hormonales, desaparece. Hay otros pacientes que continúan toda la vida teniendo crisis de asma. También hay pacientes que tienen un asma leve, con exposición a ciertos alergenos, y otros que se manifiestan casi todos los días, y que requieren un tratamiento más supervisado. El asma puede ser una enfermedad muy benigna y sencilla de tratar, así como puede también ser severa y hasta mortal, si no se trata. Por eso hay una gama muy importante de manifestaciones. Pero, básicamente, lo que uno tiene que hacer cuando tiene algún síntoma sugestivo de asma, sea la tos seca, los chillidos al respirar, la falta de aire o la presión toráxica, es ir al médico. En ese momento le van a administrar inhaladores, que son broncodilatadores. Cuando ese producto ingresa a la vía respiratoria hace que el bronquio se dilate y que el aire pueda pasar de forma normal. Esos son los inhaladores de rescate, pero también se pueden prescribir inhaladores preventivos que son más bien para aquellos pacientes que tengan un asma más severa.
Elí: ¿Así que siempre es aconsejable una consulta periódica?
Mauricio: Siempre es aconsejable la consulta. Después el médico le va a decir cada cuánto tiene que consultar dependiendo de la severidad. Si es muy severo quizás lo cite una vez por mes, o cada tres meses. Si es esporádico, una vez por año o cada seis meses. Pero tiene que haber un seguimiento. No necesariamente por neumólogo, a no ser que sea muy grave, pero por médico de medicina general.