Los dones están para que sean utilizados 1/3
21 febrero, 2008Los dones están para que sean utilizados 3/3
21 febrero, 2008Titulo: Los dones están para que sean utilizados 2/3
Autor: Norbert Lieth
Nº: PE986
Algunos cristianos sólo tienen un don, otros tienen varios. ¿Utilizamos todo lo que nos ha sido dado para la gloria de Jesucristo? Tendremos que dar cuenta de ello pues ningún don nos ha sido dado para uso propio.
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Los dones están para que sean utilizados 2/3
Hola estimado amigo, hoy estaremos aprendiendo sobre los siervos fieles.
Podemos leer en Mateo 25:16-17 acerca de ellos, dice la palabra de Dios.«Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.»
¿Los siervos esperaron determinado tiempo para ir a negociar con sus talentos?
No, ni bien los recibieron fueron a negociar con ellos. No dejaron pasar el tiempo ni dejaron los talentos tirados, antes bien los utilizaron «de inmediato» para su señor y los multiplicaron. Esto mismo se espera de nosotros en vista al regreso del Señor Jesús: Leemos en Efesios 5:16 – 17: «…aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor«
Querido amigo, sólo tenemosunavida que el Señor nos ha regalado. A través de la fe en su palabra acerca de la obra redentora consumada a través de Jesucristo en la cruz, Dios permitió que renaciéramos para una esperanza viva. Él nos ha obsequiado el Espíritu Santo y también otros dones. ¿Para qué? ¡No para nuestros propios intereses!
En lo que a los dones se refiere tenemos una gran responsabilidad individual ante el Señor. La palabra de Dios nos exhorta: «No descuides el don que hay en ti, que te fue dado …» . Y en 2 Timoteo 1:6 leemos: «Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti …»En cierta ocasión alguien dijo: «Nuestra vida es un regalo de Dios para nosotros. Lo que nosotros hagamos con ella es nuestro regalo para Dios.» Debajo de un cuadro en el cual se representa la imagen del salvador crucificado están escritas las palabras: «Esto es lo que yo hice por ti, ¿Qué harás tú por mi?»
Los siervos fieles no sólo utilizan una parte de los dones recibidos, sino cada uno de los cinco o bien de los dos talentos. De manera que duplican lo recibido y hacen una ganancia del cien por cien. El siervo con los cinco talentos no solo negoció tres y aquel que recibió dos no sólo negoció con uno. No, emplearon todo lo que habían recibido y no se conformaron con menos.
Nosotros también somos llamados a poner en práctica todas nuestras habilidades para el reino de Dios y no utilizar algunas y otras tan sólo dejarlas de lado.
Algunos cristianos sólo tienen un don, otros tienen varios. ¿Utilizamos todo lo que nos ha sido dado para la gloria de Jesucristo? Tendremos que dar cuenta de ello pues ningún don nos ha sido dado para uso propio. «…porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá«
Alguien dijo una vez: «Al hombre no se le debería juzgar por sus cualidades sino por el uso que le da a estas.» Ambos siervos no fueron juzgados tanto por la ganancia que habían sacado, sino por la fidelidad con la que emplearon lo recibido. El Señor le dijo al que había recibido cinco talentos: «Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor» .Lo mismo se le dice también al que había recibido dos talentos y había sido fiel en su negociación.
La siguiente historia ha de motivarnos a ser fieles con lo poco que hemos recibido: Un hombre hizo un largo viaje por barco y durante la travesía enfermó considerablemente y se debilitó. Ya casi no se podía mantener en pie y finalmente tuvo que guardar cama. De pronto desde su lecho escuchó el grito: «¡Hombre al agua!» El enfermo pensó: «Quiera Dios ayudarle a ese pobre tipo, en mi estado no puedo hacer nada por él» Pero en ese momento se le ocurrió, que al menos podría acercar su lámpara a la ventana del barco. Trabajosamente se incorporó y colgó la lámpara delante de la ventana. El que se estaba ahogando fue rescatado. Al día siguiente éste contó: «Cuando por última vez llegué a la superficie alguien había encendido una lámpara. La luz cayó justamente sobre mi mano, uno de los marineros que estaba en el bote salvavidas la vio y logró sacarme.»
También los talentos que a simple vista parecerían ser pequeños, utilizados en nuestra debilidad, llevan a glorificar al Señor y a salvar personas. Uno ora, otro reparte literatura, otros a su vez donan dinero para eso etc. ¿Estamos dejando que nuestra luz ilumine? Nuestro Señor viene sin lugar a dudas y va a pedir cuentas a cada uno individualmente: dice la Biblia: «Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos«. «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo«.