Alegato para la profecía bíblica (parte 3).
21 febrero, 2008El misterio de Dios, que es Cristo.
21 febrero, 2008Titulo: “Los misterios de Dios”.
Autor: Norbert Lieth
Nº: PE912
Los misterios de Dios no transforman la fe cristiana en una fe misteriosa. Se trata de cosas que en el antiguo pacto habían permanecido ocultas saliendo a luz esporádicamente, pero que ahora han sido reveladas y pasaron a formar parte del fundamento de la fe cristiana.
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Los misterios de Dios
Estimado amigo, en el Nuevo Testamento aparece 26 veces la expresión «misterio'', 19 de ellas provienen de Pablo.
A través del apóstol Pablo Dios le revela al mundo de una manera muy especial su plan de salvación en Jesucristo. Pablo mismo escribe en Efesios, capítulo 3, versículos 3 a 5:
«por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu'' .
Sin embargo, estos misterios no transforman la fe cristiana en una fe misteriosa. Se trata de cosas que en el antiguo pacto habían permanecido ocultas saliendo a luz esporádicamente, pero que ahora habían sido reveladas y pasaron a formar parte del fundamento de la fe cristiana.
La redención a través del sufrimiento y la muerte de Jesús fue un misterio que sus discípulos recién pudieron comprender gradualmente después de su resurrección y a la luz del Antiguo Testamento. Las veces que Jesús les había hablado al respecto no lo comprendieron. De manera que antes de su muerte le dijo a sus discípulos: «Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar'' (Juan 16:12). Y enseguida después les dice que en el futuro el Espíritu de verdad los guiaría a toda verdad y que lo glorificaría.
Permítame leer los versículos 13 y14 textualmente:
«Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo hará saber».
Pablo se refiere 19 veces a misterios que Dios le había revelado y que anteriormente habían estado ocultos. Sin embargo a pesar de todas estas revelaciones Pablo permaneció humilde y discreto. Por eso pudo testificar en 2. Corintios 12:7: «Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera'' . Seguramente fue debido a esa humildad que el Señor pudo utilizar a Pablo de esta manera tan extraordinaria.
Ahora surge la pregunta: ¿Por qué tan pocas personas pudieron comprender estos misterios? La comprensión de las cosas ocultas de Dios, como en el caso de Pablo, tal vez consista en la humildad ante Dios.
Cuando durante su ministerio Jesús experimentó la oposición contra sus enseñanzas, comenzó a hablar por parábolas para que sus contemporáneos lo pudieran oír pero no entender. Cuando sus discípulos le preguntaron por qué lo hacía, él les respondió: «Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden'' (Mateo 13:11-13).
Una vez más nos preguntaremos: ¿Qué es lo que le faltaba a la gente de aquel entonces para poder comprender el mensaje de Jesús? ¿No habrá sido lo que Pablo testificó más adelante es decir que todo lo tenía por «basura'' o bien por «pérdida'' en comparación con el conocimiento de Cristo (Filipenses 3:8)? Es de suma importancia para nosotros reconocer a Cristo en Su humillación, la cual lleva a la glorificación. Por eso los misterios de la fe que le fueron revelados a Pablo también son decisivos para nosotros, para que las inescrutables riquezas de Cristo nos sean abiertas tal como lo expresara Pablo en Efesios 3:8-9: «A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas.''
Las declaraciones de Pablo referentes a los misterios de Dios se pueden subdividir en 7 misterios, o sea de la siguiente manera:
1. El misterio de Dios, que es Cristo (Colosenses 2:2).
«Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.»
2. El misterio de la fe (1 Timoteo 3:9).
«guarden el misterio de la fe con limpia conciencia».
3. El misterio de la obediencia a la fe a todas las naciones (Efesios 3:1a
6, Romanos 16:26).
«pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas,
según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes
para que obedezcan a la fe.»
4. El misterio de «Cristo en vosotros, la esperanza de gloria'' (Col.1:27)
» a quines Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de
este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la
esperanza de gloria.»
5. El misterio de la iniquidad (2 Tesalonicenses 2:7).
«Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al
presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio»
6. El misterio de la transformación de los muertos y los vivos en Cristo,
de un cuerpo terrenal a uno celestial (1Corintios 15:51- 52).
«He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y
nosotros seremos transformados»
7. El misterio del endurecimiento de Israel (Romanos 11:25).
«Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis
arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel
endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles»
Estos misterios divinos tienen suma importancia. De todas maneras, en este momento cabe mencionar aquellas importantes palabras de Pablo que nos recuerdan que el mero conocimiento no trae la dicha; esa se logra tan sólo si va acompañada por el amor: «Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy'' (1 Corintios 13:2).
El requisito para poder comprender los misterios divinos es amar a Dios. Únicamente si este amor es nuestro motivo, estamos en la condición de comprender los tesoros ocultos de Dios en Cristo Jesús.