Nada justifica la violencia – Parte 2

Nada justifica la violencia -Parte 1
6 abril, 2018
Tercera edad, 2 formatos distintos a trabajar
6 abril, 2018
Nada justifica la violencia -Parte 1
6 abril, 2018
Tercera edad, 2 formatos distintos a trabajar
6 abril, 2018

Continuamos hablando con Lilián Caravadossi, terapeuta especializada en violencia. Abordaremos los distintos tipos de violencia: doméstica, familiar, económica, de abandono, sexual y espiritual.  ¿Qué nos aconseja la Biblia cuando nos enfrentamos a estas situaciones? ¿cómo debe ser el trato con los que nos rodean?. Te invitamos a profundizar sobre todos estos temas en los próximos minutos.


DESCARGARLO AQUI:
EA680 – Entre Amigas –
Nada justifica la violencia (2ª parte)



Entrevista a Lilián Caravadossi

Natalia: ¡Amigas! llegamos al tiempo de entrevista, estamos nuevamente con Lilián Caravadossi. Es terapeuta sistémica en adicciones y violencia, educadora especializada en violencia y mediadora de conflictos. Al final del programa compartiremos su página web para que, si les interesa este tema, puedan tener un mayor acercamiento.
Nuevamente, un gusto tenerte con nosotras.

Lilián: Bueno, muchas gracias por invitarme otra vez aquí, estoy muy contenta de estar en este programa y de poder ayudar a toda la audiencia.

Natalia: El programa pasado hicimos un primer acercamiento al tema de violencia que está muy difundido, muy mal tratado.

Lilián: Muy mal tratado. Esa es la palabra exacta, ya que se suele hablar de un solo tipo de violencia, y no se tiene en cuenta la vastedad del concepto.

Natalia: Mismo desde las noticias y desde los informativos se habla muchas veces de las consecuencias de la violencia, de lo malo que genera, y no de como solucionarlo. Entonces se pierde tiempo muy valioso en hacer foco en lo malo, cuando se podría ayudar mucho desde lo bueno. Por eso, la idea de hoy es hablar contigo, y hacer una especie de diccionario de violencia. Hay muchos tipos de violencia que a veces naturalizamos, estamos tan acostumbrados a esta situación que no nos damos cuenta de que, efectivamente, es violencia.

Lilián: Sí. Existen diferentes tipos de violencia, por ejemplo, la violencia doméstica, que no es lo mismo que la violencia familiar. La violencia doméstica es dentro del espacio de la casa, y generalmente entre el esposo y la esposa. Por otro lado, la violencia familiar es entre todos: ancianos, discapacitados, niños, adolescentes. Luego tenemos la violencia cruzada de la cual se habla muy poco. La violencia cruzada se da cuando la mujer le pega al hombre en una oportunidad, y en otra oportunidad el hombre le pega a la mujer, siendo los dos violentos. De este tipo de violencia se habla muy poco, pero existe. También tenemos la violencia sexual, la patrimonial, la violencia física de la cual quiero hablar más detenidamente. Empezando por los novios, a veces piensan que podrán cambiar al agresor, pero la realidad es que nadie cambia a nadie, sino que cada uno se cambia a sí mismo. Así, empiezan las agresiones: Empujones, pellizcos, cachetazos, tirar del pelo, golpes, arrojar objetos, provocar quemaduras, agresión con cualquier tipo de arma. De este modo, terminamos con mujeres con graves lesiones e incluso la muerte.

Hay otra violencia física de la cual se habla muy poco, que es el abandono. Se da, por ejemplo, cuando uno no le permite al otro suplir ciertas necesidades básicas, como poder higienizarse o, en caso de enfermedad, impedirle acceso a la atención médica necesaria.

Luego pasamos a la violencia psicológica, en la cual se menoscaba la autoestima de la mujer insultándola, amenazando, criticando, burlándose, dejando de hablarle, utilizando sobrenombres ofensivos, poniendo a sus hijos en su contra, e impidiendo que vea a sus amigos o familiares. Todos estos comportamientos provocan daños terribles, incluso trastornos psiquiátricos debido a la ansiedad y el estrés, pudiendo llegar al suicidio.

Por otro lado, tenemos la violencia sexual. Al hablar de este tipo de violencia uno se imagina una violación, la cual puede ser extramatrimonial, pero también dentro del matrimonio. Si una mujer no está de acuerdo, es una violación. También hay otras formas de violencia sexual, por ejemplo, obligarla a ver películas o revistas pornográficas, forzarla a realizar actos sexuales que no desea hacer, y todo esto también forma parte de la violencia sexual.

La violencia económica, ocurre cuando no se le permite al otro tener acceso al dinero, sino que uno domina la forma en la que se gasta.

También existe la violencia espiritual, cuando un integrante de la relación es cristiano y el otro no, y se utiliza esta diferencia espiritual para violentar al otro, marcando sus errores y tomando una posición de superioridad.

A su vez, tenemos que tener en cuenta que la violencia se contagia, y que el autor de violencia está siendo víctima, a su vez, de violencia.

Natalia: Y como cualquier contagio, hay formas de prevenir. Hay vacunas.
Vamos a ver cómo resolver estos problemas desde los dos lados. Desde los que son violentos, y los que son víctimas de esta violencia. Para terminar con el contagio, ¿qué tenemos que hacer?

Lilián: Este contagio de la violencia es muy peligroso. Los niños que están siendo víctimas de violencia en su hogar luego tienen los mismos caminos que sus padres. Debemos hacer talleres para que los padres entiendan realmente lo que están transmitiendo a sus hijos, ya que los niños que sufren de violencia son más proclives a ser violentos, o ser víctimas de violencia en otras relaciones. El cambio comienza en enseñarles a los niños a cambiar los hábitos, a resolver los conflictos sin acceder a la violencia.

Natalia: Y a su vez los padres deben cambiar, porque son los que están transmitiendo esta violencia. Hay una película que trata este tema desde una perspectiva muy interesante. Trata de dos niños que se pegan, por lo que sus padres se juntan a hablarlo. En principio los padres se tratan de manera muy civilizada, pero después terminan insultándose. Entonces, ¿cómo esos niños no van a ser violentos si es lo que reciben de parte de sus padres?

Lilián: Por supuesto, los niños actúan de la forma que aprenden en su casa.

También es importante, en el caso de una familia cristiana, tratar el peligro de sacar de contexto los versículos. Por ejemplo, Efesios 5:22-24 ha sido de mucha confusión, porque dice: “Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es la cabeza de su esposa, así como Cristo es la cabeza y Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo”. Estamos de acuerdo, pero también debemos leer los versículos anteriores y posteriores. El versículo 21, dice: “Sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.” y del 25 al 33 dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.” También en colosenses 3:19 dice “Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas”. Así que, no saquemos fuera de contexto. Si bien el esposo es la cabeza de la casa, los dos tienen que respetarse, y los dos tiene que poder llevar adelante una familia con armonía.

Natalia: El vinculo perfecto, que es el amor, es el que esta presente en cada una de las relaciones de las que habla la Biblia, sean padres e hijos, el matrimonio, la relación con el jefe, con el empleado, porque es como Dios nos trata. Y ese es el vínculo que nos quiere transmitir.

Lilián: En la Biblia encontramos varios casos de violencia: Tenemos el caso de Caín que mató a Abel, el maltrato infantil que sufrió José al ser tirado en un poso, también vemos el caso de Tamar, que sufrió una violación por parte de su hermano Amnón. Yo creo que el Señor nos ha puesto ejemplos para que nos impacten, y nos muestren que no debemos hacer. Para no repetir estos errores.

Natalia: Exacto. Están los ejemplos malos, para ver que no hacer, pero está la solución. Esto es lo que alienta y da esperanza, que Dios no nos deja en manos de nuestra naturaleza débil, sino que nos da herramientas y soluciones para que podamos vivir como Él quiere, para que tengamos la vida que Él nos preparó, y de la cual nosotros nos desviamos.

Lilián: A veces, es como cuando tiramos una piedrita en el agua: es solo una piedrita, pero se forman los círculos alrededor y en lugar de mirar la piedra, veo los círculos que se van agrandando. Entonces, pierdo de vista que el problema es una piedrita.

Natalia: Exacto. Y ese problema principal es el corazón del hombre que todavía no ha aceptado a Cristo, o que no lo deja actuar en su vida. Él no nos obliga a cambiar. No hace violencia con nosotros, el amor es lo que lo motiva.

Nos quedamos con muchas cosas para reflexionar. En la página de Lilián se puede acceder también a programas de radio para seguir ahondando en esta temática.

Te agradecemos por habernos acompañado en este programa.

Lilián: Bueno, muchísimas gracias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Elija su moneda
UYU Peso uruguayo