ONG Juntos en Argentina – Parte 2

El Pastor Oscar Naranjo, representante de la ONG JUNTOS de Argentina nos enseña sobre 5 cosas que Dios quiere hacer en nuestras vidas: Perdonar nuestros pecados, pagar el precio que merecemos, darnos paz con el Padre, permitir las pruebas en nuestra vida y prepararnos un provenir junto con Él en el cielo. Te invitamos a conocer cómo Dios hace cada una de estas cosas en nuestras vidas y cómo puedes recibir su perdón hoy.

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EA0951 – Entre Amigas –
ONG Junos de Argentina – Parte 2

Entrevista a Oscar Naranjo

Victoria: Es un gusto estar con nuevamente con ustedes, amigas. Estamos en el momento de la entrevista y nos acompaña una vez más Oscar Naranjo de Rosario, Argentina, quien se encuentra en Uruguay dando algunas conferencias y ya nos estuvo hablando en el programa anterior sobre la ONG JUNTOS Argentina, y sobre cómo Jesús se acerca a la mujer sin importar la situación. Muchas gracias, Oscar, por estar con nosotros nuevamente.

Oscar: Mando un saludo grande para toda la audiencia, gracias por estar allí y por seguir escuchando este maravilloso programa de Entre Amigas.

Victoria: Bueno, nos gustaría conocer un poco más acerca del trabajo, de la tarea que usted está llevando adelante.

Oscar: Contamos en el programa anterior acerca de una ONG en la que trabajamos un grupo de cristianos de Argentina que se llama JUNTOS Argentina. El ministerio en el cual yo trabajo y presido se llama Obra Misionera Literaria y lo fundé juntamente con mi esposa en el año 1985, siendo muy jovencitos y flaquitos también. Salimos a la obra misionera juntos y realmente fue lo mejor que nos pasó, dedicarle nuestra vida al Señor es algo hermoso. El ministerio tiene varias herramientas. La primera es una revista llamada Momento de Decisión, una revista muy conocida que hoy se puede leer a través de la página web, incluso desde el celular. Está realmente muy buena, en la página se puede incluso ver películas online. La página es www.mdedecisión.com.arg. Luego surgió el programa radial, también llamado Momento de Decisión, el cual usted puede escuchar ahí mismo en la página. Ahora estamos trabajando en un proyecto bastante ambicioso, que es Momento de decisión TV, con canales de aire, canales de cable y canales de internet que hoy están tan de moda. El ministerio trabaja con 36 países y tenemos también un instituto bíblico que se llama EBI, que dentro del ambiente cristiano es muy conocido, y que no se tiene que ser evangélico para estudiar allí. Tenemos católicos e incluso tenemos gente que no es creyente que estudia allí la Palabra de Dios. Es totalmente gratuito y yo aprovecho, ya que me dan permiso, para anunciarlo aquí. Si algún oyente quiere estudiar la Palabra de Dios, si quiere conocer más acerca del Dios de la Palabra, puede escribirme por Facebook a José Oscar Naranjo, le voy a pedir algunos datos para hacer una fichita y nada más. Si no tiene Facebook y tiene un correo electrónico, me puede mandar a joséoscarnaranjo@gmail.com. El sistema es bien sencillo, le va a llegar la clase número uno sin límite de tiempo, puede tardar un día, un mes o tres meses en estudiar la lección, y cuando termina le escribe al instituto y le mandan la clase número dos. Así a que toda aquella persona que quiera estudiar la Palabra de Dios la aliento a que lo haga, a veces la Biblia nos parece un libro antiguo pero sin embargo es muy real, muy actual. Te animo a que lo hagas.

Victoria: Bien, y hablando de nuestros tiempos y de las concepciones que han ido cambiando, sobre todo en cuanto a la familia, usted nos comentaba que el ministerio comenzó junto con su esposa. ¿Cómo se conjuga el trabajo ministerial y la familia? Porque muchas veces se ven como dos cosas separadas pero una persona es integral, ¿verdad?

Oscar: Es verdad. A veces decimos “la vida secular y la vida espiritual”, pero no, somos una sola unidad. Yo hablo siempre de la manta corta. Como misioneros nosotros no estamos bajo ninguna organización humana que nos ayuda para sustentarnos. El apóstol Pablo hacía tiendas. En esa época la gente vivía mucho en carpas, sobre todo los viajeros, y él hacía tiendas de noche y predicaba de día. La cuestión es que nosotros hacemos unos productos de limpieza que fabricamos y con eso nos sustentamos. De esa manera, todas las ofrendas que recibimos van al ministerio para poder hacer todos los proyectos que tenemos. Yo todas las semanas viajo a algún lugar dando charlas, conferencias, todo eso. Tengo también todo un equipo misionero de jóvenes que viajan a otros lugares, incluso a otros países. En este momento tenemos chicos en Marruecos y tenemos que cubrir todos esos costos. No dependemos de ninguna organización humana, entonces cada uno hace su tarea laboral. Pero ¿Cómo hacés? Porque si te dedicás al trabajo no hacés la obra, si hacés la obra descuidás a tu esposa, si cuidás a tu esposa descuidás a tus hijos, y a veces es una sábana corta con la que uno trata de tapar todos los huecos. Por eso necesitamos la ayuda del Señor para mantener un cierto orden, estar bien con la esposa, estar bien con los hijos, poder estar en la iglesia, poder hacer los viajes, poder tener todo un ministerio que es muy grande y poder hacer nuestra tarea laboral. Requiere a veces de un esfuerzo mayor, de dormir menos horas, pero el Señor compensa ese esfuerzo dándonos energía y vitalidad, y la verdad es que estamos muy felices. Tener a toda la familia sirviendo al Señor es lo más hermoso que nos ha pasado.

Victoria: Justamente esa era mi siguiente pregunta, también tiene hijos, ¿verdad?

Oscar: Sí, tengo tres. Una hija, Fiama, de ya casi 25 años, es profesora de gimnasia, fotógrafa, música, tiene muchos dones. Melanie, o “la Pipi” como le decimos, de ya casi 23, que es Licenciada en Psicopedagogía y está pronta a casarse ya, y por último Nahuel de 19 años, que ya terminó el secundario y me salió grandote, mide casi 1,90 m. y calza 47, así que me cuesta conseguirle zapatos a veces. Una hermosa familia de hijos que gracias al Señor le sirven y estamos muy agradecidos por eso.

Victoria: Y qué importante también la vida en el ministerio, en la iglesia, para poder desarrollar las distintas habilidades de los hijos. Se generan muchas veces oportunidades, o por necesidad de servir en determinada área se termina descubriendo un talento o una habilidad.

Oscar: Claro, es una realidad. Cuando ellos eran chiquitos viajaban con nosotros, y nunca me voy a olvidar de que mi hijo, ya cansado de que cada semana tenía que escuchar a papá predicar, me dijo: “papá, ¿podemos ir a una reunión donde no prediques vos?” Y bueno, ahora ya los chicos se han independizado, ya tienen sus propios ministerios. Nosotros lo que queremos es que ellos se vayan casando y que formen su hogar. Gracias a Dios mis futuros yernos son hombres de Dios, profesionales hermosos que dedican su vida a la tarea laboral pero sobre todo a la obra del Señor con todas las pilas. Realmente estamos muy contentos.

Victoria: Puede ser que alguna de nuestras amigas se esté preguntando: “está todo muy lindo, todo muy bien con ese Dios, pero ¿Qué es lo que puede hacer en mi vida? ¿Qué puede hacer Dios por mí? ¿Está interesado Dios en mi vida?” ¿Qué le podemos responder a eso?

Oscar: Bueno, yo quería charlar un ratito con las oyentes y quería contarles acerca de 5 cosas, es fácil de recodar porque son los dedos de una mano, son 5 cosas que Dios quiere hacer en tu vida, querida amiga. Y las hizo en mi vida, pero las quiere hacer en tu vida también. Te voy a hablar con una letra, para que sea bien fácil de recordar, que es la letra P.

Dice la Palabra de Dios en 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Querida amiga, lo primero que quiere hacer Dios en tu vida es Perdonar tus pecados. Cuando hablamos de la palabra pecado parecen cerrarse los oídos, porque a nadie le gusta que le digan que es un pecador. Usted sabe que en el concepto hebreo, que es el lenguaje en el que fue escrito la mayoría del Antiguo Testamento, el concepto pecado es manchas, es pecas. Entonces vos estás manchado por esas cosas que ofenden a Dios y que ofenden a los demás. Para poner un ejemplo bien nuestro, imaginemos que te invitaron a un casamiento, y vas con tu vestidito clarito, bien lindo, para lucirlo ahí, pero de repente pasa un auto por un charco con barro y te ensucia el vestido. Intentás limpiártelo pero no podés hacerlo, así que tenés que volver, limpiarlo, por ahí te perdiste la fiesta, y recién después de usar jabón en polvo, jabón líquido y quitamanchas podés recuperar la limpieza en tu ropa. En el concepto griego, porque parte del Nuevo Testamento fue escrito en griego, el concepto pecado significa errarle al blanco. Es como el arquero, no de fútbol sino como Robin Hood, que tira su flecha con el arco. El hombre le ha errado al blanco, vive lejos del centro de su vida, que es el Creador. Dice la Palabra de Dios en Proverbios 14:12 que “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte”. El hombre vive como se le da la gana, pero no se da cuenta de que un día tendrá que enfrentarse al creador y tendrá que estar en aquel lugar donde dará sus cuentas a Dios. Dios no te preguntará si eres de una religión, si eres evangélico o católico, no se fijará en si hiciste buenas obras. La única obra que Dios tiene en cuenta para la salvación de tu alma, querido oyente, es la obra que Cristo Jesús realizó en la cruz del calvario hace más de 2000 años, una vez y para siempre. Él murió por vos, el murió en la cruz pero ahora tenemos que ir a él con sincero arrepentimiento, con genuina fe, porque lo primero que Dios quiere hacer para entrar en tu vida y en tu corazón es perdonar tus pecados.

Dice Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Lo segundo que Dios quiere hacer es decirte que Jesús Pagó el precio. Nosotros no podíamos pagar ningún precio, él fue el que fue herido, molido, él fue el que pagó el precio en la cruz del calvario. Hay una antigua palabra que en nuestras Biblias se encuentra como una de las palabras finales del Señor Jesús en la cruz, donde él dice “Consumado es”, consumada está la obra. Ese concepto, cuando usted va al original, al griego, es la palabra tetelestai. Esta palabra se encontraba en los antiguos pagaré o deudas que tenía alguna persona. Si usted era un ciudadano del imperio romano y debía una suma de dinero, cuando la pagaba alguien le colocaba esta palabra: tetelestai, quería decir que todo estaba pago. Vieron que ahora cuando vamos a pagar es todo electrónico, pero antes uno juntaba la platita e iba a pagar la luz, y el viejo cajero tenía un sellito, usted daba la plata y él colocaba el sello que decía “pagado”. Qué alivio, ¿no? Uno se podía volver a la casa y sabía que hasta el otro mes no debía pagar nada. Ese es el concepto de tetelestai. Nosotros teníamos un acta eterna con una deuda eterna que no podíamos pagar. No alcanzan las obras, no alcanza la religión, no alcanza la moral, nada alcanza para pagar la salvación y la vida eterna. Cristo fue a la cruz del calvario, él murió por nosotros, por nuestros pecados, tomó ese sello divino y colocó la palabra tetelestai, toda la deuda está pagada. Querida amiga, él, en este momento en el que estás escuchando o leyendo este mensaje, donde quiera que tú estés, él quiere decirte que pagó el precio de tu salvación.

Ahora, la Palabra de Dios dice en Romanos 5:1 lo siguiente: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Lo tercero que Dios quiere hacer en este día por usted es que quiere decirte y quiere darte la Paz con el Padre. Dice la Palabra que somos justificados, hechos justos. Nosotros por nosotros mismos no somos justos para nada, pero la balanza divina se inclina a nuestro favor cuando la persona de Cristo, el justo, muere por nosotros, los injustos. El que no conoció pecado muere por nosotros, los pecadores. Porque estábamos en guerra con Dios, alejados del creador. Dicen las mismas escrituras que en otro tiempo, cuando no teníamos a Cristo, éramos enemigos de Dios. Sin embargo, el Señor Jesús murió para que usted y yo tengamos paz con el Padre, paz con el creador, paz con el Dios que nos hizo. Querida amiga, la paz es extraordinaria y necesitamos tener paz con Dios. Solo Jesucristo puede hacerlo. Pero hay otro concepto que me gusta mucho de la Palabra de Dios, y es lo que la Biblia llama la Paz de Dios. Cuando somos creyentes puede haber circunstancias aversas, terribles, pero Dios nos llena de la Paz de Dios. Dicen las Escrituras en Juan 14:27 que el Señor Jesucristo dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Cuántas veces el mundo trata de obtener la paz pero no la puede obtener. Querida oyente, solo Jesucristo puede darte paz más allá de la tormenta, más allá de las dificultades. El Señor Jesucristo da calma, da tranquilidad, da paz, aún en los momentos más terribles. Hay una parte de las Escrituras muy conocida que dice “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno”. Aun en el momento más oscuro de la vida, Dios llena nuestro corazón de paz porque Jesús nos lleva al Padre.

Dice 1 Pedro 1:7: “Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”. Lo cuarto que quiero decirte en este mensaje es que Dios Permite pruebas. Ahí ya no nos gusta tanto, ¿no? Yo quiero que Dios sea mi salvador, quiero que me lleve al cielo, pero que permita las pruebas no lo quiero tanto. El Señor utiliza las pruebas para forjar nuestra fe. El pasaje dice “vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego”. Yo tenía un tío que venía de Siria y era joyero. Él tomaba el oro y lo pasaba por el fuego para purificarlo, y allí, en el fuego, se quemaban las impurezas. Querido, cuando somos cristianos Dios permite en nuestra vida pruebas. A veces no las entendemos, y son pruebas difíciles de soportar. Pero la Palabra de Dios dice que con la prueba Él nos dará la salida. Ahora, ¿qué quiere decir ese pasaje? ¿La salida es el fin de las pruebas? ¡No! Imagínate una persona que es ciega, que tal vez nunca podrá volver a ver. ¿Cuál es el fin de la prueba entonces? No hay fin de la prueba, lamentablemente morirá ciega. Pero la salida es la fuerza que Dios te da para llevar adelante y soportar la prueba. El cristiano tiene esta ventaja. Una cosa es enfrentar la vida y los problemas solos, y otra cosa es enfrentarlos con Cristo. Querido oyente, Cristo es el puerto seguro en donde vos podés amarrar el barco de tu vida, Cristo es el castillo eterno donde podés refugiarte. Vendrán los vientos, vendrán las olas de las dificultades, vendrán las pruebas difíciles, pero él es el castillo eterno que nos dará seguridad a través de la vida, a través de la prueba.

Dice Juan 14:1-3 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Lo quinto que Dios quiere decirte es que Dios te Prepara un porvenir. Él le prometió a cada creyente que un día va a volver, el Señor va a venir a buscar a su Iglesia, no a los católicos, no a los evangélicos, su Iglesia la formamos todos aquellos que le hemos pedido perdón al Señor y hemos creído en Él. Hay un porvenir hermoso, hay un porvenir a su lado. La Palabra de Dios dice que todos estaremos en la eternidad. Lamentablemente, algunos pasarán la eternidad en la condenación, pecadores perdidos, aquellos que no arreglen sus cuentas con Dios en esta vida. Discúlpeme, querido oyente, pero no hay una segunda oportunidad, no hay un purgatorio, no hay un lugar donde usted pueda arreglar sus cuentas con Dios una vez que cruza el frío umbral de la muerte. Usted tendrá que prepararse. Pero también la Palabra de Dios dice que hay pecadores que han sido pecadores, pero que son librados del pecado y de su condenación. Quien te habla es uno de ellos, porque un día fui a Cristo, le pedí perdón por mis pecados, creí que el Señor murió en la cruz para salvarme y le recibí como salvador personal. ¿Algún oyente querrá hacer eso en este momento? Hágalo con una oración, una sencilla oración de fe. Cuando hay fe y verdadero arrepentimiento Dios obra en tu vida. Querido oyente, por favor, vaya a los pies de Cristo. Recíbalo como salvador personal y entréguele su vida, su corazón al Señor Jesús.

Victoria: Pastor Oscar Naranjo, le agradecemos mucho por este tiempo, por estos programas que ha tenido con nosotros. Vamos a tener también los contactos que él nos dejaba sobre el trabajo que está realizando disponibles, y a ustedes, amigas, como siempre las invitamos a que continúen en la escucha de Entre Amigas. ¡Hasta la próxima!