Al final del peor tiempo de terror que Israel y el mundo hayan experimentado, se abrirá el cielo. El Señor Jesucristo regresará con majestad y gloria en un caballo blanco como "Fiel y Verdadero". No vendrá solo, sino que le seguirán ejércitos del cielo en caballos blancos, "vestidos de lino fino, blanco y limpio".