Continuaremos con la fuente o el lavacro que nos habla de la purificación diaria por la Palabra de Dios, y luego veremos las cubiertas que nos hablan de la protección y seguridad en Cristo.
El primer objeto en el tabernáculo, el altar de bronce, habla de la cruz como lugar de juicio y expiación. El segundo objeto, la fuente o lavacro, nos habla de la purificación diaria por la Palabra de Dios.
Este es el inicio de un estudio detallado, a través de varios programas, sobre el Tabernáculo y sus paralelismos con el Plan de Salvación y con la persona de Jesucristo.
Recibimos la visita de Carolina González y Catherine Vaz, quienes nos cuentan acerca de su vivencia con la celiaquía y la intolerancia al gluten. Te invitamos a recibir consejos prácticos para la alimentación saludable.
Conversamos nuevamente con Yanina Cossime, orientadora familiar, quien nos trae consejos para el manejo efectivo de nuestros tiempos cuando se trata de trabajar y tener una familia. ¿Es posible hacer ambas?
Escuchamos a la orientadora familiar Yanina Cossime, quien nos cuenta acerca de la importancia de la familia como célula base de la sociedad. Te invitamos a conocer sus consejos prácticos para los padres y reflexionar acerca de la influencia de la familia en el desarrollo de las personas.
Nancy Rodríguez nos acompaña para conversar sobre un tema muy importante: El propósito en la tercera edad. ¿Qué nos dice la Biblia al respecto? ¿Cómo debemos tratar a los adultos mayores? ¿Cuál es su rol? No te pierdas esta entrevista.
Wilfredo Weigandt nos acompaña para contarnos acerca de Langham Predicación, un ministerio comprometido con la predicación fiel a la Palabra, clara y actual.
Hablamos con Elí Morales sobre las señales de tránsito y su paralelismo con las señales que la Palabra de Dios pone para nuestras vidas. ¿Cómo vamos a decidir conducir nuestra vida este año?
El Señor llamó a Pablo en el camino a Damasco: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dios lo baja del caballo en sentido literal y figurado. Dios humilla y levanta.
El Señor llamó a Pablo en el camino a Damasco: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Pablo dejó de ser un perseguidor para sufrir persecución. Dios hizo grandes cambios en él.
El Señor llamó a Pablo en el camino a Damasco: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dios lo baja del caballo en sentido literal y figurado. Dios humilla y levanta.
El Señor llamó a Pablo en el camino a Damasco: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Después de escuchar aquella voz, su vida cambiaría radicalmente. ¿Acaso no podrá Dios hacer lo mismo en ti?
El Señor llamó a Pedro advirtiéndole de la lucha que se venía. En esa lucha, la victoria es posible porque Él intercede por nosotros; no luchamos por una victoria, sino partiendo de Su Victoria.
El Señor llamó a Pedro advirtiéndole de la lucha que se venía. Esa lucha es feroz, hasta la muerte, y perseverante, todos los días. Pero tenemos una fuerte armadura y al Señor victorioso de nuestro lado.
El Señor llamó dos veces a Pedro, advirtiéndole de la lucha que se venía. Esta lucha es necesaria, porque fortalece la fe y saca a luz tanto la debilidad humana como el poder de Dios.