El Señor dio mucha importancia a la fe de Abram. Su fe en el nacimiento milagroso de Isaac y su obediencia al sacrificarlo fueron tan honorables que fue considerado "amigo de Dios."
La nación de Israel, que es un prototipo de la iglesia de Cristo, es tan una en la mente y en el propósito de Dios como lo es la iglesia. La historia de esta nación ilustra los principios del gobierno moral de Dios y ejemplifica una lección para todas las naciones y todos los tiempos.
La elección es una decisión divina. Por eso, los israelitas han sido escogidos por Dios para un propósito específico, como resultado de Su infinita sabiduría. Este pueblo ha sido redimido para ser de Dios por siempre.
El propósito de Dios es bendecir al mundo, recuperar a la humanidad de los efectos de la caída y llenar la tierra con su gloria. Este propósito se revela en su Palabra y se aplica al canal de difusión de esta bendición.
Dios tiene un plan maravilloso para todos, pero nosotros no queremos entrar en él. Escogemos caminos torcidos y vanas filosofías que, por consecuencia, no nos traen paz. Cuando no andamos en el camino de Dios, comenzamos a dar vueltas sin hallar seguridad ni paz interior.
Es fundamental reconocer la santidad de Dios. Quien es consciente de este rasgo del Supremo escucha la perfecta voluntad del Señor manifestada en Su Ley: “No matarás”, “No cometerás adulterio”, “No darás falso testimonio”.
¿Sabe usted que, por sus pensamientos de odio, es un asesino de hermanos o hermanas? La tragedia de la cristiandad son los santos poco santos. Los pecados secretos son tan dañinos como los hechos públicos de los impíos.
Es de suma importancia reconocer la santidad de Dios. Quien es consciente de este rasgo del Supremo tiene oídos aguzados para la santa y perfecta voluntad del Señor manifestada en Su Ley.
Es esencial reconocer la santidad de Dios. Quien es consciente de este rasgo del Supremo tiene oídos aguzados para Su voluntad. Pero, ¿cuándo en la Iglesia se llora aún por pecados cometidos?
Herman Hartwich estudia el capítulo 1 de Isaías, vs. 1 al 20. Destaca 3 puntos fundamentales: I- La queja justificada de Dios. II- Dios quiere nuestro corazón para regenerarlo. III- Imperativos del amor de Dios.
Cada una de las siete fiestas del Señor tenía que ver con el servicio de sacrificios, relacionado con el tabernáculo y el templo. También tienen un significado profético de la futura redención divina.
En la fiesta de Yom Kippur, la sexta de las fiestas del Señor, el énfasis de las ceremonias se encontraba en el arrepentimiento del pecado. Este mensaje también vale para nosotros. Escuche más en este programa.
La quinta fiesta cae en otoño. Introduce las tres fiestas del otoño que aluden a los tiempos finales y simbolizan el comienzo del reino de Dios. Estos acontecimientos futuros ayudan a comprender el carácter de la fiesta. La sexta es la más importante de las siete fiestas del Señor y comienza con un tiempo de arrepentimiento para presentarse purificado ante Dios.
Las fiestas del Señor. La cuarta fiesta (los primeros panes) se ubica entre las tres fiestas de primavera y las tres de otoño, como un eslabón entre el principio y el tiempo final, refiriéndose a la Iglesia de Jesús, que une el Antiguo Pacto y el Reino de Dios.
Las siete fiestas santas del Señor conmemoran las grandes obras de Dios entre los israelitas, para que no sean olvidadas. También están relacionadas con la agricultura, siendo fiestas de acción de gracias. Además, tienen un significado profético de la futura redención divina. Aprenderemos más sobre la fiesta de los primeros frutos.
Los panes sin levadura. Esta es una fiesta de conmemoración para no olvidar cómo Dios sacó a Israel de Egipto. ¿Hay algo que decir para nuestra vida actual? ¡Descúbralo escuchando este programa!
Herman Hartwich destaca, en esta audición, cuatro cualidades de Jesús de Nazaret. La primera es que era el Ungido de Dios, mostrando que en él moraba el Espíritu Santo. La segunda es que hizo cosas buenas a toda la humanidad. En tercer lugar, nos ha librado del poder del diablo por medio de: *Su calidad de vida *Su muerte expiatoria *Su triunfo en la tumba.
Estimado oyente, el arrebatamiento y la correspondiente resurrección de los muertos en Cristo probablemente son la cumbre de los misterios de Dios. Algunos puntos a tratar son: el tiempo oculto del arrebatamiento y la resurrección de los muertos, así como su transformación junto a los creyentes en Cristo que aún vivan.
Es difícil entender el misterio del endurecimiento de Israel. En Romanos 9 al 11, Pablo disputa consigo mismo y con Dios sobre este tema. Algunas preguntas para reflexionar: ¿Endureció Dios a Su pueblo deliberadamente?