Los paralelos con el Apocalipsis son claros y demuestran que el libro del profeta Isaías es para la actualidad. ¡Dios cumplirá todas las profecías en su tiempo!
Los paralelos con el Apocalipsis son claros y demuestran que el libro del profeta Isaías es para la actualidad. ¡Dios cumplirá todas las profecías en su tiempo!
Es maravilloso ser restaurado al Señor. Sin embargo, eso no significa que no habrá problemas. Muchos creyentes devueltos a la comunión con Dios pasan por tiempos de duda y depresión, ¡hasta que llegan a la certidumbre del perdón!
Una persona no puede alejarse de Dios indefinidamente. Hay un momento en que toca fondo. En el momento crucial, hay una voz que susurra: “No hay esperanza” y otra que dice: “Vuelve”. ¡Llega el momento de la decisión!
Uno de los primeros síntomas de la decadencia espiritual es la acumulación de polvo sobre las tapas de la Biblia. La vida de oración se vuelve errática y, más tarde o más temprano, llega el desenlace.
La recaída es un fenómeno típico en la vida cristiana. Un recaído es un creyente fuera de comunión con Dios por algún pecado no confesado. Cuando peca, sigue siendo hijo de Dios, pero pierde el gozo de su salvación.
La recaída es un fenómeno típico en la vida cristiana. Un recaído es un creyente fuera de comunión con Dios por algún pecado no confesado. Cuando peca, sigue siendo hijo de Dios, pero pierde el gozo de su salvación.
El autor nos lleva a momentos clave, cuando los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando a sus enemigos y perdonando, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”
El autor nos lleva a momentos clave, cuando los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando a sus enemigos y perdonando, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”
El autor nos lleva a momentos clave, cuando los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando a sus enemigos y perdonando, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”
El autor nos lleva a momentos clave, cuando los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando a sus enemigos y perdonando, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”
El autor nos lleva a momentos en que los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando y perdonando a sus enemigos, devolviendo bien por mal y dando sin esperar nada a cambio, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”.
El autor nos lleva a momentos en que los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando y perdonando a sus enemigos, devolviendo bien por mal y dando sin esperar nada a cambio, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”.
El autor nos lleva a momentos en que los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando y perdonando a sus enemigos, devolviendo bien por mal y dando sin esperar nada a cambio, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”.
El autor nos lleva a momentos en que los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando y perdonando a sus enemigos, devolviendo bien por mal y dando sin esperar nada a cambio, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”.
El autor nos lleva a momentos en que los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando y perdonando a sus enemigos, devolviendo bien por mal y dando sin esperar nada a cambio, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”.
El autor nos lleva a momentos en que los cristianos tomaban los dichos de Jesús literalmente, amando y perdonando a sus enemigos, devolviendo bien por mal y dando sin esperar nada a cambio, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?”.