17 agosto, 2015
“De repente” – sin haberlo planeado ni soñado – el Espíritu de Dios había dado a los líderes y al pueblo un avivamiento por medio de Ezequías. ¡Hacía 250 años que no se celebraba la Pascua! Esta fiesta, instaurada para recordar la liberación de la esclavitud en Egipto, había caído en el olvido.