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Silvia Baranzano nos cuenta sobre su experiencia de estar embarazada de su primer hijo, Ezequiel. Aprendemos sobre el proceso de decidir tener un hijo, el tiempo que llevó y la forma en la que Dios acomodó todo para que se pudiera dar. Silvia comparte con nosotros el deseo de darle la gloria y la honra a Dios a través de este préstamo hermoso que Dios le da, y nos anima a vivir de esta manera, buscando la voluntad de nuestro Padre.


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EA663 – Entre Amigas –
Una experiencia increible



Entrevista a Silvia Baranzano

Sonja: Muy bien queridas amigas, hemos llegado al momento de la entrevista, hoy vamos a tener un programa muy, muy especial. Para esta entrevista tenemos aquí a una amiga que es parte del equipo de Entre Amigas, no aparece casi nunca en los micrófonos pero aquí está hoy, Silvia Baranzano. ¿Cómo estás, Silvia?

Silvia: Hola, Sonja, hola a todas las amigas. Hoy me tocó estar de este lado, no hay manera se zafar.

Sonja: Te tocó, te tocó fuerte y te damos la bienvenida. Para comenzar te voy a pedir que le cuentes a nuestras amigas sobre cuál es tu tarea en el programa de Entre Amigas.

Silvia: Bueno, básicamente lo que hago acá es trabajar con la producción de textos. En Entre Amigas específicamente lo que hago es que luego de que el programa ya está grabado transcribo la entrevista, la receta, escribo todo lo que se habla en el programa para que después nuestras amigas, y también nuestros amigos, por qué no, puedan bajar eso desde el internet.

Sonja: Entonces, amigas, todo lo que encuentran en internet en forma escrita ha pasado por las manos de Silvia. Hoy te invitamos para que nos cuentes un poquito sobre lo que estás viviendo, porque estás viviendo un momento muy especial. Te veo acá, bella, bonita como siempre, pero con una cierta deformación en la panza, si lo puedo decir así.

Silvia: Con una protuberancia, una protuberancia especial. Es que estoy muy embarazada.

Sonja: Muy embarazada, yo ayer cuando hablábamos del horario le decía a Silvia que le diga a Ezequiel, su hijo, que no nazca hasta que terminemos la grabación. Y nos hizo caso.

Silvia: Yo espero que nazca el 22 o el 23, porque justo en nuestro país, en Uruguay, en estas fechas se va a votar para sacar la ley del aborto, porque estamos en un programa provida en este momento.

Sonja: Sí, es muy bueno que nos hagas recordar esto. Hoy es el día 20 y el domingo 23 va a ser un día muy importante para nosotros en Uruguay.

Silvia: Sí, y el pueblo evangélico se levanta para votar, para sacar esta ley. Pero bueno, esperemos que todo salga bien. Y si Ezequiel quiere nacer ahí yo no me voy a ofender, te podrás imaginar.

Sonja: Claro, va a ser como un grito de victoria de este niño que va a nacer.

Silvia: Sí.

Sonja: Bueno, y si Dios tiene otra fecha en otro momento también está bien. Estamos orando con todo el equipo para que Ezequiel nazca en el momento oportuno para él, para ti, y sanito, como ha venido durante todo el embarazo.

Silvia: Sí, gracias a Dios ha sido así.

Sonja: Este es justamente el tema de hoy, porque yo pensé en que tenemos oyentes de todas las edades, y a veces hay mujeres jóvenes que están pensando que en este tiempo en el que vivimos tener familia es muy difícil. Quizás hay muchachas que escuchan y que se enfrentaron a la sorpresa de quedar embarazadas, algunas hablan de una sorpresa y otras hablan de un accidente, hay distintas versiones y posibilidades. ¿Tú nos quieres contar, Silvia, cómo fue contigo y con tu esposo Rodrigo que también es parte del equipo? ¿Cómo fue esa decisión?

Silvia: Bueno, te cuento un poquito. Yo tengo 30, años pero no se lo digas a nadie.

Sonja: No, claro que no.

Silvia: Tengo 30, mi esposo tiene 34 años, y estamos casados hace 9 años. Nosotros nos casamos muy jóvenes y no pensábamos tener hijos hasta varios años después de casados. Luego de casados decidí estudiar profesorado de biología, y bueno, en ese momento en el que uno emprende un estudio luego de estar casado es diferente, necesitás tomarte tu tiempo, también trabajás, entonces no tenés mucho tiempo. Así que decidimos que hijos todavía no queríamos. Pero ya ahora, acercándome a los 30 años, yo ya sentía ese deseo de ser mamá, y también fue una idea que Dios fue madurando en los dos.

Sonja: Y es precioso, porque es un regalo muy especial para un matrimonio tener un hijo, o más.

Silvia: Sí, vamos paso a paso. Pero bueno, ya desde el año pasado o desde el anterior manejábamos la idea de poder quedar embarazados a pesar de que yo no hubiese terminado mi carrera. Pero el Señor fue tan bueno que Él ordenó todas las cosas como un puzle y me permitió quedar embarazada bien al final de mi carrera. Cuando nos propusimos quedar embarazados, al principio pasaban los meses y no quedaba, y no quedaba.

Sonja: ¿Te preocupaste?

Silvia: Sí, me preocupé porque pensé que después de dejar tanto tiempo por mi carrera quizás el Señor no quería que yo quedara embarazada, quizás me quería usar para otra cosa. Así que sí, me preocupé. Ya los últimos meses veníamos remándola. No fue tan larga la espera, en realidad, pero cuando uno quiere algo, cuando desea algo con tantas ganas, se pone ansioso y de repente deja de pensar en el plan que Dios tiene para uno. Pero bueno, es así como dice la Biblia dice en Proverbios, “El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor”. Entonces, en ese sentido, Dios también fue fiel, como lo es siempre, y nos dio la posibilidad de quedar embarazados a los 8 meses de buscar a este bebito.

Sonja: Y seguramente durante todo ese tiempo estuvieron orando mucho.

Silvia: Por supuesto, los dos oramos muchísimo. Porque también creo que es una responsabilidad muy grande delante del Señor. Hoy hablábamos fuera de micrófonos que es un préstamo muy preciado que el Señor nos da por un tiempo. Realmente no sabíamos si Dios nos iba a elegir para este préstamo.

Sonja: Pero de repente estaba la noticia.

Silvia: Y de repente la noticia de que estaba embarazada.

Sonja: Qué emoción, ¿no?

Silvia: Una emoción brutal, te podrás imaginar. Aparte te hacés una prueba de embarazo, después te sacás sangre, y vos sabés que estás embarazada pero no sentís nada. A mí no me pasó de sentirme mal, de tener malestar, nada. Era algo que yo esperaba pero ni cuenta me di. Fuimos de vacaciones unos días antes de enterarnos con mi esposo, y me tiré a la piscina, salté del trampolín, todo.

Sonja: Loca como siempre.

Silvia: Claro, y después me di cuenta de que en ese momento estaba embarazada, así que bueno, fue una muy linda sorpresa.

Sonja: En estos momentos, Silvia, yo siempre pienso en lo que dice la Palabra en el Salmo 139:13, que el Señor es el que teje esta nueva vida en el vientre de la madre. Es impresionante que en otra parte de la Biblia dice que estábamos en los pensamientos de Dios antes de haber sido concebidos, entonces Ezequiel también, estaba en los pensamientos de Dios para nacer en su tiempo, y ahora todavía está allí en tu pancita, protegido. Yo a veces lo veo bailar, el otro día estábamos en el aeropuerto esperando para despedir a un amigo, y de repente vi unos movimientos en la panza que me quedé sorprendida. Realmente es un milagro.

Silvia: Sí, la verdad es que es un milagro de Dios.

Sonja: Ahora, Silvia, te quiero hacer una pregunta. Empezó el tiempo de los primeros. Primeras ecografías, primeros movimientos, primeras compras, primeras planificaciones. Contanos un poquito, ¿cómo fue eso?

Silvia: Bueno, por ejemplo, en la primera ecografía el médico dijo “bueno, nos tenemos que fijar si esto realmente es un embarazo porque a veces los ovocitos fecundan diferente” lo dijo todo serio, y nos sorprendió un poco.

Sonja: Todo muy médico, muy seco.

Silvia: En realidad está bien, desde su lugar profesional quizás tiene que decir esas cosas, pero bueno, era la primera ecografía y estábamos muy expectantes. La noche anterior había soñado que eran dos, así que estaba bastante ansiosa. Pero entramos y lo primero que escuchamos fue el corazón. Sentí una emoción en ese momento que no pude evitar llorar, se me soltaban las lágrimas solas. Yo no podía creer que eso tan pequeñito, fuera un conjunto de células que ya tenían la cefalización, la parte caudal, el inicio de la salida de las extremidades, y con ocho semanas latiera tan fuerte, tan rápido el corazoncito. 164 latidos por minuto. Realmente para mí fue una sorpresa. Ese momento en el que pude ver a este hijito adentro de mí, yo no sentía nada, era mi cuerpo, yo estaba como siempre, eso realmente me sorprendió. A Rodrigo también, hicimos un videíto y nos preparamos para anunciárselo a los hermanos de nuestra iglesia.

Sonja: Pero ahora me toca a mí, porque eso sí fue muy emocionante. Fue precioso. Porque a veces vemos las fotos de la ecografía y no entendemos nada, pero Rodrigo lo había marcado todo, y fue realmente muy emocionante ver a Ezequiel ahí. Ahora sí, tú podés seguir.

Silvia: No, está bien. Y bueno, también le dimos la noticia a mis padres, a mis suegros, a los tíos, todo eso.

Sonja: Porque Ezequiel va a ser el primer nieto, el primer sobrino, primero de muchas cosas.

Silvia: Primero de todo. Así que fue una emoción muy grande. Después de 9 años de matrimonio todos estaban sorprendidos de la noticia. Y bueno, en enero sentí por primera vez los movimientos dentro de mí, yo estaba estudiando para mi último examen y sentía que él me acompañaba cada día cuando me iba a estudiar. En el momento no sabía realmente si eran esos los movimientos porque claro, lo fui confirmando a medida que fue creciendo, pero sí, evidentemente, esos habían sido los primeros movimientos. Primero sentía como una burbuja que explotaba.

Sonja: ¿Con cuántas semanas de embarazo?

Silvia: Eso era con 15 o 16 semanas de embarazo.

Sonja: ¡Qué lindo! Y de ahí en adelante cada vez más fuerte.

Silvia: Sí, exactamente. Hasta que más o menos en el sexto mes empecé a sentir cómo él se movía de manera continua. No en forma de golpecito sino como algo resbaladizo. No sé cómo explicárselo a las amigas, las que ya han tenido bebés sabrán, y las que no, bueno, es una experiencia maravillosa que les recomiendo que vivan.

Sonja: Sí, es muy lindo.

Silvia: Y bueno, de a poquito se lo fuimos contándolo a otros, nos tomamos nuestro tiempo para compartir la noticia de que había quedado embarazada.

Sonja: Lo disfrutaban en secreto ustedes dos.

Silvia: Claro. Nos pareció prudente esperar un tiempo y después lo empezamos a decir. La verdad es que fue muy lindo ver como tantas personas se alegraban con nosotros, fue muy alentador, muy animador. Hoy en día, como también lo decíamos anteriormente, la noticia de un hijo no es muy grata para muchos. Pero para nosotros realmente fue algo muy importante, algo que nos marca, que marca nuestras vidas, porque es una maravilla de Dios.

Sonja: Y seguramente tienen muchos deseos para Ezequiel, ¿no?

Silvia: Sí.

Sonja: Ya que eligieron ese nombre tan precioso. ¿Qué significa Ezequiel?

Silvia: Significa “Dios es mi fortaleza”, o “mi fortaleza viene del Señor”.

Sonja: Y es así para ustedes y para Ezequiel seguramente también lo será.

Silvia: Esperemos que sí. Nuestro deseo es que Ezequiel le de la gloria y la honra a Dios.

Sonja: Silvia, tengo muchas preguntas pero el tiempo corre en la radio. Así que nos vamos a sacar algunas dudas más antes de terminar. ¿Ya tienes todo preparado para cuando nazca?

Silvia: Sí.

Sonja: Contanos.

Silvia: Bueno, estoy de 37 semanas. En teoría nacería ya en la semana 40, pero eso solo el Señor lo sabe así que simplemente estamos esperando a que nazca. Ya está pronto su bolso, mi ropa, la ropa de mi esposo, ya está todo listo para esperarlo a él.

Sonja: ¿La cunita también?

Silvia: La cunita también, sí, ya está todo prontito. Nosotros le pedimos a Dios que también nos prepare a nosotros, porque va a ser un tiempo de muchos cambios. Ya lo ha sido a lo largo de estos nueve meses y también pienso que el Señor nos tiene que preparar a nosotros. Realmente deseamos ser padres que sigan amando a Dios y que a su vez sepan administrar este préstamo divino. Y bueno, ese es nuestro deseo, darle la honra, la gloria a Dios a través de este hijo, y pedirle que nos permita ser buenos administradores. Con mi esposo pensábamos en un versículo lema para este tiempo, y pensamos en Apocalipsis 4:11 que dice: “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas”. Y yo creo que es así, cada cosa que ha pasado dentro de mi cuerpo en este tiempo ha sido pensado, ideado por el mejor diseñador de todos. Queremos que lo siga haciendo así, que podamos seguirle dando la gloria y la honra a Él a través de este tiempo especial que nos permite vivir.

Sonja: Qué lindo, Silvia, que podamos ir terminando este programa de esta forma. Como decíamos al comienzo, muchas veces los niños no son bien recibidos, y sin duda alguna debe haber situaciones donde realmente es complicado cuando te enterás de que estás esperando familia. Pueden ser factores externos, factores personales, emocionales, pero siempre es válido lo que tú leíste recién, que todo está creado por Dios y que es por su voluntad que existen todas las cosas. También estos niños, que a veces nos sorprenden o que a veces son tan esperados, como es el caso de Ezequiel.

¿Quieres decir algo más para terminar el programa, Silvia?

Silvia: Bueno, quiero animar a nuestras amigas a que puedan criar a sus hijos en el temor del Señor. Aquellas que todavía no se han puesto la meta de ser mamás, que lo vayan pensando, pero que por su puesto primero le pregunten a Dios cuál es su voluntad. Porque quizás la voluntad de Dios no es que seas una mamá, quizás quiere que te dediques a otra cosa. En mi caso, Él me dio este privilegio y yo lo quiero aprovechar. Si tenés el privilegio de ser mamá o de estar embarazada, dale las gracias a Dios por eso. Porque realmente es un de los regalos más hermosos que Dios te puede dar en la vida.

Sonja: Silvia, te agradecemos muchísimo por esta entrevista, por hablar con nosotras tan abiertamente, y estoy convencida de que muchos van a disfrutar de esta entrevista.

Silvia: Espero que sí.

Sonja: Amigas, no se pierdan de la próxima entrevista que les traeremos en Entre Amigas.

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