Venciendo el mal con el bien – Parte 1
5 agosto, 2020Llevando el evangelio a los más pequeños – Parte 1
5 agosto, 2020Continuamos hablando con el Doctor en Teología y Pastor Bill Hill acerca de Romanos 12, en donde se nos da el mandamiento de vencer con el bien el mal. Bill nos explica este pasaje a profundidad y nos anima a aplicarlo de forma práctica en nuestra vida diaria. También nos enseña sobre la importancia del testimonio y nos muestra cómo podemos alcanzar a otras personas para Cristo teniendo la actitud que se nos enseña en este pasaje. ¡No te lo pierdas!
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EA0942 – Entre Amigas –
Venciendo el mal con el bien – Parte 2
Entrevista a Bill Hill
Victoria: Es un gusto, queridas amigas, estar con ustedes nuevamente en este espacio de la entrevista. Hoy nos acompaña una vez más el Pastor Bill Hill, quien es director de Equipando Nacionales por todo el mundo desde hace 13 años. Es Doctor en Teología y desde el año 2000 está viniendo a Uruguay justamente para equipar a hermanos y hermanas. Es un gusto, Pastor, que nos pueda estar acompañando, al igual que Chicha quien estará haciendo la traducción.
Bill: Es un honor para mí estar aquí de regreso, siempre es un gozo venir al país de Uruguay. Yo tengo muchos amigos aquí y he tenido el privilegio de hablar en varias iglesias. Me encantan los uruguayos y considero un honor poder hacer estas grabaciones en Llamada de Medianoche, así que muchas gracias.
Victoria: Vamos a continuar con el tema que empezamos en el programa pasado y que habla de vencer el mal con el bien. Veíamos en la parte introductoria que es imposible no tener que enfrentarse al mal, que en las distintas áreas de nuestra vida nos enfrentamos al mal y que muchas veces, por creer en el Señor, uno piensa que no va a tener que enfrentar adversidades. Pero efectivamente la Biblia nos manda a vencer el mal con el bien. En la práctica, ¿cómo podemos hacerlo?
Bill: Bueno, aprecio la oportunidad de tratar este tema porque es un tema en el que a veces los cristianos se confunden. Una de las razones por las cuales se confunden es porque muchos cristianos piensan que a aquellos que son cristianos no les va a pasar nada malo. Sin embargo, la Biblia dice claramente que aquellos que queremos vivir piadosamente en Cristo en algún momento vamos a sufrir persecución. Así que aquí no se trata de “si viniera el mal a tu vida”, sino “cuando venga el mal a tu vida”.
Haciendo un pequeño repaso del programa anterior, dejamos bien claro que debemos esperar que venga lo malo. Pedro nos da este desafío cuando nos dice que no pensemos que es algo extraño cuando vengan las diversas pruebas. Pablo habla de la misma manera, asume que va a venir el mal. Pablo nos dice así el pasaje de Romanos 12: “No paguéis a nadie mal por mal”, sino que nos manda a hacer lo siguiente: “procurad lo bueno delante de todos los hombres”. Así que tenemos que pensar de antemano cómo vamos a responder cuando venga el mal. Luego, en Romanos 12:18, Pablo dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. Así que no se sorprendan cuando venga el mal, eso es algo que debemos de esperar en la vida de los cristianos. Y no debemos planear cómo vengarnos, sino que tenemos que planear cómo vivir de una forma honorable con todas las personas, de forma que cuando el mal venga no haya sido por nuestra responsabilidad. Aunque sea nuestra responsabilidad responder de manera apropiada. Y esto es el punto práctico. ¿Cómo hacemos esto? En el verso de Romanos 12:19 de Pablo repite en un sentido lo que dijo en el versículo 17, pero con algunas instrucciones prácticas, porque él sabe que nuestra respuesta natural es vengarnos cuando somos heridos. Por eso Pablo dice “No os venguéis vosotros mismos”, y sino que dice “dejad lugar a la ira de Dios”. No es una cosa que vos tenés que hacer. Y luego cita del antiguo testamento, y es Dios el que está hablando, diciendo: “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”.
Una de las razones principales por la que la venganza le pertenece a Dios es porque nosotros no sabemos cómo pagarle al otro de una manera apropiada. No conocemos las situaciones en su vida, no sabemos sus motivos, no sabemos lo que Dios está haciendo en su vida, así que nosotros no tenemos la sabiduría de tomar venganza. Solo Dios la tiene. Nuestra venganza sería egoísta, pero la venganza de parte de Dios es para su honor. Así que el primer paso para tratar con este tema de una forma práctica es dejar de lado cualquier plan de venganza. Yo sé que esto parece muy simple, muy sencillo, pero va contra nuestras propias emociones porque nosotros queremos pagarle devuelta a aquellos que nos han herido. Pero Dios dice que la venganza le pertenece a Él.
Luego, en el versículo 20, Pablo nos da la respuesta práctica que deberíamos tener “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber”. Bueno, no todos nuestros enemigos tienen hambre, no todos nuestros enemigos tienen sed, pero ¿qué es lo que está tratando de decir Pablo? Descubre una necesidad en la vida de ellos, una necesidad que de alguna manera tú pudieras satisfacer, o algo que ellos quieren. Recuerden que Pablo dice en el versículo 21: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. Y eso es lo que está explicando en el versículo 21: Estamos en un campo de batalla en el que Pablo dice que tenemos que vencer. Así que no nos vemos a nosotros mismos como las víctimas, sino que nos vemos como los victoriosos. Podemos ganar esta guerra, pero tenemos que hacerlo a la manera de Dios. Así que descubrimos cuál es la necesidad, quizás de comida, quizás es ocupar su lugar en el trabajo cuando esa persona tiene otra tarea para hacer, quizás es trabajar más, incluso por alguien que no ha sido amable contigo. El punto es que tenemos que estar atentos a la vida de ellos, porque quisiéramos edificar algún tipo de puente de redención para demostrarles a Cristo por medio de nuestras acciones. Así que descubrimos cuál es su necesidad, y, si es posible, suplimos esa necesidad. Pablo dice al final del versículo 20 que responder al mal de ellos con nuestro bien es como poner ascuas de fuego sobre su cabeza. Eso no quiere decir que nos tenemos que vengar de una manera espiritual, sino que significa que la forma en la que respondemos es tan inesperada que los toma por sorpresa, causa que ellos den marcha atrás y digan ¿Por qué ella o él me trató así? Yo estaba esperando que peleara, y sin embargo me ha dado algo. Yo estaba esperando que empezara a discutir, sin embrago fue amable. Esa es la idea de vencer el mal con el bien, y esa es la idea de poner ascuas de fuego sobre su cabeza, porque nuestro deseo es que aquel que nos ofendió vea lo bueno y sea capaz de venir a ti y preguntarte: ¿Por qué no me devolviste? Sos una persona diferente, hay algo diferente en ti. A través de esa pregunta es que nos van a proveer a nosotros una oportunidad excelente para poder responderla y contarles por qué somos amables, por qué no peleamos, por qué no devolvemos mal por mal. Es por causa de la gracia de Dios, es porque el Señor Jesucristo nos ha hecho diferentes. Y para aquellos que quizás no conocen al Señor, escuchar esta clase de explicación puede llegar a ser un poco confusa, porque no tiene sentido. Si alguien me hace mal, ¿por qué no tengo que devolverle? ¿Por qué no voy a discutir? Es porque nosotros estamos siendo motivados por algo que es más grande que nosotros mismos, y esta motivación está basada en nuestra relación con el Señor Jesucristo, Es porque él nos ha cambiado, nos da la gracia y los recursos para tener la oportunidad de traer ese poder cambiador del evangelio a aquellos que nos están haciendo mal.
Recuerden que este pasaje está escrito para los creyentes, para explicarles cómo deben responder cuando viene el mal. No está escrito para los incrédulos y no está escrito para que los creyentes les expliquen a otros cristianos. Esto primeramente es un texto que nos ayuda a nosotros, como hijos de Dios, a entender de una forma práctica cómo debemos responder cuando viene el mal y el motivo detrás de eso por el cual tenemos que responder como lo hacemos. Si tú estás escuchando hoy y no conoces a Cristo, si quizás la gracia de Dios nunca se ha manifestado en tu vida, déjame decirte que la persona que ha hecho más bien por ti, aquel que te ha retornado con bien al mal tuyo, se llama Jesucristo y te ama. Cualquier mal que tú has hecho, porque la Biblia dice que todos somos pecadores y perversos, fue pagado, fue cubierto porque hay alguien que respondió a esa pecaminosidad e hizo un camino para que tus pecados fueran perdonados, sin importar lo malvado o lo perverso que seas. Quizás piensas que no hay esperanza para ti, quizás piensas que has pecado demasiando, pero el Señor Jesucristo te ha hecho el bien al dar su vida en la cruz como sustituto de los pecadores culpables. Si no conoces a Cristo te ruego que hoy lo consideres, y si tienes más preguntas, por favor siéntete libre de escribirlas y enviarlas. Para aquellos que ya son hijos de Dios, continúen retornando el mal con el bien, y al hacer eso Dios los podrá usar para alcanzar a otros para Cristo. Que Dios los bendiga mucho.
Victoria: Muchas gracias, Pastor Bill Hill, y gracias, Chicha por la traducción. Amigas, hemos aprendido mucho en la práctica de cómo hacer para vencer el mal con el bien. Las invitamos a que se queden con nosotras y escuchen el próximo programa de Entre Amigas, y que también se puedan comunicar con nosotras si se han quedado con alguna pregunta o duda. ¡Hasta la próxima!