Las paredes del Tabernáculo eran de tablas de madera común, cubiertas con oro puro, una imagen de la Iglesia, compuesta por personas comunes cubiertas con la gloria de Cristo.
En cuanto a la segunda venida del Mesías, hay dos opiniones extremas: un grupo se burla de quienes creen en Su regreso, y otro fija fechas exactas. Esa venida depende de ciertos requisitos.