...comencé a escribir sobre cómo un cristiano puede permanecer fiel a lo largo de su vida y ministerio. Entiendo que, hay por lo menos, cuatro áreas interrelacionadas a cultivar para preservar la fidelidad en el tiempo...
La vida cristiana, como la moneda, tiene dos caras: el aspecto privado, que trata de la experiencia personal de salvación y la consagración diaria, y el aspecto público, que se relaciona con la vida de iglesia.