PE-0908 | Autor: Norbert Lieth
¿Se ha preguntado alguna vez en qué consistió el autoengaño de los cristianos de Laodicea? En este programa lo descubrirá con ejemplos concretos de la vida cotidiana.
¿Se ha preguntado alguna vez en qué consistió el autoengaño de los cristianos de Laodicea? En este programa lo descubrirá con ejemplos concretos de la vida cotidiana.
El significado práctico del mensaje a la Iglesia en Laodicea. El mensaje de la tibieza y cómo se llega a ella, así como el autoengaño de Laodicea y la manera de revertir esta situación.
Engañar a otros es grave y ser engañado es doloroso. Pero, peor aún, es engañarnos a nosotros mismos. Es interesante ver cómo el Señor utilizó las cuatro cosas cotidianas de los moradores.
El rey venidero, anunciado por los profetas y Jesucristo, es la historia que relata la Biblia. Jesús prometió que vendrá a nuestra vida si le invitamos a hacerlo.
Uno de los énfasis más pronunciados en las enseñanzas de Jesús fue su promesa de regresar. Sus discípulos le preguntaron por señales, y Jesús les dio una lista que se explicará en este programa.
El holocausto de la época de Tito, en el año 70 d.C., fue anunciado aproximadamente 1,500 años antes por Moisés y Jesucristo. Escuche más acerca del tema en este programa.
Un principio necesario para interpretar las profecías es la llamada «ley del doble cumplimiento». Esto abarca dos o más eventos profetizados, separados en el tiempo, pero juntos en una sola profecía.
No había una sola persona preparada para los electrificantes efectos del tercer día después de la muerte de Jesús. Aun los discípulos estaban asombrados e inseguros del significado de todo.
Un principio necesario para interpretar las profecías es la llamada «ley del doble cumplimiento». Esto abarca dos o más eventos profetizados, separados en el tiempo, pero juntos en una sola profecía.
Lo que tenemos en el Salmo 22 es una profecía personal de cómo se sintió el Mesías en sus sufrimientos y lo que observó a su alrededor. ¡Acompáñenos en un estudio detallado sobre este tema!
En la profecía de Isaías 53, somos confrontados con el nuevo concepto de la expiación de pecados. ¿Quiere entender mejor la provisión de Dios en el Monte Moriah? Entonces, ¡escuche este programa!
¿Por qué fue rechazado el Mesías tan ansiado? «Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros».
Hay dos imágenes del Mesías que surgen de las cientos de profecías que hablan de él: un gobernador grandioso que traerá paz universal y el hijo de Dios que viene a sufrir y a morir por el pecado del pueblo. En esta última hace más énfasis el profeta Isaías, en profecías que se cumplieron al pie de la letra.
Cualquiera que hayan sido los motivos que llevaron a Judas a traicionar, encajaban en el desarrollo del drama que llevó a Jesús a la cruz romana.
Jesús predijo su muerte venidera. Habló de ser traicionado por un amigo y le dio a Judas el “pan mojado”, que normalmente se daba solo al invitado más honorable de la cena.
Dos roles distintos del Mesías fueron profetizados: ¿#NOMBRE? y otro, traer el reino de Dios, el tan esperado tiempo de paz y prosperidad para Israel y el mundo. Ambas cosas serían cumplidas por la misma persona, el rey Mesías, pero no al mismo tiempo.
Hace 2700 años, el profeta Isaías hizo un hermoso retrato de un verdadero hombre lleno del Espíritu Santo, al predecir el carácter del Mesías. También predijo que los milagros serían reavivados y alcanzarían una nueva altura al venir el Mesías. Él no solo dijo que el prometido traería sanidad física, sino también sanaría la tierra árida.
Sabemos que no es fácil para una persona famosa tocar el «segundo violín», pero hubo un hombre, profetizado por Isaías y Malaquías, cuyo principal ministerio sería hacer precisamente eso. Descubra en este programa más sobre esta VOZ EN EL DESIERTO.
Es impactante ver la precisión con que Dios cumple las promesas dadas por muchos profetas. En esta oportunidad, veremos dos promesas acerca del Mesías: Nacido en Belén y nacido de una Virgen.
Moisés fue, realmente, el más grande de los profetas hebreos. Su papel era recibir revelación de Dios y declarar e interpretar Su voluntad a los hombres. Pero el profeta ideal – del que habló Moisés – fue Jesús, la palabra de Dios en persona.