“Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo”, nos dice Juan 5:26. El Dios trino es la fuente de toda vida. La eternidad de Dios está ligada a Su autoexistencia. Su vida no fue creada; la fuente de Su existencia está enteramente en Él mismo.
“Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo”, nos dice Juan 5:26. El Dios trino es la fuente de toda vida. La eternidad de Dios está ligada a Su autoexistencia. Su vida no fue creada; la fuente de Su existencia está enteramente en Él mismo.
“Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo”, nos dice Juan 5:26. El Dios trino es la fuente de toda vida. La eternidad de Dios está ligada a Su autoexistencia. Su vida no fue creada; la fuente de Su existencia está enteramente en Él mismo.
En Deuteronomio 6:4 leemos: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. La Biblia enseña que desde el comienzo, Dios reveló que Él es uno y el único Dios verdadero.
En Deuteronomio 6:4 leemos: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. La Biblia enseña que desde el comienzo, Dios reveló que Él es uno y el único Dios verdadero.
En Deuteronomio 6:4 leemos: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. La Biblia enseña que desde el comienzo, Dios reveló que Él es uno y el único Dios verdadero.
Cuando hablamos de la crisis del compromiso, nos referimos a la primera vez que una persona entrega su vida al Señor. Puede haber una lucha para dejar sus planes y ambiciones personales. Las palabras entrega y rendición describen muy acertadamente esta crisis.
Cuando hablamos de la crisis del compromiso, nos referimos a la primera vez que una persona entrega su vida al Señor. Puede haber una lucha para dejar sus planes y ambiciones personales. Las palabras entrega y rendición describen muy acertadamente esta crisis.
Cuando hablamos de la crisis del compromiso, nos referimos a la primera vez que una persona entrega su vida al Señor. Puede haber una lucha para dejar sus planes y ambiciones personales. Las palabras entrega y rendición describen muy acertadamente esta crisis.
Cuando Cristo está en control, Él nos libra de desperdiciar nuestras vidas en trivialidades. A veces, el compromiso que asumimos puede llevar al cambio en la carrera de una persona.
Cuando Cristo está en control, Él nos libra de desperdiciar nuestras vidas en trivialidades. A veces, el compromiso que asumimos puede llevar al cambio en la carrera de una persona.
Cuando Cristo está en control, Él nos libra de desperdiciar nuestras vidas en trivialidades. A veces, el tipo de compromiso que asumimos puede llevar al cambio en la carrera de una persona.
¿No es extraño que la reacción normal al llamado de Dios sea la resistencia? C.S. Lewis preguntó: «¿Quién puede adorar adecuadamente a ese Amor que abre las puertas al pródigo que llega luchando y buscando escapar?»
¿No es extraño que la reacción normal al llamado de Dios sea la resistencia? C.S. Lewis preguntó: «¿Quién puede adorar adecuadamente a ese Amor que abre las puertas al pródigo que llega luchando y buscando escapar?»
Debemos avanzar hacia un caminar diario de entrega total al señorío de Cristo. Necesitamos enfrentar ciertos hechos y considerar su lógica. Cada muestra del plan de redención trae un deber.
Debemos avanzar hacia un caminar diario de entrega total al señorío de Cristo. Necesitamos enfrentar ciertos hechos y considerar su lógica. Cada muestra del plan de redención trae un deber.
Debemos avanzar hacia un caminar diario de entrega total al señorío de Cristo. Necesitamos enfrentar ciertos hechos y considerar su lógica. Cada muestra del plan de Dios para la redención conlleva un deber.
Hay un pasaje del Nuevo Testamento que exhorta a los creyentes a vivir una vida de entrega total: Romanos 12:1-2, que dice: “Así que hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.
Hay un pasaje del Nuevo Testamento que exhorta a los creyentes a vivir una vida de entrega total: Romanos 12:1-2, que dice: “Así que hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.
Un cordón de oro recorre las Escrituras; una verdad que reaparece constantemente en la Palabra. Dios quiere lo primero y lo mejor en nuestras vidas.
