PE-1558 | Autor: Marcel Malgo
El mensaje del profeta Oseas es el del increíblemente paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales que se mencionarán en este estudio. Se tratarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
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El mensaje del profeta Oseas es el del paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales relacionados con nuestra vida que se mencionarán en este estudio. Se abordarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
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El mensaje del profeta Oseas es el del paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales relacionados con nuestra vida que se mencionarán en este estudio. Se abordarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
En este programa, Herman Hartwich nos muestra, con un ejemplo bíblico, cómo, al igual que una mujer, podemos recibir el perdón de Jesús.
El mensaje del profeta Oseas es el del paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales relacionados con nuestra vida que se mencionarán en este estudio. Se abordarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
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Herman Hartwich nos desafía a darnos cuenta de que no podemos permanecer neutrales ante la oferta de Jesucristo como salvador personal.
El mensaje del profeta Oseas es el del paciente amor de Dios. Quedará asombrado con los aspectos personales relacionados con nuestra vida que se mencionarán en este estudio. Se abordarán temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
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El mensaje del profeta Oseas es el del increíblemente paciente amor de Dios. Se mencionarán aspectos personales relacionados con nuestra vida y temas que nos conducirán a nuevos desafíos.
El horno de fuego, el foso de los leones y el mene-tekel en la pared: ¿quién no conoce estas historias? Daniel pasó a la historia porque oraba. Escuchemos sobre su vida y la verdadera adoración.
El horno de fuego, el foso de los leones y el mene-tekel en la pared: ¿quién no conoce estas historias? Daniel pasó a la historia porque oraba. Escuchemos sobre su vida y la verdadera adoración.
Herman Hartwich comenta la parábola del hijo pródigo, mostrando que cualquiera puede encontrarse en esa situación. ¿Cómo cambiarla? Aquí está la respuesta.